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josemarco

ECOS FESTIVOS

ECOS FESTIVOS

     Me llegan a través de la ventana de mi despacho los ecos de la charanga de la peña "Los que faltaban", una de las muchas agrupaciones festivas de Zaragoza. Su sonido me devuelve al pasado, su melodía me recuerda las bandas musicales que desfilaban por las calles de Aliaga con motivo de las fiestas de septiembre en honor de la Virgen de la Zarza. Me acerco a la galería y observo a cuatro jóvenes que sostienen una pancarta y encabezan un grupo de unas cincuenta personas. Esta peña, como otras tantas de la ciudad del Ebro, llena de alegría las calles y nos recuerda que aún estamos en fiestas, aunque hoy haya sido día laborable y mañana vuelvan a abrirse las aulas para los escolares.

     Las peñas son una parte muy importante de las fiestas del Pilar. Cuando llegué a Zaragoza a principios de los ochenta, empezaban a crearse estos grupos, a imitación de las fiestas de San Fermín y paralelamente a las peñas de las fiestas de la Vaquilla de Teruel. Entonces había todavía pocos peñistas y se conocían casi todos. El recinto de interpeñas, que se hallaba cerca de la Romareda, era un lugar sin aglomeraciones, un sitio donde te encontrabas con tus amigos o conocías a gente nueva. No había tantos conciertos ni tantos actos callejeros. Pero, poco a poco, los Pilares fueron adoptando un esquema más o menos fijo. Ahora la fiesta ha desbordado a propios y extraños y la oferta es tan amplia que uno no sabe adónde acudir. Personalmente, me quedo con las fiestas de verano de los pueblos turolenses. Y me quedo sobre todo con las de Aliaga. Allí la charanga anima las calles del pueblo durante unos días, las peñas tienen un protagonismo más directo en las fiestas y no existen atascos ni aglomeraciones.

     Mañana me alejaré durante unos días de Zaragoza. Echaré de menos algunos actos. Recordaré el pregón y los fuegos artificiales del primer día. Y volveré con la ilusión de contemplar desde le puente de la Unión los fuegos del día 14 que cerrarán nueve días de fiesta, con ecos de charanga, con jolgorio en las calles, sin muchos incidentes y con un buen sabor de boca para niños, jóvenes y mayores.

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