UNA LOABLE EXCEPCIÓN
Está uno tan acostumbrado a la incompetencia, a la ineficacia, al oportunismo, a las verdades a medias, a la publicidad engañosa, a las promesas incumplidas, al "vuelva usted mañana", que cuando te ofrecen un trato exquisito, cuando cumplen con lo acordado, cuando se ajustan a la realidad, cuando no hablan por hablar, cuando son puntuales, cuando son eficaces, cuando actúan con profesionalidad, casi lo consideramos como un mirlo blanco, como una loable excepción.
Me ha ocurrido recientemente como cliente de una empresa privada. Y quiero dejar constancia de ello en esta época de falsas apariencias, de quiero y no puedo, de huera palabrería y de sí pero no. Porque lo más normal, por desgracia, es que comiences a desconfiar hasta de tu propia sombra. Y eso no es bueno ni positivo. Por eso te alegra un poco el cuerpo el que te traten bien, te pregunten si estás satisfecho y te emplacen para una próxima entrevista. Todo ello con el fin de mejorar la atención al cliente y de dar un salto de calidad. A ver si cunde el ejemplo.
2 comentarios
isidora -
Luis Antonio -