EL ENCANTO DEL GUADALOPE
El río Guadalope
se desliza sereno y rumoroso
sembrando de nostalgia los otoños
y surcando parajes pintorescos.
El río Guadalope
- Miravete en sus primeros pasos -
emprende una aventura sin retorno
con la humildad de ese recién nacido
en el seno del rudo Sollavientos.
El río Guadalope
desciende por Aliaga y su comarca
- hermanado muy pronto con La Val -
y serpentea dócil
hacia las bajas tierras turolenses
agrestes y olvidadas.
El río Guadalope
es un testigo eterno y silencioso
de más de mil otoños amarillos,
de más de mil inviernos casi yertos,
de más de mil estíos sin retorno.
Sólo la primavera
- tardía primavera machadiana -
se viste de frescura y reverdece
al hilo de ese cauce tan modesto
que fluye desde el cerro hasta los valles
alegrando la vida y el paisaje
más allá de las rutas ya trilladas,
oscuro, intrascendente.
1 comentario
Luis Antonio -