PEQUEÑOS PROPÓSITOS
La vida está hecha de pequeños propósitos. Sólo así se puede aspirar a modestos logros, a efímeras ilusiones, a esperanzadoras metas. Nunca me han gustado los manidos tópicos que salen a relucir cada año nuevo: voy a dejar de..., voy a empezar a..., voy a apuntarme a..., voy a realizar,... Prefiero los objetivos cercanos, casi del dia a día. Incluso la planificación semanal me parece, en ocasiones bastante ambiciosa. Hay tanta incertidumbre. Y tantas sorpresas. Y tantos acontecimientos imprevisibles.
De todos modos, aunque me considero una persona organizada, cada vez dejo más de lado la pequeña servidumbre de la agenda. Y eso que las agendas me han atraído durante años y fueron uno de mis clásicos regalos de Reyes hasta hace poco. Pero, bien mirado, la agenda sólo es una pauta, un pequeño recordatorio. Como el calendario de bolsillo o el tradicional calendario de pared. Hay que reconocer también que, aunque enero suene a estreno, no deja de ser un mes más. Que aunque el 2010 suene a estreno, no deja de ser un año más. Eso sí, un año redondo. Una nueva década. Parecía que fue ayer cuando comenzamos un nuevo siglo y un nuevo milenio.
Todas estas reflexiones al filo del año nuevo - aunque ya han transcurrido casi tres días - pueden ir unidas a las grandes promesas de nuestros políticos, a los sinceros deseos de nuestras amistades, al pequeño propósito de cada día. Aunque hay muhas personas que prefieren evitar incluso estas pequeñas metas. Quizás así valoran más el momento presente y no se dejan llevar por ilusiones fáciles. Me gusta más valorar el paso del tiempo como una rueda, o como una sinuosa espiral. Eso sí prefiero la medieval rueda de la fortuna. Y es esa la que recomiendo a todos. FELIZ AÑO 2010.
* La fotografía es de la página web de Tomás Crespo.
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