ADIÓS AL 2009
Siempre me ha resultado incómoda la última tarde del año. Suele ser una tarde gris, apagada, silenciosa. En realidad, debería ser como una tarde más. Pero no es así. Las horas se deslizan lánguidas y parece que nos dicen un adiós definitivo. Son los últimos minutos de un año que tiene poco que recordar y mucho que olvidar. Y nuestra memoria, como es tan selectiva, se quedará con lo positivo: con los excelentes nuevos amigos, con la entrada en la adolescencia de Javier, con el reencuentro con familiares a los que hace tiempo que no veía, con las inquietudes culturales y literarias, con el estreno de cada día con ilusión y esperanza.
Aunque no me gusta hacer balances, no deja de ser una tarde de reflexión, de ojeada rápida hacia el pasado y de mirada sostenida en el horizonte del futuro. Es una tarde de interrogantes, de promesas y, por qué no, de expresiones de gratitud. Una tarde que quiero compartir con tantos amigos virtuales a través de estas más de mil páginas. Escribir me ayuda a crecer, a compartir y a exteriorizar aquello que pienso. En el horizonte, un año 2010 lleno de interrogantes. Es verdad que mañana será un día más en el calendario. Pero es bueno vivirlo como un estreno, como un trampolín privilegiado, como un nuevo impulso vital. Impulso que deseo compartir con todos los que os vais a seguir acercando a estas páginas que espero seguir creando y recreando.
* La imagen es de la luna azul, que entrará esta tarde en eclipse parcial.
2 comentarios
Angus -
Luis Antonio -