ROBERTO MALO EN TARDES DE BLOG
Esta tarde-noche tormentosa del último día de abril ha visitado El Pequeño Teatro de los Libros - la flamante librería del zaragozano barrio de Las Fuentes - el escritor Roberto Malo para participar en una nueva edición de Tardes de Blog. Javier López Clemente ha vuelto a ejercer de maestro de ceremonias y durante una hora ha dialogado con Roberto, una persona polifacética.
Porque el blog de Roberto Malo - http://robertomalo.blogspot.com - es una bitacora de escritor, de creador literario en el sentido más amplio de la palabra. Aunque Roberto se dedica sobre todo a la animación sociocultural para personas de todas las edades y en los más diversos ámbitos, también encuentra tiempo para escribir novelas y, sobre todo, relatos cortos. Roberto ha publicado entre otras obras Malos sueños (Certeza, 2006), Maldita novela (Mira, 2007), La luz del diablo (Mira, 2008) y Los guionistas (Eclipsados, 2009). También ha hecho incursiones en la literatura infantil - ha publicado con gran éxito el libro Tanga y el gran leopardo (Comanegra, 2009) y se dedica con asiduidad a la actividad de Cuentacuentos.
El blog de Roberto nos acerca a un escritor amante del cine, gran admirador del cantautor español Javier Krahe, inclinado a aderezar con un humor peculiar muchos de sus textos y cultivador de relatos de terror siguiendo el camino iniciado por el gran Edgar Allan Poe. En sus páginas virtuales encontramos pequeños microrrelatos, algún poema - aunque confiesa que para él son "Sueños", es decir, relatos con estructura poética - y fotografías propias del propio escritor.
De este blog tan rico y variopinto, voy a extraer uno de esos "Sueños" como homenaje a este animador cultural, amante de la literatura e impenitente cinéfilo:
En mi sueño
tengo que entrar
en una casa siniestra,
no sé por qué,
pero tengo que hacerlo
tengo miedo,
mucho miedo,
pero en mi fuero interno
sé que tengo que hacerlo,
que tengo que entrar
subo por un largo tablón de madera,
inclinado contra
la casa de mis horrores:
es una casa deshabitada,
medio derruida;
el extremo del tablón
da a una ventana abierta
de la vieja casa
la ventana se me antoja
como una boca,
una boca negra;
no se ve nada a través de ella,
sólo la más infinita negrura,
y sé que tengo que entrar por ella,
y tengo miedo,
y no sé lo que me puedo encontrar
en el amenazante interior;
nada bueno, me digo
subo despacio, poco a poco,
con sigilo, con miedo,
y la ventana negra
se acerca a mí,
cada vez más,
rodeándome con su misterio
cuando ya estoy
en la ventana,
siento que algo corre detrás de mí,
que algo sube como una bala por el tablón,
y una mano viscosa
me agarra con fuerza
por la espalda
grito aterrado,
una, dos veces,
y mi segundo grito
me lleva al despertar
3 comentarios
Magda -
Roberto Malo -
Un abrazo.
Javier López Clemente -
Gracias Jose María.
Salu2 Córneos.