MARÍA MOLINER
En un lugar privilegiado de las atestadas estanterías de mi despacho, se encuentran los dos volúmenes del Diccionario de Uso del Español de la filóloga y lexicógrafa aragonesa María Moliner (Paniza, 1900 - Madrid, 1981). Este diccionario intentaba ser mucho más cercano al hablante que el encorsetado y escueto diccionario de la Real Academia. Y esta mujer emprendedora y tenaz logró con creces culminar una empresa que le supuso esfuerzo, sacrificios y sinsabores.
Todo esto viene a cuento porque el domingo tuve la oportunidad de ver en el Teatro Principal de Zaragoza la representación de la obra El Diccionario, con un texto inédito de Manuel Calzada y con el papel estelar de la gran actriz Vicky Peña. No me imaginaba que el proceso de elaboración de un diccionario sirviera de guión inspirador a una excelente obra de teatro. Gracias a ella volvía a rememorar mis conocimientos sobre María Moliner, evoqué la dedicatoria de la edición de 1984 - "A mi marido y a mis hijos les dedico esta obra terminada en restitución de la atención que por ella les he robado" - y desempolvé de nuevo sus páginas para leerme su didáctica presentación - en la que recuerda el título original: Diccionario Orgánico y de Uso del Español - y comenta sus intenciones, sus innovaciones y sus peculiaridades.
La obra teatral nos presenta a una mujer que se enfrenta a circunstancias políticas, familiares y sociales adversas, especialmente durante la guerra civil y en la larga y oscura posguerra, para culminar lo que podemos considerar como una proeza. Esta mujer republicana, pionera universitaria en los inicios del siglo XX, nos ha dejado una estela de tenacidad y de ser capaz de superar las dificultades. No sé si esta obra supondrá un inicio de reconocimiento a su labor en la potenciación del léxico de la lengua española. Lo que me quedó claro al final de la representación es que el tiempo acaba poniendo a cada uno en su sitio, y que la lucha, el trabajo y la constancia pueden obrar milagros a pesar de las crisis económicas o de los vaivenes sociales.
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JImena Carrillo -