AGOSTO EN ALIAGA (V)
ROMANCE RURAL
Con sosiego y sin recato
ya llega la primavera
y se engalana el paisaje
recoleto de la sierra.
El agua murmura alegre
no muy lejos de la vega
y un rebaño avanza lento
entre trochas y veredas.
Ya los chopos centenarios
con el verde por bandera
flanquean el cauce oculto
de un río que serpentea.
Hasta las campanas tristes
repican de otra manera
en este final de mayo
con olor a hierbabuena.
A la vera del camino
unos ancianos sestean
y los niños, impacientes,
estremecen las aceras.
Ya se atisba en este valle
el verano que se acerca
mientras la noche se acorta
y el día crece con fuerza.
Llegarán las sanjuanadas
y una explosión de verbenas
y las calles silenciosas
se engalanarán de fiesta.
Color, calor y alegría
son ingredientes que alientan
esta estación que renace,
que se espera y que se sueña.
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