VENENO NEGRO
El veneno lo tienen ciertos animales para defenderse o atacar, especialmente determinados arácnidos y reptiles. Pero el veneno también está dentro de las personas. Estos días estamos contemplando estupefactos cómo muchas lenguas viperinas lanzan veneno por doquier. Es un veneno negro. Un veneno rancio. Es el veneno que algunos políticos de la oposición llevan todavía dentro desde hace casi dos años. Aún no se han resignado a aceptar el veredicto de las urnas del 14 de marzo de 2004. Y se rebelan interiormente. Y convocan a los fantasmas del pasado. Y se remontan a los pronunciamientos del siglo XIX. Y vuelven la mirada al tejerazo de febrero de 1981. Y vierten a diestro y siniestro el veneno de la crispación.
¿Qué intentan? ¿Tomarse la justicia por su mano? Más les valdría dedicarse a levantar su partido. Y a modernizarlo. Y a crear talantes de tolerancia y de diálogo. Lo demás es tirar piedras sobre su propio tejado. Y sobre el tejado de España. Que no es sólo de ellos. Que es de todos. Y a vivir el presente. Y a luchar por un futuro en paz y libertad. Y en armonía.
0 comentarios