SUEÑOS ROTOS
Los vemos paseando por las calles de nuestras ciudades. Los encontramos en las colas de los grandes almacenes. Los observamos mientras trabajan con dureza en las obras de la Expo. Los vemos ilusionados en las aulas, en los locutorios, en los lugares de ocio. Viajan en autobús o en coches de segunda mano. Se reúnen los fines de semana en parajes cercanos a la ciudad. Disfrutan en familia y recuerdan a los ausentes. Sueñan con sus hijos.
Vinieron a España desde su país para labrar un futuro, para construir un sueño, para proclamar una ilusión. Algunos tienen intención de regresar algún día a Ecuador, el país que les vio nacer. Otros, se quedarán en España. Mientras tanto, luchan por integrarse, aunque reconocen que tienen dificultades.
Dos de ellos no podrán cumplir nunca sus sueños. La locura terrorista ha roto para siempre sus frágiles ilusiones.
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