BUENOS PROPÓSITOS
Semana de ilusiones para los niños. Semana de buenos propósitos para los adultos. Todos desearíamos que ese Año nuevo, vida nueva fuera una realidad. Sin embargo, casi siempre es una entelequia.
De pequeño, me imaginaba el año nuevo como esa capa de nieve virgen que cubría las montañas y que nunca iba a ser mancillada. ¡Qué ingenuidad la mía! Por desgracia, el cambio de dígitos en el calendario es poco más que eso: buenas intenciones, buenos deseos y poco más. Es positivo, de todos modos, imitar de vez en cuando a los niños, que nos contagian sus sueños de felicidad mientras esperan los Reyes Magos. Los adultos nos proponemos ser más simpáticos, más generosos,… y quizás esperamos también la Lotería del Niño, las rebajas de enero o el próximo puente festivo. Por eso nos cuesta volver a la cruda realidad. A pesar de estrenar otro año.
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