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josemarco

LA IMAGEN DE FAGO

LA IMAGEN DE FAGO

     Muy pocos españoles y pocos aragoneses conocían la pequeña localidad de Fago hasta hace unos días. El trágico asesinato de su alcalde en una emboscada - que nos recuerda tiempos pretéritos - nos ha movido a algunos a consultar las encliclopedias o los buscadores de internet para situarnos adecuadamente en ese diminuto núcleo rural. Se nos habla de un pueblo del valle de Ansó, situado en un paraje encantador. Su casco urbano es un cuidado conjunto arquitectónico. Y su población no ha variado mucho en los últimos años, ya que se ha frenado en movimiento migratorio - sobre todo femenino - hacia Francia, a mediados del siglo XX. La ribera del río Majones enriquece el paisaje y la Foz de Fago es un excelente reclamo turístico.

     Pero, de la noche a la mañana, pueden cambiar las cosas. Y lo que era un núcleo rural tranquilo y apacible - casi arcádico - se ha convertido por momentos en una especie de infierno metafórico donde la convivenica es una utopía y las relaciones son tensas e insostenibles. De todos modos, nadie quiere pensar en una aldea maldita como las de la literatura decimonónica. El tiempo curará las heridas y Fago volverá a ser un lugar encantador. Lo que no se borrará es la memoria de un alcalde democrático asesinado en una noche de enero. Eso es lo más trágico e incomprensible.

     Los vecinos de la comarca de Ansó están preocupados por la imagen de la zona. Y tienen algo de razón. Pero también puede ocurrir que los que no conocían Fago se animen a visitarlo para comprobar la belleza de este pueblo del pirineo aragonés. Podrán de ese modo romper cualquier maleficio y considerar la trágica muerte como algo aislado en el espacio y en el tiempo.

1 comentario

ana a. -

Me temo que sólo quedan Arcadias en los libros. Saludos, José María.