HISTORIA, LITERATURA Y POLÍTICA
Si levantara la cabeza la escritora realista gallega, doña Emilia Pardo Bazán (1851-1921), no se podría imaginar que el famoso pazo que compró su familia a finales del siglo XIX, que restauró cuidadosamente y que inspiró una de sus obras más famosas y conocidas, iba a estar más de un siglo después en las páginas nacionales de la prensa española e iba a ser motivo de controversias políticas y sociales. Lo que ocurre es que esta casa solariega gallega, asentada preferentemente en el campo - así define pazo la Real Academia Española - fue donada a la familia de Franco después de la guerra por las autoridades franquistas de la Coruña para que disfrutara de unos días al año de ocio y de reposo. El problema ha surgido recientemente, aunque se viene arrastrando desde hace muchos años. Esta casona, denominada actualmente Pazo de Meirás, que estuvo a punto de pasar a ser propiedad de la Compañía de Jesús, guarda en su interior valiosas piezas arqueológicas y arquitectónicas, y selectas antigüedades - adquiridas casi siempre como obsequio por doña Carmen Polo, la mujer del Caudillo.
La polémica está servida. ¿A quién corresponde el Pazo? ¿Debe volver a los herederos de la Condesa de Pardo Bazán? ¿Deben cederlo al patrimonio del estado español? Las preguntas son muchas y el conflicto se presenta largo y difícil de resolver.
Esta noticia casi inesperada me ha llevado a releer algunas páginas de la famosa novela realista, que tanto éxito tuvo en su versión televisiva. Voy a plasmar un pequeño fragmento. Tal vez nos ayude a reflexionar en esto momentos casi preelectorales, cuando las campañas se suceden casi sin tregua y el ciudadano de a pie se llega a cansar de oír siempre la misma cantinela. El párrafo no tiene desperdicio. Su autora era una mujer muy formada y muy adelantada a su tiempo.
"Si unas elecciones durasen mucho, acabarían con quien las maneja, a puro cansancio, molimiento y tensión del cuerpo y del espíritu, pues los odiosos enconados, la perpetua sospecha de traición, las ardientes promesas, las amenazas, las murmuraciones, las correrías y cartas incesantes, los mensajes, las intrigas, la falta de sueño, las comidas sin orden, componen una existencia vertiginosa e inaguantable". (Los Pazos de Ullos, capítulo XXV)
1 comentario
Luis Antonio -