NIEBLA Y TAMBORES
Mañana de febrero desgarrada
por el sonido gris de los tambores
a la orilla del Ebro.
Mañana de domingo estremecida
por una niebla densa, incandescente,
al borde del abismo.
Sonido de tambores gris violeta,
anticipo de largas procesiones
cual una noria eterna
que comienza en mi infancia,
tan lejana.
Se despereza el día entre tinieblas
y me agarro a la vida
cual náufrago de luz crepuscular.
Es milagro nacer cada mañana
al gris acantilado cotidiano,
aunque sea un domingo de febrero
herido de nostalgia y desencanto.
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Joherg -