Blogia
josemarco

EL EBRO AMENAZA LA EXPO

EL EBRO AMENAZA LA EXPO

    Hace tiempo que la paradoja dejó de ser solamente un recurso literario barroco y se incorporó al lenguaje cotidiano. Todos los días somos testigos de numerosas paradojas, de nítidas contradicciones. La vida misma es - se mire por donde se mire - un manojo de paradojas. Una de las más recientes la estamos viviendo con el tema del agua, a sólo dos meses y medio de la inauguración de la Expo. Cuando visité las obras del meandro de Ranillas, hace aproximadamente un mes, los comentarios más frecuentes eran que las obras no llevaban más retraso del que llevan porque el tiempo había sido benévolo. Los que afirmaban esto, no se acordaban de que quedaba una larga primavera, época más lluviosa por estos pagos. Y, al parecer, los pronósticos se están cumpliendo. Sin embargo, resulta paradójico comprobar que, mientras muchos de las cabeceras de los ríos del Pirineo aragonés están bajo mínimos, en la ribera alta del Ebro están comenzando a inundarse algunos campos y se están abriendo compuertas en algunos embalses navarros. Está claro que nunca llueve a gusto de todos.

     No quiero ser agorero, pero me sorprende el mensaje de Roque Gistau, presidente de Expoagua, cuando habla de que la crecida de esta noche es menor y cuando espera que, si todo discurre racionalmente, las obras de la Expo de Zaragoza 2008 no se vean alteradas en lo esencial. Es muy optimista Gistau y espero que no se equivoque. Pero debería recordar que las grandes avenidas podrían estar todavía por llegar - algún año han sucedido en mayo -. Debería darse cuenta de que el deshielo no ha llegado todavía al Pirineo y de que los pronósticos hablan de más lluvia y de más nieve. ¿Estaba esto previsto? Dicen que sí. Pero la inquietud está ahí, aunque los medios de comunicación intenten quitarle hierro al asunto.

     Desde mi galería en el zaragozano barrio de Las Fuentes, puedo contemplar el caudal del Ebro. En pocos días se ha multiplicado por veinte la cantidad de agua. Es de esperar que no vaya directamente al mar y que en Caspe o Mequinenza sea adecuadamente aprovechada. Cada metro cúbico despilfarrado será mirado de reojo por catalanes o valencianos. Ahora se habla también de trasvasar el Segre - uno de las mayores afluentes del Ebro - al Llobregat. En Barcelona también tienen sed. Y en Cataluña hay muchos más votos que en Aragón. La paradoja está servida. Los que se oponían a un trasvase, reclaman otro. ¿Han cambiado de opinión? Habrá que esperar a que avance la primavera. De momento, las aguas bajan revueltas en el tema del agua. Esperemos que no rebasen la barrera de lo razonable. Al menos, hasta que se clausure la Expo.

2 comentarios

unjubilado -

En plan de guasa he hecho un par de artículos en mi blog, espero que las obras no se paralicen, pero la Naturaleza reclama lo que los humanos le hemos quitado.
http://www.unjubilado.info/2008/03/27/el-rio-ebro-y-la-expo-2008/
http://www.unjubilado.info/2008/03/27/pasarela-del-voluntariado/
Saludos

ana a. -

A lo mejor no era el mejor sitio para hacer la EXPO. ¡Como venga una riada gorda...!