BUEN PARTIDO EN VILLANUEVA DE GÁLLEGO
Bajo una fina lluvia preotoñal y en el nuevo campo - casi estadio - de fútbol de Villanueva de Gállego, se han enfrentado los locales de segundo año de infantil con un San José recién ascendido de categoría. Después de unos minutos de tanteo, los visitantes han empezado a tocar el balón y han llegado con facilidad a la portería rival. El primer gol tenía que llegar. Y ha sido Javi el que ha inaugurado el marcador, aprovechando una excelente asistencia de Javier. Con este resultado se ha llegado al final de una entretenida primera parte.
Pero lo mejor estaba por llegar. Una vez se ha roto el marcador con un gran gol de Rubén, los de Villanueva se han replegado y los de la Unión Deportiva San José han jugado su mejor fútbol. Han sido veinte minutos primorosos: pases al hueco, paredes, penetraciones por la banda,... Javier ha jugado de pivote y ha disfrutado en una posición casi privilegiada. Al final, las numerosas ocasiones del equipo visitante han dado su fruto y David y Aaarón han conseguido dos goles más. Ha sido un ensayo positivo. Se nota la mano del nuevo entrenador y el equipo ha ganado en equilibrio. De todos modos, la liga es muy larga y habrá que esperar. Hoy sólo ha sido un amistoso de pretemporada.
De regreso a Zaragoza hemos estrenado el tramo del cuarto cinturón recientemente inaugurado: huertas a ambos lados y, a la izquierda, la omnipresente papelera de Montañana. ¿Hasta cuándo seguirá ese chorro insolente de humo en el horizonte? Las huertas también están perdiendo terreno a favor del asfalto y el cemento. La huerta de Movera ya no es lo que era. Al fondo, la Torre del Agua de la Expo, que quedará como testigo mudo de un evento que apura sus últimas jornadas. El túnel de Santa Isabel, una obra de ingeniería. Eso sí, los adosados avanzan por doquier transformando la fisonomía de pequeños barrios. San Juan de Mozarrifar parece otro. La ciudad crece y se expande. Y los beneficiados - o no - son los pueblos más cercanos. Y si no que se lo pregunten a los habitantes de Villanueva del Gállego.
Ya cerca de casa, observamos la desembocadura del Gállego, que vierte mansamente sus aguas al Ebro. Aguas verdosas que se mezclan con las aguas que bajan desde el cercano azud. Me preguntan si el azud ha sido un acierto y si tiene relación con la Expo. Me encojo de hombros y demoro la respuesta. La lluvia arrecia y el otoño asoma precavido entre las celosías y los balcones.
FOTOGRAFÍA: Desembocadura del Gállego en el Ebro, cerca de Zaragoza
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