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josemarco

DEPORTES

DOMINGO OTOÑAL

DOMINGO OTOÑAL

     El primer domingo del otoño ha amanecido suave y gris en Zaragoza. Y las calles han  ido recobrando su pulso deportivo a medida que avanzaba la mañana. Una nueva edición de la Maratón ha reunido a más de mil atletas que, apoyados y animados por amigos y aficionados, han logrado con esfuerzo llegar a la meta de la Plaza del Pilar con más de 42 kilómetros sobre el asfalto.

     Cada vez gana más adeptos este deporte, que supone muchas horas de entrenamiento y de sacrificio. Al mismo tiempo, las calles se llenaban de bicicletas en medio de un ambiente reivindicativo. Se intenta que la bici gane terreno al coche por el centro de la ciudad y no sea marginada ni discriminada. La calzada es de todos, pero es un riesgo para los ciclistas recorrer las calles junto con los coches. Es verdad que la solución no es fácil. Porque tampoco las aceras permiten circular a las bicis junto con los peatones. ¿Habrá que construir más carriles bici? ¿Habrá que delimitar algunos tramos de acera que sean suficientemente anchos? El problema está ahí para que se llegue a un consenso que satisfaga a todos.

       Mientras tanto en Alcañiz se está celebrando el Gran Premio de Motociclismo de Aragón. Una prueba única a nivel internacional. Aunque tiene sus detractores, esta carrera, que a va por su quinta edición, supone una inyección económica para la comarca del Bajo Aragón y concentra a miles de aficionados que conocen así este hermoso rincón de la provincia de Teruel. Lejos quedan ya los premios de automovilismo por el circuito urbano. Unas carreras que fueron el germen de este nuevo circuito, muy bien valorado por los técnicos y por los propios corredores.

UNA FECHA INOLVIDABLE

UNA FECHA INOLVIDABLE

     Han pasado ya nada más y nada menos que 17 años desde aquella noche mágica en París, en la que el gol casi inverosímil de Nayim nos llenó de alegría a los aficionados zaragocistas y a los amantes del buen fútbol.

     Hoy, el Real Zaragoza, se bate en otros frentes mucho más modestos. El apoyo de los aficionados no ha decaído, pero unos negros nubarrones se perfilan en el horizonte de este club - ahora sociedad anónima - que preside desde hace seis años el polémico y conflictivo Agapito Iglesias.

     Casi no queda rastro del gusto por el buen fútbol, de la presencia de la cantera, de las viajes por Europa, del respeto del mundo futbolístico hacia este club con solera. Ahora sólo nos queda el consuelo de contemplar cómo otros equipos - entre ellos el Atlético de Madrid - han tomado el relevo de los triunfos europeos, del buen fútbol, del saber hacer, de estar en el candelero.

     Del Zaragoza sólo nos queda el consuelo de una victoria en el Coliseum de Getafe el próximo domingo para mantenerse en primera división, con una deuda inasumible y un futuro cada vez más incierto. Esta es la cruda y dura realidad.

      Hoy se lo comentaba a un grupo de alumnos en el recreo. No habían nacido todavía en esa fecha mágica para los zaragocistas. Y el gol del ceutí les suena lejano, obsoleto. Mi hijo tenía tres meses. Y es un gran aficionado de su querido Real Zaragoza. Ha visto muchas veces el gol de Nayim en vídeo, ha disfrutado con Cani, con Zapater, con los hermanos Milito. Y ahora se contenta con que este equipo se salve e intente reflotar en un futuro. ¿Volverá a ver a un equipo europeo, ganador y practicando el buen fútbol de antaño?

     De momento, tendremos que contentarnos con el recuerdo, con la nostalgia y con los sueños de futuro. Aunque, eso sí, nos parezcan utópicos e inverosímiles.

SÍ SE PUEDE

SÍ SE PUEDE

     Desde hace varias semanas, treinta mil gargantas corean al unísono el lema SÍ DE PUEDE, que se ha hecho famoso más allá del campo de la Romareda y de Zaragoza capital. Es un fenómeno curioso y casi sorprendente en estos tiempos de crisis y de actitudes pesimistas  por doquier. Los aficionados del Real Zaragoza quieren llevar a su equipo en volandas hacia esa permanencia en la primera división del fútbol español, algo que hace unos meses parecía un milagro. Este grito colectivo se ha convertido en un símbolo del tesón, de la tenacidad y de esa constancia tan aragonesa por conseguir incluso lo que está más allá de sus posibilidades.

     No sé si, dentro de diez días, logrará el Zaragoza el objetivo que todos deseamos. Pero lo que está bien claro es que el lema quedará como un recuerdo agradable en las hemerotecas y, tal vez, hasta sirva como acicate para la consecución de otros objetivos mucho más importantes. Mientras contemplaba esos momentos de delirio colectivo, estaba pensando en la posibilidad de trasladar este mismo espíritu de lucha y de superación a la vida cotidiana, al día a día lastrado por la crisis, a los vaivenes de la economía y a las consecuencias de los recortes.

     ¿Se puede superar esta crisis tan profunda como inesperada? ¿Se puede confiar en los que están al frente del país? ¿Se puede afrontar el futuro con esperanza y ganas de superación? ¿Se puede aspirar a más día a día? ¡Ojalá el espíritu de los zaragocistas contagie un poco la cruda y dura realidad. Ahí está el lema. Habrá que explotarlo en otros ámbitos, ¿no?

 

NAUFRAGIO TOTAL

NAUFRAGIO TOTAL

     Algunos lo han comparado con el Titanic; otros, con la crónica de una muerte anunciada. Pero, lo que está claro, es que los zaragocistas, zaragozanos, aragoneses y tantos y tantos seguidores de este equipo con una dilatada historia deportiva y con un gran eco social, estamos asistiendo a uno de los peores momentos de un club histórico que, después de casi 80 años de historia se está viniendo abajo irremediablemente.

     El domingo pasado me acerqué por la mañana a la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza a presenciar el encuentro entre el filial del equipo aragonés y el Reus Deportivo. Mientras me tomaba un cortado en el bar de la entrada, contemplaba dos fotografías históricas - la de los Magníficos de los años 60 y la de los Zaraguayos de los años 80 - y sentía una sensación agridulce al comprobar cómo en pocos años - sobre todo en las seis últimas temporadas - se estaba echando por tierra todo ese edificio construido con sacrificio, coherencia, sentido común y amor a los colores.

     Ya durante el partido del Zaragoza B, contemplé cómo los jugadores del primer equipo entrenaban cabizbajos y cariacontecidos en un terreno adjunto, después de una derrota más en el Sardinero. También estaba el nuevo entrenador ojeando a los jóvenes de la cantera. No hubo suerte de cara al gol contra un gran equipo, pero pudimos ver a jóvenes futbolistas que nada tienen que envidiar  a los jugadores de la primera plantilla. La defensa es claramente mejor, la media mucho más creativa y en punta hay un jugador que dará mucho que hablar durante los próximos años. Me preguntaba mientras tanto qué pasaría por la cabeza de estas jóvenes promesas. Porque el futuro del club es tan incierto que seguramente tendrán que emigrar al Huesca - como tantos otros - o a otros equipos de primera o segunda división.

      Mientras tanto, se está creando una plataforma para salvar al club de esta agonía casi inevitable: manifiestos, manifestaciones y panfletos contra el máximo accionista del club, que hace caso omiso de las opiniones de esta gran masa social que sí siente sus colores. Mientras tanto se quiere fichar a cuatro o cinco jugadores en paro o descartados por sus clubs para acallar las críticas e intentar taponar una herida que sangra ya por todas partes.
       ¿Ganará algún partido el Real Zaragoza de aquí al final de temporada? ¿Será un mal menor que descienda y se empiece desde cero? ¿Abandonará Agapito este barco a la deriva antes de que se hunda definitivamente? El tiempo lo dirá... Pero, está claro que los milagros no existen.    

(En la foto, el equipo de los Magníficos en los años 60).

UN EQUIPO DESCONOCIDO

UN EQUIPO DESCONOCIDO

     Después de más de tres meses sin fútbol en La Romareda, uno regresa con la ilusión de ver a un equipo con garra, con ilusión, con alma. Pero ayer no fue así. No voy a entrar en el terreno meramente deportivo. Los seis goles que encajó el Real Zaragoza en casa - que pudieron ser muchos más - a manos del todopoderoso Real Madrid confirman lo que muchos aficionados nos temíamos: la nefasta gestión de Agapito Iglesias y de sus asesores deportivos en este quinto año de declive del zaragocismo.

     Porque el Zaragoza que vimos ayer sobre el terreno de juego era un equipo muy difícil de reconocer. Un equipo desconocido. Sólo cuatro jugadores del año pasado estaban sobre el terreno de juego. Sólo cuatro españoles. Sólo uno de la cantera (que no se ha ido porque no le han encontrado el comprador adecuado). Lo demás son fichajes de foráneos que, con todos los respetos, todavía no han demostrado absolutamente nada. Quizás hasta hagan buenos a los del curso pasado. Es verdad que sólo llevamos un partido, que el rival es de otra galaxia, que se tienen que acoplar los diez nuevos fichajes. Pero también es verdad que la plantilla se nos antoja corta y con pocas garantías para mantener la categoría.

     Pero, como no todo va a ser negativo de la tarde noche de ayer, me voy a quedar con la excelente respuesta de la afición - una vez más -, con el homenaje del Colectivo 1932 a un compañero recientemente fallecido (como se ve en el foto), con el debú de Joel Valencia, el mediapunta ecuatoriano de la cantera que aún no ha cumplido 17 años y con la admirable actitud de los diversos medios radiofónicos, que supieron sortear las dificultades y zancadillas de todo tipo y mantuvieron informados en todo momento a los oyentes.

     Quedan dos semanas de reflexión debido al parón liguero. Dos semanas de oro para Agapito y los suyos, para Aguirre y los suyos. Dos semanas para intentar dar un giro radical a la situación. El Rayo Vallecano - que ya es de la liga del equipo de La Romareda - será un buen test para los de Aguirre. Allí les espera Movilla, un viejo conocido. Allí les espera la ilusión de una afición que ayer salió del campo con muchos interrogantes en la cabeza. Habían visto uno de los partidos más humillantes de su Real Zaragoza. Habían visto a un equipo desconocido.

 

NOCHE DE GALA EN LA ROMAREDA

NOCHE DE GALA EN LA ROMAREDA

     Hacía mucho tiempo que no se vivía una fiesta similar en La Romareda. Hasta los más veteranos se frotabann los ojos para comprobar si era verdad lo que estaban contemplando. El ambiente previo al partido ya presagiaba una noche diferente. Pero fue el desarrollo del encuentro el que convirtió la apacible velada futbolística preprimaveral en una noche mágica e imprevisible. Eso sí, sólo hubo un pequeño contrapunto, un pesado lastre que permanecerá - esperemos - unos meses más: las protestas contra la nefasta gestión de Agapito Iglesias, actual presidente y accionista mayoritario del club.

     En el terreno deportivo - que es lo que más nos interesa - el Valencia fue desde el principio un rival endeble, sin personalidad, casi desconocido. ¿Tanto daño le ha hecho su reciente eliminatoria en la Champions por el Shalke 04 alemán?. No lo sé. Pero esa fue la triste imagen que transmitió el tercer mejor equipo de la liga: una delantera apática, un mediocampo caótico y una defensa de carnaval. Sólo se salvó el portero Guaita y el lateral izquierdo Jordi Alba, dos firmes promesas que aspiran a un hueco en la selección. Los demás, nada de nada, incluido el joven entrenador Unai, que regaló el encuentro desde el principio. Esto no resta ningún mérito al equipo local, a un Real Zaragoza que renació de sus cenizas y realizó un encuentreo casi completo. La batuta del mexicano Javier Aguirre ha cambiado la mentalidad de un equipo heterogéneo y sin grandes figuras. Todos saben a qué juegan y todos se vuelcan en un sorprendente trabajo colectivo. Y eso tarde o temprano da sus frutos, como ese flamante cuatro a cero que figuraba en el marcador de La Romareda al filo de la medianoche.

     No sé si se volverán a repetir noches como estas en el cada vez más vetusto campo de la capital del Ebro. Pero a los que llevamos varios años siguiendo a este equipo nos alegra que los más pequeños, los que no vivieron la gesta de la Recopa de 1995, los que no vivieron la victoria de la Copa del Rey en Monjuic contra el Real Madrid, vuelvan a tener fe en un equipo con una gran asignatura pendiente: el olvido total de la cantera a la que se le ha dado la espalda sin ningún motivo.

DESTELLOS ENTRE LA NIEBLA

DESTELLOS ENTRE LA NIEBLA

     La densa niebla que persiste durante estos días invernales en las principales cuencas de la península, se abatía ayer tarde paulatinamente sobre las gradas y sobre el terreno de juego de la Romareda. Precisamente la niebla se ha convertido durante estas fechas de la cuesta de enero en una metáfora de los males que afectan a nuestro Real Zaragoza y que tienen difícil solución. Ni con la pírrica victoria de ayer sobre un rival que no demostró nada de nada, se van a solucionar los problemas de una entidad que navega a la deriva. Un barco pilotado por el empresario soriano Agapito Iglesias que, junto con sus asesores, está condenado, si no surge un nuevo milagro, al naufragio más absoluto a mediados de mayo. De en medio de esta niebla, emergió la casta y la lucha de Gabi, incombustible capitán, que se echó el equipo a sus espaldas y logró salvarlo de una nueva tarde aciaga y desastrosa.

    Mientras duraba un toma y daca sobre el campo, muchos estábamos atentos al marcador simultáneo que señalaba cómo el Villarreal, el mejor equipo que ha pasado por la Romareda esta temporada, superaba a un Osasuna peleón. Nos  enteramos por la radio de que uno de esos cuatro goles que le dieron la victoria a los amarillos fue obra de un aragonés, del genial Rubén Gracia "Cani", que al filo del minuto 50, se inventó una vaselina desde el medio campo que sorprendió al meta Ricardo y llevó el delirio a la grada. Un gol más del jugador de Torrero, a quien no valoraron lo suficiente en su propia casa y está llamando a las puertas de la selección con una racha impresionante. Cani emuló ayer tarde a Nayim. Es un gol similar al glorioso tanto del ceutí, que valió una recopa hace ya quince largos años. De entre la niebla zaragozana, surgió el destello de fuerza de Gabi. Pero el verdadero destello de la jornada fue de un jugador de la cantera del Real Zaragoza, Rubén Gracia "Cani". Dos destellos entre la niebla: el primero, de lucha; el segundo, de ingenio y maestría. ¿Lo habrá visto ya Vicente del Bosque? ¿Qué habrían dicho los medios si lo hubiera marcado Messi o Ronaldo? Pero el chaval de Torrero es más modesto. Y tiene los pies en el suelo. Eso sí, está jugando como los ángeles. Por encima de la niebla.

ILUSIONES ROTAS

ILUSIONES ROTAS

     Luis o Luisito, como le llaman sus compañeros de colegio, estaba de pie en el ángulo más cercano al terreno de juego de La Romareda, en la grada de tribuna, con una bandera azul y blanca y con una mochila inconfundible.

     Después de la victoria in extremis de su equipo de toda la vida frente al Mallorca, y con un resultado de ida más que favorable, convenció a sus padres para que le dejaran ir al campo - a pesar de la noche tan desapacible - a volver a vivir una nueva victoria del equipo más representativo de Aragón. Pero no fue así. A pesar de su corta edad, lo vio venir desde el primer momento. No le gustaba la alineación ultradefensiva, no le convenció la actitud inicial de los jugadores y se sorprendió de la fuerza, coraje y velocidad de los delanteros del Betis. Entre los jugadores verdiblancos - vestidos esa noche de azul - reconoció a dos excomponentes del equipo oscense: el defensa Chechu Dorado y el incombustible Rubén Castro. Este jugador canario sería el protagonista del choque por su velocidad, sentido del desmarque y puntería de cara al portero rival. "Este es un crack - le decía su tío - y no los once náufragos de nuestro equipo".

     El equipo andaluz se adelantó en el marcador y, aunque el Zaragoza empató poco después, la situación no estaba nada clara. Y, en medio del desconcierto, la ansiedad y el quiero y no puedo, llegó el segundo gol. Este tanto, marcado por el héroe de la noche, cayó como una losa sobre la Romareda. Pero Luisito aún mantenía la esperanza y pensaba en una nueva reacción como la del domingo. Pasaban los minutos, se aceleraba el tiempo y nada de nada. El entrenador local tampoco acertó en los cambios y la grada se impacientaba. El pequeño Luis se refugió en su bufanda zaragocista y se abrazó la su mochila más querida.

    Cuando el árbitro señaló el final del choque, al filo de las diez de la noche, observé la cara de Luis. No me fijé en nada más. Sólo pude contemplar en la penumbra unas lágrimas que se deslizaban sobre la mochila azul y teñían de tristeza las letras blancas que decían textualmente: "FINAL DE COPA DEL REY DE 2004. REAL ZARAGOZA-REAL MADRID". Me contagié de su tristeza, de sus ilusiones rotas. Espero verlo el domingo. Espero animarle de nuevo. Espero que el equipo cambie de cara de una vez por todas. Aunque sólo sea por alegrar las tardes otoñales de estos pequeños aficionados.

UNA NUEVA TEMPORADA

UNA NUEVA TEMPORADA

     Una nueva temporada, nuevas ilusiones, nueva equipación, nueva categoría. Los componente del equipo de cadete A de la Unión Deportiva San José, cuyo campo está ubicado en este barrio zaragozano, comenzaron ayer una nueva etapa en su feudo. Era ya el segundo partido de la temporada y, después de una victoria a domicilio en el campo de Agustinos, recibían a un rival difícil, bien conjuntado y que toca bien el balón, el San Gregorio.

     El partido se decantó para los de casa, con un 2-1 a favor. Pero hasta el último momento se mantuvo la incógnita y la tensión. Una tensión que se contagió a la grada con gritos de ánimo y alguna crítica acerba a la actuación arbitral. Está claro que cada uno ve las jugadas dudosas con su propia subjetividad, que todos queremos ser árbitros, pero hay que comprender que no es nada fácil bajar al ruedo y decidir en décimas de segundo. Se ven mejor los toros desde la barrera.

     Y mientras los cadetes buscaban lo mejor para su equipo, un Zaragoza frágil y desafortunado comenzó el partido perdiendo con el modesto Sporting de Gijón. Menos mal que Sinama resurgió de sus propias cenizas y marcó dos golazos que igualaron el partido. Agapito respiró desde el palco y Gay sintió una punzada de alivio. Aunque puede ser que sea pan para hoy y hambre para mañana. Y que Agapito Iglesias continúe con sus reflexiones y con su soledad. Esa soledad que manifestaba en el paseo de Sagasta el día de la huelga general camino de las oficinas de Codesport. La soledad del presidente. Un contraste brutal con los piquetes  - ¿informativos? - que intentaban asaltar, una vez más, el Corte Inglés, como quien aspira a conquistar la Bastilla del capitalismo.

    Llegamos a la Romareda cuando estaba ya todo el pescado vendido y el partido se había vuelto loco. Podía haber ganado cualquiera, pero fue el Sporting el que dispuso de las ocasiones más claras. Menos mal que estaba Doblas - ¿quién se acuerda de Leo Franco? - y que la suerte, por una vez, estuvo de aliada.

     Nos queda el recuerdo del partido del San José, del entusiasmo de los jóvenes jugadores, del afán por ser una piña, como la que muestra la fotografía.

ADIÓS, CANTERA, ADIÓS

ADIÓS, CANTERA, ADIÓS

     A pocas horas de cerrarse el plazo estival de fichajes, ya se ha confirmado lo que muchos nos temíamos y se veía venir: la cesión con opción de compra del joven canterano aragonés Raúl Goni a un equipo de segunda división B, el Real Madrid-Castilla, filial del todopoderoso Real Madrid.

     Es verdad que los dirigentes y técnicos del club maño - capitaneados por Agapito, liderados por Prieto y Herrera y aconsejados por Gay - le quitarán hierro al asunto y acabarán convirtiéndolo en una mera anécdota. Pero muchos aficionados lo vemos desde otro punto de vista: desde la perspectiva del progresivo desmantelamiento de la cantera en beneficio de fichajes casi anónimos, de cesiones de segunda categoría y de nombres exóticos.

     Espero que el tiempo se vuelva en contra de esta política del "agapitismo", que comenzó por la marcha de Cani, la venta forzosa de Zapater, el ninguneo de Longás y el olvido de tantos jóvenes que están militando en categorías inferiores a nivel nacional. Un agapito que, haciendo alarde de una dudosa generosidad, nos ha regalado dos acciones de un euro a los socios y ha presentado la campaña 2010-2011 con el lema "Tú nos haces más fuertes".

    Pero no sé si se da cuenta de que un club se trabaja desde la base, se refuerza desde abajo, y más en estos tiempos de crisis. Lo que no es de recibo es el paso efímero por el club de jugadores y jugadores foráneos de dudosa calidad y de escaso compromiso. Se podrían poner varios ejemplos-

    Sólo un último deseo para el joven Raúl Goni: Que triunfe en el filial de la capital, que convenza a los técnicos y que, con un poco de suerte, llegue a triunfar en el primer equipo. ¿Será un nuevo caso Arbeloa? Ojalá. A muchos se les caería la cara de vergüenza por no haber confiado en él. Adiós, Raúl, adiós.

BROCHE DE ORO DEPORTIVO

BROCHE DE ORO DEPORTIVO

      Esta mañana, los cadetes de primer año de la Unión Deportiva San José de Zaragoza han puesto el broche de oro a una larga temporada que ha ido de menos a más. Aunque todavía falta un encuentro en casa del colista, el partido de hoy contra el Atlético Ranillas A quedará en el recuerdo de los aficionados como uno de los mejores del equipo local. El entrenador ha planteado muy bien el partido y los once titulares - entre los que se encontraba Javier - han luchado durante casi noventa minutos para doblegar a un conjunto que sólo había sido derrotado en una ocasión.

     Pero la victoria de hoy va más allá del 2-1 que señalaba el marcador final. Es el premio a una trayectoria que para algunos comenzó hace casi diez años. Es la recompensa moral a tardes y tardes de duros entrenamientos, a una labor de conjunto, a una inquietud colectiva, a una meta por conseguir. Porque a los que nos gusta el fútbol, nos llena de ilusión contemplar cómo van creciendo año tras año como auténticos deportistas, en el sentido más amplio de la palabra. Pocos - o quizás ninguno - llegarán a la élite. Pero, mientras tanto, practican su deporte preferido con ilusión, con interés y con esfuerzo y sacrificio. Afortunadamente, todavía no les ciega la fama, ni les eclipsa el dinero, ni les embriaga el hechizo de la publicidad. Sólo piensan en superarse y en hacerlo cada día mejor.

     Por eso, esta mañana, cuando se dirigían al centro del campo para aplaudir a los espectadores y recibir, al mismo tiempo, el aplauso de los aficionados, daba la sensación de que acababa una etapa y estaba a punto de comenzar otra. El digno segundo puesto de la clasificación será algo anecdótico. En un futuro más bien cercano quedará el esfuerzo, el compañerismo y quizás la amistad. No se puede pedir más a esta larga y fructífera temporada deportiva.

 

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (16)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (16)

     Con el encuentro de esta tarde ante el Villarreal, se ha bajado el telón de la temporada en La Romareda. Una temporada para olvidar. De todos modos, en el partido de hoy el equipo ha mostrado su mejor cara, especialmente en la primera parte. Jugar sin tensión y sin el agobio de los puntos facilita la soltura y el buen juego. Y el público ha disfrutado de lo lindo.

     El empate a tres goles ha sido casi una anécdota. Porque el ambiente estaba en la grada. Una grada dividida - y me refiero a las dos peñas más representativas - entre el ánimo y la gratitud a los jugadores y los cánticos y pancartas contra la gestión de Agapito y su Junta Directiva. Lo que está claro es que, a partir de mañana, los que van a dirigir durante la próxima campaña la nave zaragocista, han de reflexionar, hacer una profunda autocrítica y renovar radicalmente sus planteamientos. Si no lleva a cabo una buena planificación, el equipo volverá a pasar apuros y la afición volverá a mostrar su decepción.

      Además de lo puramente deportivo, ha tenido especial relevancia el regreso de Cani a su ciudad, con el consiguiente aplauso de la afición; también ha sido bien valorada por los aficionados la presencia de Goni - por fin - en el once inicial. Los cánticos de algunos aficionados se han dirigido a Roberto y a Colunga, pidiéndoles la continuidad. Y poco, muy poco más.

      Cierro aquí mis dieciséis crónicas de esta temporada. Espero que la próxima nos depare más alegrías a los aficionados y no nos traiga tantos sobresaltos. Eso sí, ¡Aupa el Real Zaragoza!

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (15)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (15)

     Lo más positivo del partido de esta noche en La Romareda ha sido - ¡cómo no! - el resultado. Un resultado que mantiene al Real Zaragoza virtualmente - un año más - en primera división. No ha sido un buen encuentro el que hemos presenciado en una noche fría, que parecía más de febrero que de mayo. Los visitantes han dominado el partido durante varias fases y los locales han perdonado en un par de ocasiones. Hasta que una jugada algo confusa ha motivado el penalty que el pequeño Colunga - ¡qué gran jugador! - ha transformado con maestría en el único gol del partido.

     Por lo demás, hemos podido observar muchos nervios en el banquillo del Real Zaragoza, voces de los disidentes y los críticos de siempre - que ya empiezan a aburrir - contra los entrenadores y pocas novedades más. La afición ha seguido entregada a su equipo y ha mostrado pancartas a favor de Ángel Lafita y ha coreado el nombre del portero Roberto. El Espanyol de Barcelona ha dado una aceptable impresión, aunque le falta un buen director de orquesta al estilo de De la Peña y un punta con peligro de la talla de Tamudo. Es un equipo organizado, peleón y poco más.

      Los espectadores han salido contentos del campo y algunos es probable que afronten la jornada laboral de mañana de otra manera. El poder del fútbol... Ahora habrá que pensar ya en la próxima temporada. Hay tantas cosas por hacer y tantos aspectos que cambiar. Pero lo que queda claro es que ha sido una temporada para olvidar, con vaivenes, con poco fútbol y eso sí, con un gran alivio al final de un largo túnel.

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (14)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (14)

     Hay partidos en los que el espectáculo se da más en la grada que en el campo. Hay partidos cuyos prolegómenos son impresionantes. Hay encuentros que ya están marcados casi de antemano con el signo de la victoria del más fuerte, del todopoderoso, del equipo de la otra liga, del bendecido por los árbitros, del no va más de media afición española, del no sé qué tendrán esos galácticos que, cuando no pueden, se les aparece la diosa fortuna.

     Un poco de fortuna y algo más es lo que ha necesitado hoy el Real Zaragoza para arañarle, al menos, un punto al Real Madrid y dejarle casi apeado del campeonato de liga. Pero no ha sido así, a pesar de que el gol de Colunga ha sembrado el entusiasmo en la grada. Entusiasmo que ya se respiraba minutos antes del partido y que ha culminado con unos tifos impresionantes y con la música de fondo de La Albada del gran José Antonio Labordeta - ya era hora de que se acordaran del "abuelo" en La Romareda. En el campo ha habido de todo: la expulsión justa pero rigurosa de Contini, el gol de pillo de Raúl, la poca creación de juego en el centro del campo,  un penalty no señalizado a favor de los de casa, la contundencia defensiva y poco más. El Madrid ha llevado la batuta del partido y hay que reconocer, aunque nos pese a los zaragocistas, que tiene más calidad y eso se nota se mire por donde se mire.

     Después del encuentro ha quedado un sabor agridulce pero, en el fondo, hay que mantener la esperanza en estos hombres que se han vaciado para sacar, al menos, un punto. Quedan cuatro partidos que serán cuatro finales. Y no basta con luchar o encerrarse como en Bilbao. Hay que ir a ganar y buscar un poco de suerte, la suerte que ha tenido el Madrid en otra noche de ambiente excepcional en La Romareda. Eso sí, todo bueno menos el resultado.

(La fotografía es de El Periódico de Aragón)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (13)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (13)

      Nuevamente nos ha dejado un sabor agridulce el partido de esta noche en La Romareda. Un conjunto ordenado y luchador como el Mallorca - que por algo está en los primeros puestos de la clasificación - ha hecho la vida imposible a un Real Zaragoza que lucha jornada tras jornada por alejarse de los puestos de descenso. Y hoy ha dado un nuevo traspiés. No ha ganado un punto, sino que ha perdido dos ya que casi todos los rivales han conseguido la victoria, la mayoría fuera de casa. Y la preocupación se volvía a palpar en el ambiente al finalizar el partido.

     Ha sido un triste empate, un empate a nada, un empate que no sirve a ninguno de los dos equipos, aunque Gregorio Manzano lo ha dado por bueno a mediados de la segunda parte. ¡Menos mal! Hay que destacar en el haber del equipo local la contundencia defensiva de Contini, las genialidades de Ander y el gol de Suazo, un auténtico golazo de vaselina, un gol de crack. Lo demás ha sido centrocampismo, algún contraataque y faltas, muchas faltas.

    Lo pero de todo es que el domingo que viene el equipo aragonés viaja a Bilbao y luego recibe al Madrid. Mal panorama. Es de esperar que los demás equipos también tropiecen y no se den resultados - algunos sorprendentes - como los de esta jornada entre semana. Al parecer, habrá que sufrir hasta el final de la liga. Y eso no es nada bueno. Porque este equipo no está hecho para urgencias de última hora ni para situaciones límite. Quedan seis finales. ¿Será capaz de ganar, al menos, dos? Ahí está la clave de la salvación y de una temporada - otra más - para olvidar.

*( La fotografía es de la página de deportes de heraldo.es)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (12)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (12)

     Apenas una semana después del encuentro contra el Barcelona, ayer volvió el espectáculo a La Romareda. Un espectáculo que tuvo sus luces y sus sombras, pero que acabó felizmente para el equipo y la afición local con un contundente tres a cero contra el Valencia.

      El resultado pudo ser muy distinto porque, una vez más, el árbitro se erigió en protagonista e hizo caso omiso de un clamoroso penalti en el área rival a mediados de la primera parte. Otra acción condicionó la segunda parte: la expulsión de Zigic al borde del descanso. Ya en la reanudación, el Valencia - un flojo Valencia sin Villa y con una defensa de papel - se desquició y vinieron dos goles más. El Zaragoza empezó a funcionar con un Ander Herrera excepcional y el público se frotaba los ojos de alegría y hasta llegó a hacer la casi olvidada ola.

     Aunque son tres puntos de oro para un equipo que sigue coqueteando con el descenso, todavía queda mucho camino por recorrer. De momento, a disfrutar de esta victoria que deja un buen sabor de boca. Pero quedan muchas preguntas en el aire: ¿Por qué no se jugó así hace tres días contra el Almería? ¿Por qué se juega con más intensidad e implicación ante los equipos grandes? Alguien tendrá que dar respuesta, si es que se puede saber el porqué.

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (11)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (11)

     Noche de fútbol en la Romareda. Ambiente de gala en las gradas para recibir al campeón y al colíder de la liga. Aficiones de ambos equipos animando sin cesar media hora antes del inicio del encuentro. Prolegómenos de emoción y de incertidumbre. Espectadoras jóvenes con su cámara de foto en ristre piropeando a Messi o a Bojan durante el calentamiento. Bufandas del zaragoza. Camisetas del Barcelona y algún aficionado con las dos indumentarias a la vez. ¡Ver para creer!

      El partido iba discurriendo más o menos según lo previsto. Aunque nadie esperaba que nada más empezar un error de la zaga local regalaba el primer gol al Barcelona. Luego vino la lucha en el centro del campo, los frustrados contraataques, los marcajes al hombre, los ¡ay! del público. Hasta que, ya avanzada la segunda parte, volvió a aparecer Messi, el mejor sobre el campo y el jugador del mundo más en forma. Parece que estaba eclipsado, como si se doliera de su flemón. Pero en dos jugadas magistrales volvió a marcar y dejó un cero a tres que parecía inamovible. Aunque no fue así. La entrada de Adrián Colunga dio otro aire al Zaragoza que se acercó peligrosamente al empate. Pero la ilusión duró al menos un minuto. Hasta que apareció de nuevo ese extraterrestre del fútbol y provocó un penalty irremediable. Fue la noche de Messi. A todos nos gustaría tener a alguien como él en nuestro equipo.

     Son muchas las lecturas que se pueden hacer de este encuentro, independientemente de un resultado más que previsible. Que el Zaragoza tiene mimbres para mantenerse en Primera División - ¿Por qué no jugó así en El Sardinero? -, que Ander Herrera es el motor y la cabeza de este equipo, que Adrián Colunga se merece más minutos en el campo, que la defensa ha mejorado auque Diogo no es ni la sombra del que era, que habrá que luchar - y mucho - para no perder la categoría. Porque la liga del Zaragoza comienza el miércoles en Almería. ¿Saldrán tan motivados como ayer? Eso esperamos.

     Y un último detalle: que las aficiones están para animar. No están para insultar ni para descalificar ni para mezclar la política con el deporte. Es una pena que esto ocurra cuando nos visitan determinados equipos. Pero, al parecer, algunos grupos no aprenden la lección. Menos mal que la mayoría de los espectadores les hacen caso omiso con una actitud digna y respetuosa.

LAS DOS LIGAS

LAS DOS LIGAS

     Aunque ya se veía venir desde las primeras semanas de competición, los últimos resultados lo están demostrando con creces.Todos los amantes del balompié sabíamos hace tiempo que la liga era cosa de dos, pero lo que no esperábamos muchos es que, a estas alturas del campeonato, cuando faltan aún doce partidos por disputarse y treinta y seis puntos para sumar en el casillero, las distancias respecto al tercer clasificado - el Valencia - iban a ser tan abismales: nada menos que dieciocho puntos.

     Ayer mismo se lo comentaba a un aficionado valenciano, antes de la derrota de hoy en el Camp Nou. Él hablaba de las aspiraciones de su equipo, aunque era consciente de que su objetivo máximo ya no era la liga, sino acabar como líder de la segunda liga, la de los equipos más normales, la de los clubes que pueden competir entre sí sin miedo a humillaciones a costa de los dos grandes.

     Es verdad que el Real Madrid sufrió el miércoles su segundo fracaso de la temporada - después del "alcorconazo" - volviendo a ser apeado de la Liga de Campeones a las primeras de cambio. Pero el club blanco ha renacido como el ave fénix y ha apabullado al Valladolid en el estadio de la pulmonía. Lo mismo ha hecho el Barcelona con todo un Valencia. Como aficionado zaragocista, espero con ilusión la visita de este todopoderoso Barça de Guardiola. Con ilusión contenida, desde luego. Y con un cierto miedo a que volvamos a ser humillados en nuestro propio estadio. Es verdad que el Zaragoza se crece ante los grandes en la Romareda. Pero este año parece todavía más difícil derrotar al equipo culé. Muchos firmaríamos por un meritorio empate. Aunque puede saltar la sorpresa. Y las estadísticas están para romperlas. Un deseo: que triunfe el buen fútbol.

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (10)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (10)

     No fue un buen partido el que presenciamos anoche en La Romareda. No sé si influyó la hora - servidumbres de las televisiones -, el frío o la presión ambiental. Pero, lo que está claro, es que el espectáculo dejó paso a la estrategia y predominó el centrocampismo y las escasas oportunidades de gol, tanto del equipo local como del visitante.

     Hay que reconocer, sin embargo, la mejora evidente del Real Zaragoza respecto a su partido contra el Sporting. Una mejora en motivación, en intensidad y en espíritu de equipo. Que no es poco. También le favoreció al equipo local el tempranero gol a balón parado. Desde el minuto seis, el equipo aragonés no sufrió el acoso de los puntas atléticos y tuvo alguna ocasión más de ampliar el marcador. Pero todo se vino al traste en el tiempo de descuento. Cuando los aficionados ya nos frotábamos las manos soñando con los 27 puntos, vino un mazazo que nos dejó a todos  con cara de tontos. Llegó el empate cuando nadie lo esperaba. Una lástima, porque los de casa merecieron los tres puntos.

     De todos modos, aunque el empate supo a derrota, hay que leer positivamente este encuentro dentro del contexto de recuperación que está experimentando el equipo de Gay. Es verdad que queda todavía mucho por hacer, que dentro de dos semanas nos visita el todopoderoso Barcelona, que quedan aún seis victorias para la salvación. Pero también es cierto que, si los jugadores salen tan motivados como ayer, si ejercen la presión, si se ayudan unas líneas a otras, si siguen mostrando la misma seguridad defensiva, pronto podremos respirar aliviados.

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (9)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (9)

     Cuando un encuentro no se plantea bien desde el principio, cuando se pone sobre el césped un equipo sin garantías - con 8 foráneos, algunos recién aterrizados en la liga española -, cuando se juega con un portero inverosímil, cuando se defiende sin convicción, cuando se deja desguarnecida la banda izquierda, cuando se juega sin un medio organizador, cuando los delanteros se pierden e intentan hacer cada uno la guerra por su cuenta, ocurre lo que ha sucedido hoy en el campo de La Romareda.

    No hay nada que objetar a la victoria del Sporting de Gijón. Un equipo plagado de canteranos - ¡A ver si se entera Agapito! -, un grupo de jóvenes jugadores con entusiasmo y garra, un conjunto muy bien dirigido por Manolo Preciado ha puesto en evidencia una vez más al conjunto local. Ha sido un jarro de agua fría para los aficionados, que esperábamos mucho más en esta tarde. No sólo duele el resultado - un 1-3 que podría haber sido más amplio -, sino la actitud de algunos jugadores y el desencuentro de la grada con el portero argentino Carrizo y con el defensa Marco Babic.

    Dicen que todavía hay tiempo para rectificar, que quedan aún quince partidos, que los jugadores están motivados aunque se han de conjuntar un poco más. Pero el tiempo corre en contra, y los demás equipos van saliendo del bache como pueden. La reflexión que me hago esta noche es obvia: si no se gana al Sporting en casa, ¿a quién se va a ganar esta temporada? ¿Al Atlético de Madrid?¿Al Valencia?¿Al Barcelona?¿Al Madrid? Más vale ir partido a partido y no pensar en la avalancha de visitantes que nos espera a partir de marzo. De momento, el sábado en Getafe. A soñar con la victoria. Que los sueños son gratis y, a veces, - muy pocas - hasta se cumplen.