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josemarco

DEPORTES

MAÑANA DE FÚTBOL EN SAN JUAN DE MOZARRIFAR

MAÑANA DE FÚTBOL EN SAN JUAN DE MOZARRIFAR

    San Juan de Mozarrifar es un pequeño barrio zaragozano que ha ido creciendo paulatinamente dada su cercanía a la capital aragonesa. Su casco antiguo - una estrecha calle que desemboca en la plaza donde está la iglesia y la casa consistorial se ha expandido hacia el sureste con casas unifamiliares y con hileras de adosados.  En esta fresca y apacible mañana de febrero el barrio parece adormecido. Sólo algún habitante asoma con timidez por la ventana. Por la carretera principal circula el autobús urbano que, con cierta dificultad, sortea una serie de obstáculos para llegar a su destino. En uno de los bares del barrio, un grupo de trabajadores disfruta de un merecido almuerzo y otros nos contentamos con un cortado o un café con leche.

    Hace cuatro o cinco años que no me acercaba por este barrio. Me encanta entrar por Cogullada, ese monumento pintoresco que se divisa desde la salida de Zaragoza. Poco antes de llegar a San Juan, en medio de un descampado, está el campo de fútbol. Allí nos dirigimos esta mañana para animar a los cadetes de la Unión Deportiva San José que se juegan el segundo puesto de la clasificación frente al equipo local. Un equipo que está haciendo bien las cosas, pero que parte con una notable ventaja: la mayoría son nacidos en 1994, es decir, un año mayores que los del San José. A pesar de eso - mayor corpulencia y picardía - los visitantes se defienden bien durante la primera parte. Sólo la falta de acierto ante la portería contraria les ha privado de ir por delante en el marcador. Un marcador que acabará con la victoria local por dos goles a cero. El primero a la salida de un córner y el segundo en un contraataque. Habría sido más justo el empate, pero el acierto también cuenta. Y las ocasiones son para aprovecharlas.

    A pesar de la derrota, la estancia en San Juan de Mozarrifar me ha dejado un buen sabor. He visto muy cambiado el barrio y bien dotado de servicios. Lástima el campo de fútbol no sea todavía de césped aritificial. Todo llegará. Lo mejor del encuentro ha sido la buena sintonía entre las dos aficiones y el buen comportamiento de los jugadores. Y la mañana que, por fin, ha anunciado la cada vez más cercana primavera.

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (8)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (8)

     Por fin ha vuelto a ganar el Real Zaragoza en casa. Por fin ha encadenado dos victorias consecutivas. Pero estas victorias son - como dice el entrenador - dos escalones más hacia la salvación. Todos esperábamos ver en casa a este nuevo Zaragoza. Teníamos miedo de que tantos fichajes de golpe y tanta renovación perjudicaran al equipo y dañaran el juego de conjunto. Pero, afortunadamente, no ha sido así.

      Los jugadores locales han peleado desde el principio hasta el final. La lesión de Paredes a los ocho minutos ha dado paso a un jugador distinto, Ander Herrera. Un jugador que siempre debería ser titular: se ofrece, es decidido y tiene una visión de juego excelente. De los demás, hay que destacar a dos defensas: Contini y Pulido. El italiano no ha cometido ningún fallo e incluso ha marcado el primer gol. El español ha respondido a la confianza del entrenador jugando un partido impecable y haciendo olvidar a un Diogo irregular e impulsivo. Los demás han estado en buena línea, aunque en la segunda parte se ha notado el cansancio y el empuje del Sevilla.

     Del equipo rival habría mucho que hablar. Negredo ha acabado desquiciado camino de los vestuarios. Manolo Jiménez, el entrenador, ha reservado a tres titulares indiscutibles y esto ha pesado en el equipo visitante. También le ha pesado el último partido de copa y le está pasando factura su participación en tres competiciones a estas alturas de la liga. Por eso, la victoria tiene mucho mérito. Una victoria con dos goles de estrategia. Una victoria que podría haber sido más amplia si Colunga hubiera estado más acertado y si Palop no hubiera realizado una  parada antológica.

    De esta tarde-noche de fútbol me quedo, sobre todo, con el papel de los aficionados de La Romareda, que han vuelto a estar sobresalientes. Me quedo también con la alegría de los niños, que no veían ganar a su equipo en casa desde hace meses y con el ambiente de la grada, que nos ha hecho recordar momentos gloriosos. Eso sí, para que este triunfo sea más valioso, hay que ganar el próximo fin de semana a un rival directo, el Valladolid, en el campo de la pulmonía. De momento, el equipo aragonés está fuera de los puestos de descenso y comienza a mirar hacia arriba. Aún quedan diecisiete partidos, es decir, cincuenta y un puntos. Y habrá que conseguir aproximadamente la mitad. La empresa no es nada fácil, pero la victoria de hoy ayuda a levantar el ánimo de una afición que estaba casi resignada a lo peor.

 

UNA NUEVA DECEPCIÓN

UNA NUEVA DECEPCIÓN

     He seguido por la radio parte de la retransmisión del partido entre el Real Zaragoza y el Villarreal y, a pesar de que ha habido una leve mejora en la segunda parte, el encuentro me ha vuelto a dejar un amargo sabor de boca. Me imagino que les ha ocurrido lo mismo a los miles de aficionados zaragocistas que ven cómo cada día se hunde más el equipo en la clasificación y, por lo que se ve, no ha mejorado prácticamente nada.

    No sé qué ocurrirá en los próximos días. Pero hay que ser realistas y pensar que la incorporación de Adrián Colunga no va a ser la panacea. Y luego dicen que van a venir dos centrales más. ¿Para qué queremos tantos centrales? Lo que hacen falta son laterales, porque Diogo y Paredes están para calentar el banquillo. Al equipo técnico del Real Zaragoza le está ocurriendo lo que les sucede a los malos estudiantes. Lo ha dejado todo para el final y así no se puede salir a flote, al menos de momento. Han fichado a algunos jugadores - como a Suazo - que no se han adaptado al fútbol europeo. Han fichado a un tal Eliseu que es un cromo repetido de Pennant. Han fichado a un poste llamado Jarosik, que no mejora en nada al canterano Goni. Y ya veremos lo que pasa con los que van a venir.

     No sé qué es lo que necesita este equipo. Está claro que está enfermo y nadie encuentra la medicina adecuada. Pero tantos cambios en la plantilla en pocos días no suelen ser buenos para los que vuelven a estar marginados y van pensando en buscarse otro equipo antes que en jugar. Han venido foráneos - que de momento han demostrado muy poco - y se ha vuelto a marginar a la cantera. La historia se repite. Ojalá se mantenga el equipo en primera división. Pero todo tiene tan mala pinta que la derrota de hoy por goleada no deja de ser un nuevo fiasco, una nueva decepción.

 

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (7)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (7)

     Ha sido una triste tarde de fútbol en La Romareda. Parece que el gris del cielo encapotado del cielo ha contagiado no sólo a los jugadores sino a casi todos los aficionados que hemos acudido a animar a nuestro equipo con plena confianza en que los tres puntos se quedarían en casa.

     Lamentablemente no ha sido así, y el Real Zaragoza ha sido incapaz de marcarle a un prácticamente desahuciado Xerez. Y eso que se habían fichado a tres jugadores pensando que iban a ser la panacea. Me da la impresión que estos fichajes van a aportar poco a un equipo bajo de moral, desafortunado y atenazado por la ansiedad. Me da la impresión de que los técnicos y ojeadores del Real Zaragoza han perdido el rumbo. A no ser que en los próximos partidos todo dé un giro radical.

     Los nuevos jugadores van a hacer buenos a algunos suplentes o descartados. ¡Qué pena! Y el nuevo entrenador está haciendo bueno a Marcelino. ¡Qué lástima! Porque después de noventa minutos de despropósitos e imprecisiones, la afición ha vuelto a explotar indignada echando la culpa a no se sabe quién. Parece que lo importante sólo era gritar, despotricar, señalar a diestra y siniestra. Y ese no creo que sea el camino.

     Me vienen muchos interrogantes a la mente después de este nuevo fiasco deportivo. ¿Por qué se ficha siempre lo que sobra o lo que resulta barato? ¿Por qué siempre pagan los platos rotos los de casa, los de la cantera? ¿Por qué traemos a jugadores que no mejoran claramente lo que ya tenemos? ¿Por qué no se renovó la plantilla en verano? ¿Cuál es el ambiente en el vestuario después de tantos descartes, idas y venidas y contradicciones?

    La verdad es que los aficionados al Real Zaragoza no podemos ser optimistas en estos momentos. Eso sí, tampoco se puede tirar la toalla cuando faltan aún veinte jornadas, es decir, sesenta puntos. Pero hacen falta treinta puntos, lo que equivale a diez victorias. Y todos nos hacemos la misma pregunta: ¿Dónde los vamos a conseguir? Porque, si no ganamos al colista en casa, ¿a quién podremos ganar en el 2010?

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (6)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (6)

     El encuentro de ayer en La Romareda contra el Deportivo de la Coruña puede tener varias lecturas e interpretaciones. Por una parte, la presencia en casa del nuevo entrenador José Aurelio Gay, que dio otro aire al equipo. Por otra, la soledad de Agapito Iglesias en el palco, acompañado de su corte pretoriana y del incombustible Lendoiro.

     Incidiendo en lo deportivo, aunque no fue un partido brillante, ni mucho menos, fue un encuentro de estrategias, de planteamientos acertados, de lucha, de garra, de compromiso. A pesar de que el resultado final de empate a cero no favorece a los intereses del Real Zaragoza, hay que ver la botella medio llena y atisbar un pequeño rayo de esperanza en un equipo que intenta renacer de sus propias cenizas. Y por esto quiero hablar de algunos aspectos positivos: la vuelta de Carrizo a la portería, el regreso de Goni al centro de la defensa - lástima no hubiera estado acompañado por Laguardia -, la colocación de Ander Herrera como pivote y organizador del juego - un gran acierto del entrenador - y el compromiso de los catorce que pisaron del terreno de juego. Hay que decir, sin embargo, que falta alguien en la delantera que sea capaz de hacer daño a la defensa contraria, falta un auténtico estilete, un goleador nato. ¿Llegará durante el mes de enero?

     La tarde lluviosa nos obligó a alejarnos de la banda por unos minutos y echamos de menos los gritos, las consignas, el sonido del balón y la cercanía del césped, algo insustituible. Es verdad que desde las inmediaciones de la tribuna se ve mejor el panorama, pero falta esa percepción a ras de césped, algo que es inherente al balompié. Esta cercanía al banquillo visitante, también supuso la contemplación de un reducido grupo de aficionados - impresentables  - deportivistas que se metieron con el bueno de Ángel Lafita y con todo lo que sonaba a zaragocismo. Una lástima. Por lo demás, silencio y calma al final del partido, compás de espera de la afición y a esperar a Cornellá. ¿Será capaz el Zaragoza de ganar al Español en su feudo? Sería el mejor regalo de reyes para los sufridos aficionados del equipo aragonés.

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (5)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (5)

     Hay partidos que se disputan más en la grada que en el terreno de juego. Ayer, los que presenciamos el encuentro entre el Zaragoza y el Athletic de Bilbao, nos llevamos una doble decepción: el divorcio en la grada entre los aficionados y la junta directiva, y la evidente ineficacia de un equipo que, a pesar de que puso toda la carne en el asador para ofrecer una victoria a su afición y al entrenador, no sabe lo que es ganar y no consigue doblegar a los rivales desde hace varias semanas.

     El partido empezó caldeado en la grada. Nada más empezar el encuentro ya se oían consignas como éstas: "Directiva, dimisión"; "Marcelino sí, Directiva no". Pero lo que estaba claro es que el entrenador asturiano ya tenía la espada de dámocles sobre su cabeza y, como dijo en una desafortunada rueda de prensa, estaba sentenciado, pero no ejecutado. Pero el público, que es soberano en estas lides, ejecutó una sentencia distinta y culpó repetidamente a la Junta Directiva y al Cuerpo Técnico de su gestión lamentable e ineficaz. Desde el fondo sur del campo, el Colectivo 1932 extendió una pancarta elocuente poco antes de terminar el choque: "Esta afición no merece tanta humillación". Sobran las palabras y los comentarios ante tanta evidencia.

    Con ser muy dolorosa la derrota - me atrevería a decir que injusta - el resultado de ayer pasó a un segundo plano. Porque lo peor tal vez esté por llegar. No quiero ser pesimista, pero esta situación es muy similar a la de hace dos años cuando acabamos en el pozo de la segunda división. Es verdad que quedan 24 partidos, 72 puntos. Pero, ¿Cómo se van a conseguir los 30 que faltan para llegar a la habitual frontera que señala la permanencia? De momento, nos espera en el Bernabeu un Madrid insaciable y luego, después del paréntesis navideño, viene un crecido Deportivo? En lo demás, es mejor no pensar, de momento. El nuevo entrenador ya puede cargarse de moral para sacar este equipo adelante. Habría que preguntarse si todos los jugadores han hecho lo que han podido, si las lesiones han sido tan decisivas, si Marcelino podía haber hecho algo más, si la  Directiva debería haber hecho algún cambio en el cuerpo técnico.

     Me quedo, sin embargo, con dos notas positivas del encuentro de ayer: el compromiso de la afición con el equipo y la recuperación de Carlos Diogo, después de 19 meses castigado por las lesiones. Lo demás estará sujeto, a partir de hoy, a la incertidumbre, a la lucha contra corriente y a superar ese divorcio con la Directiva del Real Zaragoza. Algo difícil, pero no imposible. Peores tormentas se han capeado en la historia del club.

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (4)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (4)

     Hacía más de un mes que no presenciaba un partido en La Romareda. Y la verdad es que me he llevado una decepción, al igual que la mayoría de aficionados que hemos acudido al campo en una tarde fría y desapacible. Se esperaba un rival incómodo, luchador, peleón. Y así ha sido. El Osasuna ha iniciado el partido mejor asentado en el terreno de juego y, nada más comenzar el encuentro, ha llegado a la meta de López Vallejo en dos ocasiones consecutivas. Luego llegaría el gol a balón parado, como casi todos los que recibe el equipo maño. El iraní Nekounam ha rematado a placer, sin oposición alguna. No se pueden regalar goles así. Después han llegado las prisas, las imprecisiones y la falta de puntería, algo que parece convertirse en un mal crónico.

    En las gradas un grupo muy pequeño de aficionados navarros y una actitud lamentable de la afición local del gol norte. ¿Qué pintaban las banderas españolas? ¿Y los insultos continuos a la afición rival? Algunos parece que han acudido al partido a provocar y a despertar iras y viejas rencillas. Luego nos quejamos de que nos traten tan mal en Pamplona. Otros espectadores no han cesado de insultar al árbitro de turno, en lugar de animar a los nuestros. Y Marcelino, como siempre, sin acertar en el planteamiento y sin saber cómo contrarrestar a los navarros. Sólo tres jugadores de casa - Lafita, Ander y Goni - se han salvado de la quema. Una hoguera que seguirá ardiendo durante las próximas semanas: viaje a Mallorca, el Bilbao en casa y visita al Bernabeu antes de la pausa navideña. Si no se ha podido ganar a un Osasuna que no ha hecho nada del otro mundo, ¿a quién se podrá vencer?

     Triste despedida al final del encuentro. Algunos pedían la dimisión de la directiva; otros cargaban contra Marcelino. Eran gritos de impotencia, de decepción. Y muchos gritaban por pedir que algo cambie. O por desahogarse. Una pena. Porque es una pena que la expresión - insulto - más coreada durante el partido haya sido "hijo de p...". ¿Qué aprenderán los aficionados más jóvenes? A la vista está.

     Como recuerdo de esta tarde prefiero quedarme con el saludo inicial de los dos entrenadores - tal como vemos en la fotografía - con el regreso de Goni a La Romareda y con la ilusión de los canteranos Laguardia y Alex, que han calentado en la banda y no han llegado a participar en el encuentro. Lo demás es mejor olvidarlo: el mal resultado, el ambiente enrarecido, el juego alborotado en el centro del campo y el desangelado final. ¿Qué pasará durante la semana? ¿Cómo se afrontará la salida a Mallorca? El día a día lo dirá. Mucha tarea le queda a Marcelino en los próximos días.

UN JUGADOR CON TALENTO

UN JUGADOR CON TALENTO

     El jugador aragonés Antonio Longás (Zaragoza, 1984) se ha convertido por sus propios méritos y por la calidad que atesora en uno de los líderes del Cartagena, equipo revelación de la segunda división. Este futbolista de la cantera del Real Zaragoza fue ninguneado por los técnicos del club - como tantos otros jóvenes valores - y tuvo que buscarse la vida con dos cesiones consecutivas: en el Tenerife y en el filial del Barcelona. No hizo mal papel durante estos años, pero pasó sin pena ni gloria. Sin embargo, en esta temporada ha recibido la confianza del entrenador y ha vuelto a hacer gala de sus mejores cualidades: el pase en profundidad y la visión de juego. En el Zaragoza no lo vieron así. Lo consideraban un jugador pequeño, frágil y voluble. Y, como en otras ocasiones, se han equivocado.

     Hay pocos jugadores organizadores en el fútbol español. Y últimamente ya no están de moda. Sólo el Fútbol Club Barcelona puede alardear de jugadores con visión de juego, calidad técnica y capacidad para llevar la batuta. Longás se sitúa es esta misma línea, pero la suerte no se ha aliado con él. En el Cartagena ha madurado y son varios los equipos de primera división que lo tienen en su agenda. El Real Zaragoza también lo mira de reojo, pero no creo que vuelva a recuperarlo como ha hecho con el bueno de Ángel Lafita. Sería un acierto que volviera a La Romareda a dirigir un equipo huérfano de mediocentros organizadores. Desde que se retiró  Santiago Aragón, no ha habido ningún medio capaz de organizar el juego de una manera coherente. Pero, al parecer, las ideas de los técnicos van por otro camino.

     Me alegro por Antonio Longás. Me alegro por su consolidación como jugador con talento. Si sigue así, seguro que dará el salto a la primera división y podremos disfrutar de sus pases y de su depurada técnica. Podría ascender incluso con el propio Cartagena. De momento ahí está, en lo más alto, dando la razón a los pocos que confiaron en él.

UNA DERROTA VERGONZOSA

UNA DERROTA VERGONZOSA

     Como aficionado del Real Zaragoza, como socio del Real Zaragoza, sentí anoche mucha tristeza y decepción, cuando los goles del Barcelona iban cayendo como lanzas hasta llegar a la media docena, cuando comprobé la inoperancia de once hombres timoratos, acongojados, casi apáticos.

     El equipo azulgrana pasó anoche como una apisonadora por encima del equipo aragonés. Es verdad que los hombres que dirige Pep Guardiola son - eso dicen - de otra galaxia. Pero eso no justifica una derrota tan humillante, no sólo por el escandaloso número de goles encajados, sino por la apabullante posesión de balón y las continuas jugadas casi sin oposición.

     No sé con qué cuerpo se habrán levantado los jugadores esta mañana, ni con qué estado de ánimo acudirán al entrenamiento. Lo que está claro es que desde el presidente hasta el jugador más joven, pasando por el entrenador y el equipo técnico, deberían hacer una autocrítica urgente y necesaria. ¿Tan difícil es reconocer los errores e intentar enmendarlos?

      Y el primero que tiene que reflexionar es el entrenador, Marcelino García Toral. Debería reflexionar, cambiar de estilo, cambiar a algún jugador indolente y cambiar radicalmente de mentalidad. Porque lo que expresó ayer en la rueda de prensa posterior al partido es intolerable. La ironía y el cinismo deben guardarse para mejor ocasión. No era el momento de echar balones fuera y de defender lo indefendible. Esperemos recapacite el bueno de Marcelino porque, en caso contrario, puede comenzar a tener en contra a parte de la afición y de la prensa. Y nadie quiere volver a la época de Chechu Rojo.

      Esta misma semana se demostrará si lo de ayer fue un accidente o una cruda realidad. Se comprobará si el equipo está dañado psicológicamente. Los dos test serán precisamente en casa, en la Romareda: el miércoles, en partido de copa ante el Málaga y el domingo, en partido de liga contra el Almería. Son equipos del mismo nivel del Real Zaragoza - ¡qué bajo hemos caído! - y pondrán toda la carne en el asador para obtener un resultado positivo, porque también necesitan los puntos. Veremos a ver si cambian las cosas y si el entrenador busca algún revulsivo. Ayer ya se equivocó dejando de inicio a Lafita en el banquillo y volviendo a olvidarse del joven Laguardia.

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (3)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (3)

     Los espectadores que hemos acudido esta tarde a la Romareda nos las prometíamos felices cuando, mediada la primera parte, el Zaragoza dominaba claramente en el marcador y, al parecer, funcionaba como un equipo compacto y bien armado. Pero todo ha sido un espejismo cuando, poco después de empezar la segunda parte, Marcelino ha sentado al mejor del encuentro - Ángel Lafita, que regresaba a su casa - y ha sacado a un inoperante Ewerton.

     Pero el partido ha tenido otras claves y otras lecturas. El equipo local no ha empezado bien y el centro del campo estaba a merced de un Racing voluntarioso y peleón. Munitis hacía gala de su veteranía y los delanteros del equipo visitante se escapaban con facilidad por las bandas. Pero, gracias a un genial Pennant y a un inspirado Lafita, subían al marcador dos goles que parecían definitivos. No ha sido así.  Después de un fallo garrafal de Gabi al comienzo de la segunda parte, tras una gran jugada de Ángel Lafita, el equipo se ha venido abajo y ha pecado de exceso se confianza. Así han llegado los dos goles del equipo visitante, el segundo en un fallo incomprensible del portero Carrizo, que es capaz de lo mejor y de lo peor. Tampoco me ha gustado Ponzio y toda la línea defensiva.

     Mucho habrán de cambiar las cosas el próximo domingo si el Zaragoza quiere salir airoso del Camp Nou. Marcelino tendrá que mover mejor las fichas. Habrá que recordarle que tiene a dos internacionales de la cantera en el banquillo, que Goni está pidiendo paso y que hay un goleador en el Zaragoza B que se llama Alex. En fin, resultado agridulce el de esta tarde. Son dos puntos que no se deberían haber perdido nunca y que quizás los echemos de menos en las últimas jornadas. Pero la liga sigue y nos espera el tricampeón. A ver qué estrategia utiliza Marcelino para frenar a ese conjunto que juega y deja jugar, pero que está en otra dimensión.

EL HIJO PRÓDIGO

EL HIJO PRÓDIGO

     Cuando más falta hacía, acaba de volver a casa Ángel Lafita. Se marchó hace dos años olvidado, ninguneado, poco reconocido por los sabios técnicos del Real Zaragoza. Se marchó por la puerta de atrás - como tantos otros de la cantera - y ha vuelto por la puerta grande. El tiempo dirá si ha sido un acierto su regreso, si Marcelino va a contar con él, si va a dar la talla como la ha dado en el Deportivo de Lotina y Lendoiro, si va a ser aceptado y mimado por la afición, si no va a sufrir el síndrome "anticantera" que recorre desde hace años los vericuetos de esta sociedad anónima deportiva.

     Ha regresado Lafita en el último momento, cuando nadie lo esperaba, casi a contracorriente. Pero ha regresado - no se nos olvide el detalle - porque fracasaron otras negociaciones a finales de agosto para utilizarlo como moneda de cambio y venderlo a un club de los grandes para engordar las arcas casi vacías del Real Zaragoza. Hay que alegrarse de su regreso, pero hay que lamentar que - una vez más - no se hayan hecho las cosas bien. Por eso, de momento, seguirán los litigios y los contenciosos en los distintos tribunales. Es de desear que todo esto no afecte al jugador y que sepa ganarse el puesto en un equipo plagado de fichajes foráneos y de jugadores de medio pelo.

     ¿Cuánto durará el bueno de Ángel Lafita en las filas del Real Zaragoza? Si triunfa, le buscarán un destino donde sea y a costa de lo que sea - como a Zapater-. Si no triunfa, se volverá a marchar por esa puerta oscura por la que han desfilado jugadores como Soriano, Longás, Chus Herrero y otros de la cantera. Es la pura realidad. Es la ley del mercado. Es el poder del quevedesco caballero que era y sigue siendo don dinero. De momento, los aficionados al buen fútbol y los devotos de la cantera, disfrutaremos de su buen juego y comprobaremos cómo demuestra lo que ya tenía antes de marcharse y ha aquilatado durante su estancia en el equipo gallego.

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (2)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (2)

      Los aficionados que nos hemos acercado hoy a la Romareda hemos podido contemplar un buen partido. El resultado de tres goles a cero frente a un voluntarioso y bien organizado Getafe lo dice todo. A mediados de la primera parte, cuando ya había subido el segundo gol al marcador, nos frotábamos los ojos con una cierta incredulidad y nos preguntábamos cómo ha podido cambiar tanto el equipo en una semana.

      Del partido de hoy se pueden hacer varias lecturas. La primera es que ni son tan malos como en el partido contra el Valladolid, ni tan buenos como en el partido de hoy. La segunda - y quizás la más importante - es que lo que hoy ha triunfado es el juego de equipo, la colectividad, el equilibrio de líneas. Y la tercera - la más sorprendente - es que jugadores que estaban descartados por Marcelino, y casi marginados, como Pavón, Paredes, Pulido, Ewerton o Songo´o  han participado en el juego del Zaragoza y han aportado más que otros ausentes o lesionados.

     Lo más importante, de todos modos, es que el equipo ha ganado confianza, que la afición se ha reconciliado con sus jugadores y que Marcelino ha demostrado que con pocos mimbres aún se puede fabricar una buena cesta. Hacía bastantes tardes que no se veía en la Romareda un juego tan fluido e intenso. Aunque, eso sí, ha predominado la estrategia, la continua presión y el derroche físico. No han triunfado las individualidades sino el grupo. Y eso hay que anotarlo en el haber del entrenador asturiano. ¡Que dure la fiesta y que se prolongue el sábado en el Calderón!

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (1)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (1)

      Hoy he visto el partido que enfrentaba al Real Zaragoza contra el Valladolid desde un lugar privilegiado: detrás de los banquillos de ambos equipos y muy cerca del túnel de salida de los jugadores. Desde esta localidad tan cercana a la banda he podido comprobar la impotencia del entrenador local, Marcelino, ante la poca chispa de muchos de su jugadores, ante la pasividad de un portero con poco carácter y ante la fragilidad de una defensa de porcelana.

      Desde el fondo del banquillo, he podido contemplar una primera parte aceptable y una segunda parte soporífera. Un pequeño jugador del equipo visitante, de nombre Sisí, ha llevado de cabeza a toda la defensa aragonesa. He podido comprobar también el poco acierto en los nuevos fichajes - al menos de momento -. Sólo el inglés Pennant se salva de la mediocridad de todos los demás. ¿Para qué han fichado a Babic? ¿Para qué han fichado a Carrizo? ¿Para qué han fichado a Abel Aguilar? También me ha sorprendido que los hasta ahora apartados del equipo hayan tenido que sacar las castañas del fuego. O, al menos, lo han intentado. Se han notado las ausencias de Uche, de Ander y de Laguardia. Y a ver si, por fin, regresa Lafita y le da un poco más de mordiente a la delantera. Me ha dado pena ver cómo calentaba con toda la ilusión del mundo el joven de la cantera Alex para quedarse finalmente en el banquillo. Y Kevin Lacruz sólo ha jugado cinco minutos. Marcelino ha adoptado una actitud conservadora. Y así no se va a ninguna parte.

     En fin, ha sido una tarde de despropósitos en La Romareda. Y lo peor es que algunos aficionados ya comienzan a impacientarse y lanzan consignas contra la directiva y silbidos contra algún jugador y el propio entrenador. Es verdad que todavía es muy pronto para criticar o hacer valoraciones. Pero, intentando ser objetivo e imparcial, esto tiene muy mala pinta. Ojalá me equivoque.

DESPEDIDA AGRIDULCE DE CUARTERO

DESPEDIDA AGRIDULCE DE CUARTERO

     Con lágrimas en los ojos, Luis Carlos Cuartero se ha despedido hoy de manera oficial como jugador del Real Zaragoza. Atrás quedan veinticinco años como aficionado, dieciséis temporadas vistiendo la camiseta del primer equipo, ciento noventa partidos de liga y treinta y uno de copa.

     Al jugador de Pradilla le habría gustado despedirse de otra manera: en el césped y vestido de corto. Pero no ha podido ser. El gran capitán se ha ido de una manera discreta y, en cierto modo, dolorosa. Tal vez no se hayan reconocido lo suficiente sus méritos. Además, le han quedado clavadas varias espinas: la de la selección absoluta y la de la continuidad como titular indiscutible en su equipo de toda la vida. Pero Luis Carlos se tiene que sentir orgulloso como canterano fiel a sus colores, como jugador que lo ha dado todo en el campo y como ejemplo de honestidad y coherencia para los pocos jóvenes jugadores que llegan desde la cantera al primer equipo.

     Las lesiones no le han respetado en las últimas temporadas y los técnicos no han sabido explotar las cualidades que ya apuntaba cuando debutó a los diecisiete años en La Romareda. En su haber quedan, sin embargo, dos copas del Rey y una supercopa de España. Y a los que lo hemos admirado y defendido, nos quedará su carácter, su temple, su saber estar y su espíritu de sacrificio. Algo cada vez más escaso en los tiempos que corren. No sé si el club contará con él en el futuro. Pero, lo que está claro es que, esté donde esté, tendrá el apoyo de sus amigos y de sus fieles admiradores.

FÚTBOL EN LA CIUDAD DEPORTIVA

FÚTBOL EN LA CIUDAD DEPORTIVA

     Los infantiles de primera división de la Unión Deportiva San José han viajado esta mañana a la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza con la intención de realizar un buen papel. En esta fría mañana de febrero, a todos se les antojaba una empresa difícil sacar algún punto del campo de uno de los gallitos de la categoría. Se ha llegado a soñar con el empate en los primeros compases de la segunda parte - como se advierte en la fotografía -, pero el 2-1 ha sido sólo un espejismo, ya que el equipo local ha roto la emoción y las ilusiones del visitante endosándole tres goles más en sendos saques de esquina.

    Javier ha comenzado en el banquillo, pero en la segunda parte ha vuelto a lucir el brazalete de capitán, que no llevaba desde hacía unos dos meses. Se ha encontrado cómodo, aunque no ha podido practicar el fútbol de combinación que a él le gusta. Los infantiles del San José han dejado un buen sabor de boca, aunque saben perfectamente que este no era uno de los partidos que deben ganar en la segunda vuelta. Eso sí, el empate habría sabido a victoria.

     Hace unos seis años que no me desplazaba a la Ciudad Deportiva. La última vez fue para asistir a uno de los partidos de promoción del Real Zaragoza B a la Segunda División. Me decepcionó ese recinto deportivo y me ha vuelto a decepcionar esta mañana. Se advierte descuido, progresivo deterioro y falta de inversiones. Se va quedando viejo y necesita una urgente renovación. No sé que estarán pensando al respecto los dirigentes de la Sociedad Anónima. Pero, lo que está claro es que, al igual que la Romareda, la Ciudad Deportiva necesita una remodelación total o un cambio de ubicación. No es digna de una ciudad como Zaragoza ni de un equipo con tanta historia y tradición.

JORNADA DE CONTRASTES

JORNADA DE CONTRASTES

     La  última jornada de liga ha sido una jornada de contrastes para el fútbol aragonés de élite - si es que se puede denominar así a la división de plata del fútbol español. El Zaragoza y el Huesca han demostrado una línea distinta, prácticamente opuesta. Mientras el equipo de Calderón mostraba una actitud intachable y, aupado por un público incondicional, lograba un punto de oro frente al líder en el último suspiro del encuentro, el equipo de Marcelino volvía a cometer, una vez más, los mismos errores: individualismo, desconexión entre líneas, ingenuidad defensiva, ineficacia ofensiva y sorprendente falta de rasmia y de combatividad. Todo ello en un campo teóricamente asequible, frente a un equipo en puestos de descenso y contra un rival que no había conseguido los tres puntos en casa desde el mes de noviembre.

     Son muchas las lecturas y conclusiones que se pueden sacar de esta jornada de claroscuros. Pero, de lo que no cabe duda, es del carácter que le está imprimiendo a la Sociedad Deportiva Huesca un entrenador con las ideas muy claras y, al contrario, de la falta de orientación que sigue mostrando el Real Zaragoza, casi en el ecuador de la temporada. No sé si el Zaragoza ascenderá a primera división - espero y deseo que sí -, no sé si el Huesca quedará entre los diez primeros - creo que sí -; pero lo que es evidente es que el primero tiene que cambiar radicalmente su actitud y sus planteamientos, y el segundo, en cambio, tiene que continuar en esa línea que no ha abandonado prácticamente desde el inicio de temporada.

UNA VICTORIA MUY TRABAJADA

UNA VICTORIA MUY TRABAJADA

     Hay veces que  los partidos de fútbol discurren con una lógica aplastante: dominio, superioridad y plasmación inmediata en el marcador. Sin embargo, no siempre ocurre así. Ni mucho menos. Ayer tarde pudimos contemplar un encuentro en el campo de la Unión Deportiva San José entre los infantiles locales y los del San Gregorio que ofreció momentos de todo tipo. Comenzó el San José con un riguroso orden táctico y con un gol tempranero que daría, en principio, cierta tranquilidad. Con la capitanía recién estrenada, Javier se echó el equipo a las espaldas y el doble pivote funcionó durante casi toda la primera parte. Fruto de este dominio, llegó un segundo gol primoroso del astuto y escurridizo Javi. Pero todo cambió en la segunda parte. No sé si fue la relajación de los locales o el cambio de mentalidad de los visitantes. Lo cierto es que los infantiles del Camino de Miraflores se vinieron un poco abajo y a punto estuvo de costarles el empate. Eso sí, el 2-1 que campeaba en el marcador al final del encuentro fue más que justo para los méritos de uno y otro equipo.

     Lo más lamentable fueron algunos incidentes que se produjeron al final del partido entre ambos cuerpos técnicos y algún que otro aficionado. No sé de quién fue la culpa, pero lo que está claro es que estas actitudes son impropias de cualquier aficionado al fútbol o de cualquier entrenador. Hay que saber encajar las derrotas. Hay que saber perder y aceptar el saludo del entrenador rival. Si no ponemos en práctica estos gestos tan elementales, apaga y vámonos. Además, el ejemplo que se da a los jóvenes jugadores es lamentable. Y no se trata de cargar todo contra la actuación arbitral. Si no respetamos las decisiones del colegiado, es mejor que nos dediquemos al guiñote o al dominó. Porque es una pena que lo que podría haber terminado como una tarde plácida o agradable, acabara casi como el rosario de la aurora. Menos mal que los infantiles de casa recibieron con la victoria una buena inyección de moral y ya están pensando en el próximo encuentro contra el Amistad. Otro reto importante. Habrá que soñar en la victoria. O, al menos, en un encuentro digno y sin incidentes.

PARTIDO VIBRANTE EN FUENTES DE EBRO

PARTIDO VIBRANTE EN FUENTES DE EBRO

     No ha podido ser. A pesar de haber marcado tres excelentes goles - el primero de Javier y los otros dos del incisivo Javi, con sendas asistencias de Javier -, los infantiles de la Unión Deportiva San José se han marchado de vacío del flamante campo de fútbol de Fuentes de Ebro.

     El pueblo de Fuentes, beneficiado en todos los sentidos por su cercanía a Zaragoza y por su proximidad al río Ebro, nos ha recibido en una mañana fría, pero serena. A medida que avanzaban las horas, se iban abriendo los establecimientos y el sol invadía algunas de las estrechas calles de la localidad zaragozana. Para acceder al nuevo campo de fútbol hay que subir una empinada cuesta. Desde el exterior, parece un camposanto por la hilera de cipreses que orlan su perímetro. Pero, una vez dentro, se aproxima a un estadio: Todo un campo digno de un equipo de regional preferente, aspirante a ascender de categoría.

     El partido ha sido vibrante, con alternativas en el marcador y con mucha emoción. Lo que ha cambiado el rumbo del encuentro es la expulsión del equipo visitante, por derribar a un delantero en el borde del área. El San José - que iba por delante en el marcador - se ha quedado con diez. Y en la segunda parte ha pagado su esfuerzo encajando tres goles. A pesar de todo, los infantiles del barrio zaragozano han seguido luchando hasta el final y han puesto al equipo local contra las cuerdas. De los últimos minutos habría que quedarse con una gran asistencia de Javier que Javi no ha despaprovechado. Nervios en el banquillo de los de casa, pero nada más. Un empate a cuatro nos habría sabido a gloria. Pero no pudo ser. Habrá que seguir luchando para mantener la categoría y, si se puede, aspirar a algo más.

MERITORIO EMPATE EN EL PICARRAL

MERITORIO EMPATE EN EL PICARRAL

     Hoy ha sido un día de novedades para los infantiles de segundo año de la Unión Deportiva San José. Ha comenzado la liga y han estrenado categoría. Su debú en la primera división no ha estado del todo mal. Después de una primera parte de tanteo y de poco fútbol por las bandas, en la segunda los dos equipos han ido a por la victoria. El Balsas-Picarral ha hecho méritos para adelantarse, pero la suerte se ha aliado con los visitantes. Los del San José han tenido que remontar un gol en contra y no lo han hecho en la mejor ocasión: un penalty a favor. Ya cuando los locales se veían con los tres puntos en el bolsillo, Javi ha lanzado magistralmente una falta fuera del alcance del portero del Balsas. Ha sido un empate a uno que, aunque no ha contentado a nadie, ha dejado más satisfechos a los visitantes que a los locales.

     No había vuelto al campo del Picarral después de su reciente remodelación. Como muchos campos de Zaragoza, ha quedado como nuevo con su superficie de hierba artificial. Me comentan que antes era del San Gregorio y que los del Balsas jugaban cerca del Cascajo. Ahora disponen de un buen recinto. Eso sí, rodeado de edificios de diez o doce pisos y flanqueado de cemento y ladrillo. A lo lejos se divisa la factoría Saica - que tanta polémica ha despertado entre los vecinos. De todos modos, los que viven en este barrio están bastante satisfechos. Los mayores todavía recuerdan cómo atravesaban los campos de cultivo para acercarse a los colegios de la zona. Ha ocurrido lo mismo que en el Actur. Es la nueva fisonomía de una zona de Zaragoza de la margen izquierda en expansión. De todos modos, lo mejor de la mañana ha sido la agradable temperatura y el reencuentro con algunos amigos que disfrutan viendo jugar a sus hijos o nietos.

 

BUEN PARTIDO EN VILLANUEVA DE GÁLLEGO

BUEN PARTIDO EN VILLANUEVA DE GÁLLEGO

     Bajo una fina lluvia preotoñal y en el nuevo campo - casi estadio - de fútbol de Villanueva de Gállego, se han enfrentado los locales de segundo año de infantil con un San José recién ascendido de categoría. Después de unos minutos de tanteo, los visitantes han empezado a tocar el balón y han llegado con facilidad a la portería rival. El primer gol tenía que llegar. Y ha sido Javi el que ha inaugurado el marcador, aprovechando una excelente asistencia de Javier. Con este resultado se ha llegado al final de una entretenida primera parte.

     Pero lo mejor estaba por llegar. Una vez se ha roto el marcador con un gran gol de Rubén, los de Villanueva se han replegado y los de la Unión Deportiva San José han jugado su mejor fútbol. Han sido veinte minutos primorosos: pases al hueco, paredes, penetraciones por la banda,... Javier ha jugado de pivote y ha disfrutado en una posición casi privilegiada. Al final, las numerosas ocasiones del equipo visitante han dado su fruto y David y Aaarón han conseguido dos goles más. Ha sido un ensayo positivo. Se nota la mano del nuevo entrenador y el equipo ha ganado en equilibrio. De todos modos, la liga es muy larga y habrá que esperar. Hoy sólo ha sido un amistoso de pretemporada.

     De regreso a Zaragoza hemos estrenado el tramo del cuarto cinturón recientemente inaugurado: huertas a ambos lados y, a la izquierda, la omnipresente papelera de Montañana. ¿Hasta cuándo seguirá ese chorro insolente de humo en el horizonte? Las huertas también están perdiendo terreno a favor del asfalto y el cemento. La huerta de Movera ya no es lo que era. Al fondo, la Torre del Agua de la Expo, que quedará como testigo mudo de un evento que apura sus últimas jornadas. El túnel de Santa Isabel, una obra de ingeniería. Eso sí, los adosados avanzan por doquier transformando la fisonomía de pequeños barrios. San Juan de Mozarrifar parece otro. La ciudad crece y se expande. Y los beneficiados - o no - son los pueblos más cercanos. Y si no que se lo pregunten a los habitantes de Villanueva del Gállego.

     Ya cerca de casa, observamos la desembocadura del Gállego, que vierte mansamente sus aguas al Ebro. Aguas verdosas que se mezclan con las aguas que bajan desde el cercano azud. Me preguntan si el azud ha sido un acierto y si tiene relación con la Expo. Me encojo de hombros y demoro la respuesta. La lluvia arrecia y el otoño asoma precavido entre las celosías y los balcones.

FOTOGRAFÍA: Desembocadura del Gállego en el Ebro, cerca de Zaragoza