HOMENAJE A VICENTE BLASCO IBÁÑEZ
Aguilar del Alfambra es un pintoresco pueblo turolense, situado en plena sierra, en la comarca de la capital. El pueblo, afectado por la emigración de los años sesenta, al igual que todos los de su entorno, intenta recuperarse en verano y, para ello, programa numerosas actividades lúdicas y culturales. Una de estas iniciativas ha consistido en organizar una exposición dedicada al escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez. Muchos se preguntarán el porqué. La razón es muy sencilla: el escritor naturalista (1867-1928) era oriundo de Aguilar del Alfambra. Su padre, Gaspar Blasco, nació en esta localidad y emigró con su familia a la capital del Turia, abriendo una tienda en la calle de la Jabonería Nueva. La fortuna les sonrió y ello permitió que su hijo Vicente llegara a ser abogado.
Esta exposición dedicada a Blasco Ibáñez ha sido organizada por la Plataforma Aguilar Natural y por el Ayuntamiento de Aguilar del Alfambra. Han colaborado también la Asociación Amigos de Vicente Blasco Ibáñez y la Biblioteca Tomás Navarro Tomás. El lunes por la tarde tuve la oportunidad de visitar la muestra y recordé lo que ya conocía de la vida del escritor y conocí otros aspectos de una vida breve pero intensa. Evoqué entre otros detalles un episodio de su novela "Arroz y Tartana". El autor nos muestra cómo los hijos de las familias numerosas de Aragón encontraban su acomodo en Valencia, primero perdidos entre el gentío que llenaba la plaza del Mercado y, más tarde, trabajando como aprendices en alguna de las tiendas que llenaban los aledaños. En su novela, Blasco Ibáñez no hacía sino rememorar la propia historia de su familia. Era la de su padre, Gaspar Blasco, que fue uno de esos muchachos que aprendieron el oficio de comerciante iniciándose como aprendiz en una tienda de la plaza del Mercado.
Completamos la visita a Aguilar con una breve estancia en la plaza dedicada al escritor, unas fotografías de la casa donde nació su padre y un paseo por este lugar acogedor, familiar y recoleto.
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