UNA PELÍCULA SENSIBLE Y HUMANA
No es fácil crear un cuento entrañable, evitando lo sensiblero y complaciente. No es fácil recrear una fábula de iniciación en un marco cotidiano de diversidad social y cultural. Eso es lo que he advertido - entre otros muchos aspectos - en la película francesa El erizo (Le hérisson), dirigida por Mona Achache y libremente inspirada en la novela La elegancia del erizo, de Muriel Barbery, un gran éxito editorial en el país vecino.
A pesar de las críticas tan dispares, - me ha sorprendido alguna demoledora - la película gala, que fue la mayor sorpresa en la pasada Seminci, es una cinta de mucho mérito, en medio del panorama cinematográfico que nos rodea. A los que nos gusta el cine francés - y mucho más el europeo que el actual cine americano - nos ha atraído especialmente por su apuesta por la cultura, por las inquietudes intelectuales y por la reflexión filosófica.
Es verdad que la cinta tiene sus altibajos. Es verdad que los temas que plantea son, tal vez, demasiado manidos. Pero la interpretación de los personajes - especialmente el de la portera René Michel, interpretado por Josiane Balasko -, el simbolismo del erizo que da título a la película, la crítica a la alta burguesía parisina, la amistad de dos almas gemelas - a pesar de su diferencia de edad - la aparición de Kakuro Ozú, un japonés culto, enigmático y afable, la presencia del amor, de la vida y de la muerte, convierten a esta película en una fábula vital que despierta la reflexión sobre un mundo capitalista en el que la cultura queda reducida y arrinconada en una vieja librería de una portería modesta de la gran ciudad.
Me ha gustado la frase de la gran novela de Tolstoi, Ana Karenina: "Todas las familias felices se parecen, pero las que son desgraciadas, lo son cada una a su manera". Me ha llamado la atención el simbolismo de la pecera, que tanto inquieta a la precoz niña protagonista, me ha atraído la casi omnipresencia de los gatos como alivio de la soledad y me he quedado con la reflexión final de la niña, después de la muerte de Renée: "¿Cómo se decide el valor de una vida?".
Hay, además, otras lecturas: las dificultades de algunos seres humanos por entablar relaciones, el no dejarse llevar por las apariencias, la influencia de la literatura en la vida, el fantasma de la soledad y la inquietud por el destino incierto. Aconsejo esta película a los que valoran en el cine algo más que la técnica, los efectos especiales o el puro entretenimiento.
2 comentarios
José María -
Ana -