LA ESPAÑA DE LOPE DE VEGA
He aprovechado el paréntesis del fin de semana para ver la película LOPE, una de las novedades del cine español de este año. Aunque no ha respondido a mis expectativas, la cinta de Andrucha Waddington acerca a los espectadores esa España gris de finales del siglo XVI, en la que un joven inquieto y atrevido irrumpe en aquella sociedad anquilosada para proponer nuevas formas de interpretar la vida sobre un escenario.
A nadie se le oculta la vida aventurera de Lope de Vega, sus idilios amorosos y su afán de protagonismo. El Lope de la película - bien interpretado por Alberto Amman - despierta el amor de dos mujeres, Elena Osorio (Pilar López de Ayala) e Isabel de Urbina (Leonor Watling). El joven poeta se decidirá por la segunda. Pero antes tendrá que someterse a la autoridad del padre de Elena, que lo contrata para que represente sus primeras obras. Pero Lope no se contenta con el éxito inicial y, después de emitir un libelo difamatorio contra la hija del empresario teatral, decide huir a Lisboa y embarcarse como voluntario en la expedición de la Armada Invencible.
De la película LOPE, me quedo con la ambientación de la España de la segunda mitad del siglo XVI, con el descubrimiento de una joven poeta que revolucionó la escena española y con la visión agridulce de un triunfador, idolatrado por el pueblo, pero inquieto, soñador y acosado por los fantasmas de su propia insatisfacción.
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