SIEMPRE QUEDARÁ LA LECTURA (II)
El escritor Félix Teira (Belchite, 1954), visitó ayer, al final de la mañana, el Instituto Ramón y Cajal de Zaragoza para mantener un encuentro literario con los alumnos de tercero y cuarto de Secundaria. La lectura de las obras Saxo y Rosas y Una luz en el atardecer suscitó en los asistentes cuestiones de todo tipo, la mayoría relacionadas con el contenido de las novelas y con la difícil tarea de escribir.
Félix se mostró en todo momento cercano y accesible a los alumnos. Por algo es profesor en un instituto zaragozano. Y en un instituto, en el Goya, fue donde el autor descubrió el placer de la lectura. Ese hábito que se adquiere normalmente en la adolescencia y que es tan difícil de conseguir en un mundo dominado por la tecnología y por los medios de comunicación.
En una intervención breve y directa, les invitó también a escribir, a ser creativos, a explotar la imaginación. Los alumnos habían realizado un acercamiento a estas novelas desde muchos puntos de vista - social, artístico, emocional - y se imaginaban a un escritor más cercano y abstracto. Teira superó sus expectativas y desmitificó la imagen del autor frío y distante.
El encuentro fue altamente positivo y la mañana resultó enriquecedora para todos los alumnos del instituto. Sobre todo, para los que ven la literatura como algo digno de ocupar sus momentos de ocio. La lectura es una alternativa ideal a otras formas de tiempo libre. Lo difícil es convencerse de sus bondades y llevarlo a la práctica en la vida cotidiana.
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Narcis -