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josemarco

EDUCACIÓN

LA NUEVA EDUCACIÓN

LA NUEVA EDUCACIÓN

      Acabo de leer el libro de César Bona, La nueva educación. Y se lo aconsejo a todo el mundo. No sólo a los docentes, sino a los padres y a todos los que están interesados en la mejora de la educación, de la cultura y de la sociedad del futuro. Este maestro de Ainzón ha figurado recientemente entre los 50 mejores profesores del mundo, que aspiraban al llamado "Nobel" de la educación. Nos podemos preguntar cómo a llegado a ello. Pues la respuesta es sencilla: buscando métodos educativos diferentes, que fomenten la tolerancia, la creatividad y, sobre todo, el respeto mutuo. Estos son los pilares en los que basa su experiencia este joven profesor que tiene ya una trayectoria docente aquilatada.

     Comenzó su andadura en un colegio marginal de Zaragoza, siguió en una escuela unitaria de Bureta - con 6 alumnos -, continuó en el colegio de Muel y culminó su experiencia con alumnos de de 5º de primaria del colegio Puerta Sancho de Zaragoza. En todos estos centros intentó ganarse a los alumnos, adaptándose a sus necesidades e intereses. Cada alumno es un mundo y hay que conocerlo, escucharlo y aprender de él. Son algunas de las reflexiones que nos regala en este libro y que a los docentes nos van a hacer reflexionar y quizás nos animen a cambier nuestra manera de enseñar predominantemente tradicional.

     Las experiencias de César con sus alumnos han sido tan originales que, en algún momento, han sembrado dudas e inquietud entre algunos padres y representantes de la administración. Pero él ha seguido su camino. Un camino que ha pasado por abrir la escuela a su entorno elaborando obras de teatro con padres y alumnos, creando una ONG o inventando un glosario de palabras nuevas. Son sólo un botón de muestra de lo que este maestro está intentando: romper la rutina del día a día del aula, tratar a los alumnos como personas, despertar sus sentimientos, crear un clima de empatía y seguir mejorando incluso contra corriente.

ESCUELA RURAL

ESCUELA RURAL

      La progresiva despoblación y el fantasma de la crisis están haciendo estragos en muchos núcleos rurales aragoneses. Esto repercute inevitablemente en servicios básicos como educación, sanidad y asistencia social. Y son precisamente estas personas que permanecen en su pueblo durante todo el año las que más atención necesitan, no sólo por su edad sino por otros factores como la soledad y las deficientes comunicaciones.

      Con el inicio de curso, aunque no todo son malas noticias, aumenta la inquietud en las escuelas porque se está concentrando en los institutos a todos los alumnos de secundaria y algunos centros educativos rurales cierran sus puertas año tras año. Afortunadamente, la escuela de Hinojosa de Jarque se ha salvado del cierre en el último momento gracias a una familia con tres hijos en edad escolar. También en Aliaga se va a abrir una nueva aula porque se ha llegado a los treinta alumnos. Pero el temido cierre de Neoelectra pende como una espada de dámocles sobre la población y podría tener consecuencias negativas en todos los ámbitos.

      Precisamente, el pasado día 5 de septiembre, poco antes del pregón que anunciaba el inicio de las fiestas, un grupo de alumnos de este centro rural agrupado exhibió una pancarta reivindicativa y manifestó con sus voces infantiles su empeño por defender la escuela de Aliaga, como vemos en la foto. Es un gesto más que se suma a todas las manifestaciones que durante estos días de inicio de curso recorren la geografía aragonesa. Se apuesta por la calidad y, al parecer, las autoridades educativas no están por la labor. Además, la situación de muchos profesores y maestros interinos clama al cielo. Y uno se pregunta si algún día van a cambiar las cosas. Porque, año tras año, vamos como el cangrejo.

EDUCAR

EDUCAR

     Hace tiempo que no hablo de algo tan importante como la educación. Educar es mucho más que enseñar, mucho más que orientar, mucho más que acompañar, mucho más que hacerse eco de los problemas del niño o del adolescente. Educar es todo eso y mucho más. Y en esa tarea estoy inmerso después de muchos años. Una tarea gratificante en ocasiones, ingrata en otras y cada día más estresante. Porque desde la década de los setenta, han cambiado muchas cosas en el ámbito escolar. Los alumnos son cada día más irrespetuosos, más insolidarios y más rebeldes. Y a esto hay que añadir la heterogeneidad de culturas, la distinta formación y el complicado ambiente social. Porque hay que tener en cuenta también el papel de las familias que colaboran cada vez menos con el docente. Y esto supone un lastre y un gran escollo.

    Si a todo esto añadimos la situación de la educación desde hace cinco años cuando empezó la crisis, el diagnóstico puede ser hasta desalentador. Las autoridades educativas nacionales y autonómicas no han dejado de recortar en este pilar fundamental para la sociedad del futuro. La tijera ha llegado a todos los ámbitos. Más horas de docencia, menos profesores de apoyo, más alumnos por clase, congelación o disminución de los sueldos y un futuro cada vez más incierto. Y esto nos afecta a todos los docentes, por muy vocacionales que seamos. El ambiente de los centros ya no es el de antes. Se advierte un clima de desánimo, una falta de entusiasmo y un cierto deseo inconsciente de tirar la toalla. Y a veces uno se conforma con conseguir un clima de silencio en clase, unas actitudes elementales de respeto y unas reglas elementales de convivencia. Porque si no empezamos por la base, difícilmente podremos enseñar matmáticas, lengua o inglés. Y los perjudicados son los de siempre: los pocos alumnos que muestran interés y necesitan una atención personalizada.

    No sé cuál será el futuro de la educación pública a medio plazo. Pero lo que se atisba en el horizonte es que la profesión de docente se va a convertir en algo difícil, poco valorado y sin ningún reconocimiento de la sociedad. Mucho han de cambiar los dirigentes políticos para darse cuenta a tiempo de una situación que con la LOMCE no va a mejorar sino todo lo contrario. Porque es una ley elitista, segregadora y con evidentes connotaciones ideológicas. Además se quiere implantar con pocos medios y sin un consenso mínimo. Hay cada día más voces discrepantes, pero el ministro Wert no da su brazo a torcer de ninguna manera. Y el pacto por la ecucación sigue siendo la asignatura pendiente de este país. Mientras tanto, descontento, desconcierto y una preocupante falta de entusiasmo en un cuerpo cada vez menos valorado desde todos los ámbitos.

ESPAÑOLIZAR

ESPAÑOLIZAR

     Nuestro Ministro de Educación desde hace diez meses, José Ignacio Wert, se ha empeñado en los últimos días en pasar a ser protagonista de portadas, contraportadas, tertulias, debates y encuentros oficiales. No sé si su intención es eclipsar a otros miembros del gobierno - incluido el guadianesco Rajoy - o ser coherente con su forma de ser y de actuar. Porque no es la primera vez que aparece en la primera línea de los medios con originales ocurrencias o sorprendentes declaraciones.

     Sus últimas declaraciones no tienen desperdicio. Es decir, merecen toda la reprobación del mundo, tanto de los que viven en Cataluña como los que residimos en las otras autonomías. Porque, ¿Qué entiende el señor Wert con eso de españolizar a los alumnos de los colegios catalanes? ¿A santo de qué se le ha ocurrido esto en este otoño convulso e incierto? Todo lo que ha conseguido con tan desafortunadas palabras es echar más leña al fuego y alentar todavía más los objetivos de los independentistas más radicales.

     No me gusta el verbo españolizar. Y me atraen muy poco esos verbos acabados en -izar. Suenan a algo artificial, postizo, hipostasiado. Sólo los uso de vez en cuando como ejemplos para mis clases de morfología. Prefiero los verbos terminados en -ficar. Son más constructivos, más eficaces. De entre ellos, me quedraría esta tarde con el verbo rectificar. ¡Qué pleno y redondo es este vocablo! Y qué poco lo utilizan nuestros políticos. Pero el señor Wert, a pesar de ser ministro del ramo, desconoce este verbo. Prefiere obviarlo. No sé si sabe que si no lo practica se quedará fuera del ámbito de los sabios. Pero tal vez le dé igual. No están los tiempos para exquisiteces académicas.

     Recuerdo de mis tiempos de estudiante de Literatura el uso peculiar del verbo europeizar por gran parte de los intelectuales de la llamada Generación del 14 y, especialmente, por el gran pensador Ortega y Gasset. Eran otros tiempos y otras circunstancias las que condicionaban la vida española del momento. Pero, ahora, ¿qué sentido tiene el vocablo españolizar? ¿Es que no son españoles - al menos, de momento, los alumnos que acuden a las aulas de los colegios de Cataluña? ¿Es que no pueden compaginar su propia cultura con la española? ¿Es que no pueden sumar en lugar de dividir, ampliar en lugar de estrechar? No sé si el ministro lo ve así. Pero lo que está claro es que, al menos en las formas, debería rectificar y dar un giro a sus desafortunadas palabras. Eso sí, si buscaba protagonismo, ya lo ha conseguido.

DOCENTES

DOCENTES

     A nadie se le oculta la problemática de los docentes en estos últimos meses. Algunos dirán que son efectos colaterales de esta profunda crisis; otros, que son ciclos que se repiten periódicamente. Pero la triste y cruda realidad es que la educación en nuestro país está retrocediendo, al menos tres o cuatro décadas.

     Está claro que los más perjudicados son los alumnos. No sólo por la evidente falta de medios, sino sobre todo por el tijeretazo al personal docente de todos y cada uno de los centros públicos de este país. Concretamente en Aragón - que, al parecer no es la comunidad más castigada por los recortes en educación - se ha eliminado aproximadamente al diez por ciento del profesorado de cada centro. Es, simplemente, una barbaridad.

     Lo peor de todo es que esos tres mil euros que dicen se van a ahorrar con el tijeretazo educativo, se están malgastndo inútilmente para el mantenimiento de aeropuertos vacíos, de líneas del AVE casi sin pasajeros y de cientos de infraestructuras que nacieron porque sí al calor de los momentos de bonanza económica.

     Porque todos sabemos - especialmente los que llevamos muchos años en el mundo de la enseñanza - que el nivel educativo no se mantiene ni se levanta con decretos, ni con supresión de unas materias en beneficio de otras, ni con planes trasnochados, ni con utopías que quedan muy bien redactadas en el ordenador. El nivel educativo se potencia con más personal cualificado, con más medios para atender la cada vez más compleja diversidad del alumnado, con más incentivos de todo tipo, con más motivación, con más sentido común.

     Pero parece que nuestras autoridades educativas no están por la labor. Al parecer, les preocupa más el bilingüismo, la implantación de las TIC, el problema del castellano en Cataluña, los fondos para otorgar algunas becas, los recortes de subvenciones para erasmus, másteres, comedores y un largo etcétera. Si algún día bajan al ruedo del día a día de la enseñanza, si algún día se codean con el docente vocacional, si algún día se percatan de los problemas de estrés de los profesores, tal vez comiencen a pensar en rectificar. Mientras tanto, las camisetas verdes seguirán ahí como una voz en grito contra los recortes inútiles e injustificados.

 

¿CALIDAD EDUCATIVA?

¿CALIDAD EDUCATIVA?

    El ministro José Ignacio Wert ha dedicado gran parte de sus nueve meses de actividad a cambiar cuanto antes la anterior Ley de Educación (LOE) para volver a una semejante a la nonata LOCE de 2003 y remontarse hasta los años sesenta al recuperar de nuevo la obsoleta y denostada reválida.

     En mi modesta opinión, esta nueva ley va a ser tan ineficaz como las anteriores. Pienso, además, que no es el momento más oportuno para cambiar de nuevo la ley del anterior gobierno. En plena crisis, con una reduccción de casi el quince por ciento del presupuesto para educación en 2013, con una reducción sangrante del número de profesores, con la incertidumbre política y social de los últimos meses, parece un sarcasmo hablar de mejora y de calidad. Porque, ¿qué calidad se va a conseguir con medios tan escasos? ¿Cómo se va a poder mejorar el bilingüismo? ¿Cómo se va a avanzar en las TIC? ¿Cómo se va a poder atender a lo alumnos con necesidades especiales?

    Llama la atención de este ley la implantación de la reválida, como si la enseñanza fuera una carrera de obstáculos. No sorprende en absoluto la eliminación de la asignatura Educación para la Ciudadanía, que alteraba el sueño de los puritanos. Y tampoco sorprende ese afán de separar a los alumnos antes del bachillerato y de subvencionar a los centros con educación diferenciada por sexos.

    Como en tantos aspectos de la política nacional, estamos volviendo claramente al pasado. Saldrán adelante los que tengan más medios y se quedarán en el camino muchos alumnos capacitados. Es verdad que quieren mantener la dotación para becas y que quieren reforzar las asignaturas instrumentales. Pero todos nos preguntamos por qué se recorta continuamente en educación, por qué se incrementa la ratio, por qué se aumenta la carga horaria del profesorado, por qué se atenta un día sí y otro también conta la educación pública y gratuita como un derecho para todos los ciudadanos.

    Del anteproyecto de la futura ley - que van a tramitar este otoño para que no le ocurra lo mismo que a la de 2003 - sólo me quedo con la forma, con la redacción eufemística y acaramelada. Pero el fondo, el contenido, me suena a casposo y me recuerda épocas que afortunadamente tenía ya olvidadas.

    Y nos planteamos la pregunta de siempre: ¿Para cuándo un pacto por la educación?

 (En la foto, el actual ministro de Educación José Ignacio Wert)

   

ADIÓS A LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA

ADIÓS A LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA

     A nadie se le oculta que los recortes, ajustes - o cualquier eufemismo similar - en Educación van a repercutir a corto, medio y largo plazo en la calidad de la enseñanza, especialmente de la enseñanza pública.

    Al parecer, da la impresión de que algunos rectores políticos y mandamases educativos están inquietos porque la enseñanza pública llega cada vez más a todos, intenta alcanzar a los más desfavorecidos, pone en práctica la atención a la diversidad y compite abiertamente con la enseñanza privada concertada. Al menos esa es la dura realidad. Parece que algunas mentes pensantes añoran la educación de los años sesenta del siglo XX y quieren volver a una enseñanza elitista, reservada sólo no a los más inteligentes sino a los más pudientes.

    Esos tres mil millones de recorte, que se ha sacado de la chistera el actual ministro de Educación, van a hacer mucho daño al sistema, al profesorado de la enseñanza pública y, sobre todo, a los propios alumnos. El incremento de la ratio va a ser una triste realidad el próximo curso. ¿Cómo vamos a atender a grupos tan heterogéneos y de distintas procedencias? También va a afectar la la calidad educativa el aumento de carga horaria para los profesores. ¿Cuándo van a preparar sus clases, a programar, a corregir, a atender mejor a las familias? Esto implicará inmediatemente reducciones de cupo y miles de profesores interinos en paro. Toda una madeja de despropósitos que se irá desenredando sin tregua.

    Todo ello por no hablar del recorte en programas de innovación educativa, como la Escuela 2.0, en personal de Centros de Formación del Profesorado o en programas de apoyo, orientación o reducción de la optatividad en bachillerato. Un bachillerato que se quiere concertar en el futuro. ¿Quiénes llegarán a la Universidad? Los mejor situados económicamente. Porque las tasas se van a incrementar sensiblemente y el bolsillo de muchos ciudadanos no va a dar para más. Y que no  nos hablen de becas. Que no es lo mismo, ni mucho menos.

    En fin. Se avecinan malos tiempos para la enseñanza pública. ¿Volveremos a las aulas masificadas? ¿Habrá que rescatar de nuevo la clase magistral? ¿Tendremos que seguir peleando contra la indisciplina y el desorden? En pocos meses se podrá comprobar cómo estas medidas van más allá de un mero ajuste. Y aún nos anuncian otras medidas para antes del verano. ¿Dónde volverán a meter la cuchara? El tiempo lo dirá. De momento, ya nos tienen a todos en vilo, a profesores, alumnos, familias y ciudadanos de a pie.

 

INVITACIÓN A LA LECTURA

INVITACIÓN A LA LECTURA

     Invitar a la lectura. Motivar a los lectores. Despertar el interés por la literatura. Acercar a los autores a los colegios e institutos. Embeberse de literatura. Cautivar con la literatura. Hechizar con las letras. Compartir un relato o un poema. Debatir. Interesarse. Emocionarse. Soñar.

     Todas estas sensaciones - y muchas más - han experimentado mis alumnos y alumnas de secundaria y bachillerato durante los 25 años de vida del Programa Invitación a la Lectura, impulsado por la Consejería de Educación del Gobierno de Aragón y coordinado por el profesor, crítico y escritor Ramón Acín.

     Pero, de buenas a primeras, por razones que nos están demasiado claras, los nuevos responsables del departamento de Educación han decidido eliminar este programa y, de momento, no han buscado ninguna alternativa que valga la pena. Tal como han opinado estos días algunos escritores y profesores, nunca un programa educativo ha dado tantos frutos con tan poca inversión. Pero esta es la realidad a fecha de hoy. El recorte ha llegado a la lectura. El recorte ha llegado a uno de los pilares básicos de la educación.

     A partir de ahora, a los profesores nos corresponde la labor de buscar otros medios para que los escritores sigan acercándose a los centros y para que los alumnos no lean una obra como una obligación impuesta, engorrosa o aburrida. Trataremos de confiar en la buena voluntad de algunos escritores o en la generosidad de algunas editoriales. Pero ya no será lo mismo.

     Recuerdo en este momento a escritores que  durante la década de los 90 se acercaron al instituto de Miralbueno: Alonso de Santos, Miguel Mena, Luis Goytisolo... Recuerdo los que han compartido sus experiencias creativas con los alumnos en la biblioteca del instituto Ramón y Cajal: Maruja Torres, Luis del Val, Joaquín Leguina, Soledad Puértolas, Lorenzo Silva, Luis Alberto de Cuenca, David Lozano, Ana Alcolea,...

     Es de esperar que las autoridades educativas aragonesas reflexionen y, en el menor tiempo posible, den un viraje a esta situación. Todos saldremos favorecidos: alumnos, profesores y escritores.

 

VÍCTOR JUAN BORROY EN TARDES DE BLOG

VÍCTOR JUAN BORROY EN TARDES DE BLOG

     El pasado martes, día 10 de mayo, visitó la librería zaragozana El Pequeño Teatro de los Libros el escritor, pedagogo y director del Museo Pedagógico de Aragón Víctor Juan Borroy. El director de la revista Aragón Educa y autor de dos novelas, dialogó con el incombustible Javier López Clemente sobre la educación en el siglo XXI. Todo ello a raíz del blog Más de cien razones en el que Víctor pulsa y recopila las experiencias de docentes, padres y alumnos sobre sus primeros años de alumnos o sobre sus primeras experiencias como maestros. El blog está abierto todavía a la colaboración de los que se mueven en el entorno educativo y será publicado próximamente en un valioso libro.

     Pero Víctor Juan habló además de su vida como alumno en Caspe, de su vocación como docente y educador, del cariño que siente por sus alumnos y alumnas de la Facultad de Educación de Huesca, del Museo Pedagógico, de sus viajes, experiencias, intercambios, tertulias y vida al aire libre.

     Javier le preguntó sobre la difícil tarea de educar y Víctor habló del don de la palabra, algo que lamentablemente se está perdiendo; de la labor del educador - del maestro - que se asemeja más al vuelo de la mariposa que a la trayectoria de una bala; de que la educación es una profesión compleja pero gratificante; de que en ocasiones no hay que sacrificar todo al orden en el aula; de que hay que reivindicar al maestro sabio, al maestro intelectual, al que está aprendiendo durante toda su vida.

      Aludió también a la experiencia durante el siglo pasado en la pequeña escuela oscense de Plasencia del Monte. Allí los alumnos elaboraban sus textos con la ayuda de sus maestros. Y recordó al grausino Joaquín Costa, que afirmaba que mal irá España mientras sean maestros los que no pueden ser otra cosa. Una hora de sabiduría, una hora de reflexión sobre la escuela, una hora de aprendizaje por y mediante la palabra. En el blog de Javier López Clemente podemos recrearnos contemplando y escuchando los momentos más importantes de este encuentro que, como no podía ser de otra manera, terminó con el himno del Real Zaragoza, equipo que Víctor Juan lleva en el corazón, en el decimosexto aniversario del gol de Nayim, de ese milagro del arte cual metáfora del optimismo y del aliento vital.

LAS TRECE ROSAS

LAS TRECE ROSAS

    Hay novelas que todos deberían leer. Hay películas que todos deberían ver, especialmente las generaciones más jóvenes. El jinete polaco, de Antonio Muñoz Molina o Soldados de Salamina, de Javier Cercas son obras que deberían figurar - en mi modesta opinión en los programas de bachillerato. Algo similar ocurre con el cine. A pesar de que no hay ninguna optativa de cine y literatura en los actuales planes educativos, no debería faltar la proyección de películas como la que ha vuelto a ver esta tarde: Las trece rosas. Dirigida por Emilio Martínez Lázaro en 2007 y con un excelente guión del escritor aragonés Ignacio Martínez de Pisón, la película nos acerca a los peores años de la guerra civil y a los primeros meses de la posguerra. Años de violencia, de venganza, de odio, de veneno negro. Años que esperemos no se vuelvan a repetir. Por eso es bueno que nuestros jóvenes conozcan estos hechos a través de la pantalla y aprendan a vivir en tolerancia, en justicia y en libertad. Eso mismo nos decía Antonio Muñoz Molina en El Escorial el pasado día 5 de julio.

     Al hilo de esta reflexión sobre el cine y la educación, quiero recordar que durante la primera semana de agosto - del 2 al 6 - tendrá lugar en la Universidad de Verano de Teruel un curso dirigido por la escritora Espido Freire. Su título es: "Cómo acercar la literatura a los jóvenes: escritura, lectura e historia literaria para alumnos inusuales". Dentro del programa, tienen un papel relevante el cine y la televisión. A ver si los educadores abrimos los ojos a esta nueva realidad audiovisual y, ahora que se habla tanto de competencias, logramos en nuestros alumnos una competencia audiovisual crítica y creativa. Los que estudiamos la literatura como simple memorización agradecemos que las nuevas generaciones se interesen por el cine como vehículo educativo y de reflexión. Las trece rosas o Soldados de Salamina son dos películas que no sólo despiertan la emoción. Su intención va más allá de lo anecdótico. Tienen un fondo histórico y nos ayudan a reflexionar sobre el pasado y el presente.

VUELTA AL SENTIDO COMÚN

VUELTA AL SENTIDO COMÚN

     He recibido un correo electrónico de un compañero de profesión. Este docente me adjunta un pequeño pero importante manifiesto que plantea unas propuestas muy coherentes para resolver cuanto ante el deterioro progresivo de la educación en España. Ricardo Moreno Castillo ha elaborado el documento y lo ha publicado en su blog - http://porunavueltaalsentidocomun.blogspot.com  - En el escrito propone lo siguiente:

1. Un bachillerato considerablemente más largo que el actual. Es una injusticia que, en nombre de una falsa equidad, se prive de la posibilidad de un bachillerato serio y exigente a los buenos estudiantes para que quienes no lo son no se sientan discriminados.


2. Un centro de estudio no es un simple lugar de permanencia, sino un lugar de trabajo. Y como no hay calidad sin exigencia, consideramos que la promoción automática debe ser eliminada para evitar que pase de curso quien no haya estudiado ni se haya esforzado. Asimismo creemos necesaria una prueba general externa al final de la ESO y otra al final del bachillerato.



3. La vuelta a la disciplina en las aulas, para que el derecho de quienes quieren aprender esté siempre por encima del de quienes boicotean la clase, y los derechos del alumno agredido por encima de los del alumno agresor. Para ello, es indispensable el reconocimiento del profesor como autoridad pública, y aceptar sin complejos que el profesor ha de ser quien manda en la clase.



4. Consideramos que la pedagogía no es una ciencia, sino un lenguaje sin contenido que ya ha hecho mucho daño en la enseñanza. Por esta razón, la formación de los futuros profesores ha de estar a cargo, exclusivamente, de las facultades de las especialidades correpondientes.




5. Que en la promoción profesional de los profesores se valore de verdad el saber. Actualmente, por ejemplo, para acceder a una cátedra puntúan más los cursillos y los cargos directivos que los méritos académicos, los libros y las publicaciones. Y por buenas que puedan ser éstas, no cuentan absolutamente nada a la hora de reconocer los complementos de productividad, para cobrar los cuales es indispensable realizar unos cursos, la mayoría de ellos inútiles y alejados de la realidad de las aulas. El saber y la excelencia están hoy día, en el mundo de la enseñanza, perseguidos y despreciados.



6. Para que esta nueva ley sea posible, es indispensable, en primer lugar, que quienes elaboraron la LOGSE y la LOE reconozcan de una vez el monumental error y la necesidad de rectificar, y en segundo lugar, llegar a un pacto de Estado para dejar la educación al margen de la contienda política. A continuación, nombrar una comisión con representantes de todos los partidos para la elaboración de una nueva ley de educación. Los miembros de esta nueva comisión han de ser profesores (no pedagogos), y los partidos han de procurar nombrar a sus representantes en función de su valía profesional, no de su fidelidad política.

UN MAESTRO REGENERACIONISTA

UN MAESTRO REGENERACIONISTA

     Cuando hablamos del regeneracionismo en España, pensamos en seguida en el político, jurista, economista e historiador oscense Joaquín Costa (1846-1911). Pero, además de Costa y otros regeneracionistas de la Generación del 98, hubo personajes anónimos que desde su modesto pero eficaz trabajo como maestros de una escuela rural mostraron su inquietud por reformar la enseñanza primaria y por dotar a los docentes de una dignidad que en aquella época estaba por los suelos.

     Esta reflexión surge de la lectura de un pequeño libro de excelente presentación, publicado por el Museo Pedagógico de Aragón y editado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. Se trata de una edición facsímil de las Memorias de un maestro de escuela escrito en 1886 por el profesor oscense Valero Almudévar. Estas memorias están dedicadas y dirigidas en forma epistolar al entonces presidente del gobierno de la Restauración, el político liberal don Práxedes Mateo Sagasta.

     El prólogo del libro - escrito por Víctor Juan y José Luis Melero - nos acerca a la figura de este maestro rural que permaneció seis años y medio en las escuelas de Castanesa, Luzás y Aniés, núcleos rurales perdidos del Alto Aragón. Leyendo estas memorias, podemos respirar con alivio los actuales docentes, a pesar de las dificultades de convivencia y los condicionamientos burocráticos. Nos recuerda Valero que las condiciones de vida de este colectivo profesional eran penosas, que el pueblo miraba a los maestros con cierta prevención originada en la ignorancia y en el fanatismo y que las condiciones de las escuelas eran tercermundistas. Este maestro vocacional, que llegó a pasar verdadera necesidad debido a los impagos del ayuntamiento, confiesa recordando su primera experiencia docente en Castanesa, con 21 años recién cumplidos: "Los niños iban descalzos, sucios y haraposos. La sala de clase era un cuartucho bajo, hediondo y húmedo, teniendo por entarimado la misma tierra, removida y preparada, como si se tratara de la labor y cultivo de un campo".

     Pero lo más importante de este libro es la intención regeneracionista del autor que, como su paisano Joaquín Costa, valoraba la escuela como llave para un futuro mejor. Así se dirige a don Mateo Sagasta: La enseñanza primaria, base firmísima, fundamento esencial de los conocimientos humanos, es una institución tan necesaria, tan noble, tan elevada, que a todos nos interesa en alto grado su mayor desarrollo, por ser la regeneradora de las costumbres de los pueblos, y la que los inclina a la práctica de las virtudes cívicas, a las cuales deben su grandeza, prosperidad y ventura.

   Han cambiado mucho los tiempos. Han pasado más de cien años desde que Valero Almudévar escribió estas palabras. Pero hay que alabar esta reedición, porque nos ayuda a reflexionar sobre el presente y el futuro de una profesión cada vez menos valorada por una sociedad consumista y materialista.

* La fotografía es del Museo Pedagógico de Aragón (ceince.espacioblog.com).

LOS RETOS DE INTERNET

LOS RETOS DE INTERNET

     No me gusta que cada día del año se dedique a celebrar un evento o una  efeméride. De todos modos, aprovechando que hoy es el Día Mudial de Internet, quiero hacer algunas reflexiones sobre esta red de redes universal que, en poco más de una década, ha revolucionado las relaciones sociales, económicas y culturales.

     Hay que reflexionar sobre el papel que esta ventana abierta al mundo desempeña en el campo de la cultura y, especialmente, en el ámbito educativo. Internet está entrando con fuerza en todos los hogares españoles y se está incorporando progresivamente en las escuelas, colegios, institutos y universidades. A nadie se le oculta que dentro de una década, o quizás menos, los libros de texto virtuales van a desplazar a los textos impresos, los llamados Tablet PC reemplazarán a los cuadernos y apuntes, y las pizarras digitales dejarán en los trasteros a los encerados tradicionales. Las preguntas que nos podemos plantear son muy diversas: ¿Saben los niños y adolescentes utilizar adecuadamente la red como medio de enriquecimiento cultural? ¿Va a contribuir internet a la mejora de las competencias educativas, sobre todo la de aprender a aprender? ¿Va a facilitar internet la comunicación escrita y el enriquecimiento del lenguaje? ¿Va a fomentar el espíritu crítico de los alumnos y a aumentar su bagaje cultural?

      Son una muestra de las cuestiones que se pueden estar planteando tanto los padres como los educadores. Porque, al parecer, esta herramienta de futuro está creando numerosos adictos que, en lugar de dedicarse a la lectura o al estudio, se dedican a navegar sin sentido por la red o a invertir horas y horas de su tiempo de ocio en alguna de las redes sociales. Es una pena que este vehículo de cultura se convierta paradójicamente en camino de incultura y necedad. Mucho tendrán que hacer los educadores para orientar a los niños y adolescentes por este laberinto que puede conducir a la soledad, el aislamiento y a comportamientos egoístas.

     De todos modos, internet es un medio de comunicación positivo, eficaz y con una serie de potencialidades que están por explotar. Todo es cuestión de usarlo con cabeza, de que nosotros controlemos la red, de que ella nunca nos controle a nosotros.

 

¿HACIA UN PACTO POR LA EDUCACIÓN?

¿HACIA UN PACTO POR LA EDUCACIÓN?

     El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, está dispuesto a lograr el tan ansiado pacto por la educación antes de que termine la actual legislatura. Su declaración de intenciones - al menos, eso parece en principio - está resumida en un total de 104 medidas que las comunidades autónomas tendrán que estudiar, analizar y debatir.

     Con el epígrafe Propuestas para un pacto social y político por la Educación, el ministro intenta con muy buena intención poner orden en uno de los ámbitos más importantes - por no decir el que más - para el futuro de un país. Todos coincidimos en la necesidad de llegar, por fin, a propuestas duraderas. A todos nos gustaría que, independientemente de los cambios de gobierno, la educación no sufriera los vaivenes de las últimas décadas. Pero uno se pregunta si esas 28 páginas van a ser bien recibidas y aceptadas por todas y cada una de las 17 comunidades autónomas.

     Lo más relevante del texto es la futura reforma del  cuarto curso de la Enseñanza Secundaria Obligatoria, la posibilidad de alargar el periodo de enseñanza obligatoria hasta los 18 años y la implantación de evaluacíones externas en sexto de primaria y en tercero de ESO. Con la primera medida se intentará alargar un año más el bachillerato, como se hacía hace dos décadas. Con la segunda medida parece que se intenta no sólo la formación de los jóvenes sino, sobre todo, suplir la falta de trabajo a esas edades y atenuar el fantasma del paro (ahora ronda el treinta por ciento). La tercera medida no parece demasiado clara. Las evaluaciones externas que se están realizando en algunas comunidades autónomas no parecen tener especial utilidad. Sólo sirven en ocasiones para clasificar centros y alterar el ritmo de la evaluación continua. Como si no se fiaran de la labor de los docentes.

     Nadie pone en duda los buenos propósitos del ministro de Ángel Gabilondo. Pero habría que recordarle que en Educación está casi todo escrito y experimentado. Y que las reformas deberían surgir desde abajo, desde la base. Y que el consenso es cada vez más difícil. Y que hay que dedicar más medios a la educación. Y que hay que formar y motivar más a los futuros docentes. Y que hay que rejuvenecer las plantillas. Y que hay que cambiar menos y mejorar más la calidad de la educación. Eso no quita que el pacto sea, hoy por hoy, muy necesario.

LIDERAZGO EDUCATIVO

LIDERAZGO EDUCATIVO

     El pasado viernes tuve la oportunidad de asistir a la lectura de una Tesis Doctoral sobre el liderazgo educativo en la Facultad de Ciencias de la Educación de Zaragoza. La doctoranda hizo hincapié en numerosos aspectos que, aunque los conocemos los que trabajamos desde hace años en el campo de la educación, no está mal que se recuerde y matice en papel de un líder en este ámbito cada día más complejo e incierto.

     La ponente nos habló de lo desgastado que estaba el vocablo líder, de la pérdida de su auténtico significado debido al uso superficial y rutinario del término en el ámbito político, económico o deportivo. Se preguntaba si el líder nace o se hace. Al parecer, la persona que asume una responsabilidad responde a una vocación de liderazgo pero, sobre todo, aprende con su tarea cotidiana. Y es que el auténtico maestro o educador es también un aprendiz que es transformado por la relación de liderazgo que ejerce día a día.

     El líder educativo debería ser, ante todo, democrático y - por qué no - carismático. El líder pedagógico - sea director, tutor, delegado de alumnos o presidente de la asociación de padres - debe adquirir la capacidad de aglutinar, de convencer. Y debería convertirse en un ejemplo de libertad, compromiso y responsabilidad. Un buen líder educativo debe implicarse al máximo en su tarea para motivar a los demás y debe actuar con respeto, flexibilidad y tolerancia. Y necesita poner en práctica la regla de oro de las relaciones personales: "No pongas a las personas en tu lugar: ponte tú en el lugar de las personas".

     Es una pena que todavía identifiquemos la palabra líder con comportamientos autoritarios o con actitudes paternalistas. El líder educativo del futuro debe huir del sarcasmo, el autoritarismo o la permisividad. Debería adoptar, por tanto, el papel de catalizador. Y esto exige disponibilidad, esfuerzo y capacidad de superación.

    Sólo son algunos de los aspectos que la doctoranda sintetizó en poco más de media hora. Mi enhorabuena desde estas páginas por esta excelente Tesis. Lo importante es que sea conocida y que, a ser posible, los educadores y los educandos, intentemos poner en práctica algunas de estas consideraciones.

OCIO SALUDABLE

OCIO SALUDABLE

     ¿Qué hacemos en nuestro tiempo libre? Esta es la pregunta que se han hecho cientos de escolares de toda España que han participado durante el curso 2008-2009 en una nueva convocatoria de Consumópolis, un concurso destinado a fomentar el consumo responsable.

     Ayer un grupo de cinco alumnas del Instituto "Ramón y Cajal" de Zaragoza se desplazó a Madrid para recibir de manos de Trinidad Jiménez, ministra de Sanidad y Política Social, el primer premio de Consumópolis 4, que compartieron con un grupo de Corella (Navarra) y otro de Madrid. Estas alumnas, que se autonominaron "Five Girls", han elaborado un libro virtual en el que recogen experiencias de cómo emplean los adolescentes el tiempo de ocio. Han utilizado para ello todos los recursos que nos proporcionan las Nuevas Tecnologías - blogs, chats, emails - y han trazado un camino hacia lo que podríamos denominar ocio saludable.

     Nadie duda de la importancia del tiempo de ocio para los jóvenes. Pero existe una preocupación cada vez más patente entre padres y educadores por el uso que se hace de estas horas libres - especialmente durante las vacaciones y fines de semana - y por la repercusión - positiva o negativa - que pueden tener estos periodos en la educación de los adolescentes.

     La ministra hizo hincapié en la finalidad educativa de este certamen, pero insistió además en el valor del trabajo en equipo, el uso responsable de las Nuevas Tecnologías y el cambio progresivo de hábitos sociales para contribuir a que nuestro Planeta sea más habitable. Y el ocio, aunque no lo parezca, tiene mucho que ver el la conservación del medio ambiente y en el consumo responsable. De momento, las alumnas ganadoras han dado un paso adelante para afrontar esta problemática que se puede agravar a medida que avance el siglo XXI.

 

DÍA EUROPEO DE LAS LENGUAS

DÍA EUROPEO DE LAS LENGUAS

      Hoy se celebra el DÍA EUROPEO DE LAS LENGUAS. Este evento, como otros muchos, suele pasar inadvertido si no se ponen en práctica algunas actuaciones que realcen la importancia del aprendizaje de una lengua no sólo en las distintas etapas educativas, sino a lo largo de toda la vida.

     Insistir en la importancia de un idioma para unir fronteras y enriquecer la formación de una persona es algo casi obvio, pero en la práctica, no es fácil mentalizar a los alumnos y a sus familias de los aspectos positivos del dominio de varios idiomas, además de la lengua materna.

     Ayer se celebró un acto académico con motivo de esta efeméride en el Instituto de Educación Secundaria Ramón y Cajal de Zaragoza. Los profesores y alumnos - especialmente los que cursan algún idioma - prepararon con ilusión un acto que estuvo presidido por la Consejera de Educación del Gobierno de Aragón, doña María Victoria Broto. Poemas en rumano, canciones en alemán, diálogo en inglés y teatro en francés fueron las actuaciones más representativas de unos alumnos que tienen el privilegio de asistir al primer centro en Aragón en el que se pueden cursar tres idiomas: inglés, francés y alemán. Es un centro plurilingüe y es un centro pionero en esta experiencia innovadora.

     También participaron en el acto alumnos de otras nacionalidades, incluidas las no europeas. Se trataba, en definitiva, de manifestar la realidad multicultural en la que estamos inmersos y de potenciar valores como la tolerancia, el respeto a otras culturas y la solidaridad. Ya es hora de que las lenguas sirvan para abrir caminos y no para cerrar las puertas a un mundo cada vez más globalizado.

TRAS LAS HUELLAS DE LA VIDA

TRAS LAS HUELLAS DE LA VIDA

     Cuando asistes y compartes un acto de despedida de la última promoción de alumnos de segundo de bachillerato del Instituto "Ramón y Cajal" de Zaragoza, te das cuenta de que seis años no son nada y de que los pequeños que comenzaron primero de ESO hace poco, ya van a acceder a la Universidad. El tiempo es implacable y se consume día tras día hasta dejar una pequeña huella que quedará plasmada para siempre.

     Y este tiempo más o menos real, nuestro tiempo, queda mucho más empequeñecido cuando lo comparamos con el tiempo paleontológico que se mide por millones de años. "Tras las huellas de la vida primitiva" es el título del documental que el escritor y periodista Miguel Bayón ha presentado en este acto emotivo como broche a un curso en el que la ciencia, y especialmente la astronomía, han recibido una atención especial.  El documental, realizado por el profesor Eladio Griñán y por  Miguel Bayón, reúne información de todos los yacimientos que ayudan a desvelar el enigma de la explosión de la vida animal y recoge testimonios de los principales especialistas y grupos de investigación del Cámbrico. Hace especial hincapié en el yacimiento de Murero (Zaragoza), principal yacimiento de referencia en la investigación de este período.

     Esta aportación científica se vio complementada con la nota emotiva, la nota literaria y la nota musical. Una etapa más para estos jóvenes que esperan con ilusión su acceso a la vida universitaria. Un impulso más hacia el futuro y un pequeñísimo periodo de tiempo que se nos va de las manos y que nos invita, una vez más, a mirar hacia el futuro sin olvidar ese pasado que nos ha forjado como seres vivos y como seres humanos.

UN TALLER SOLIDARIO

UN TALLER SOLIDARIO

     En este mundo cada vez más globalizado en que vivimos, cada vez adquiere más importancia la palabra solidaridad. Son muchas las personas que reclaman una ayuda, una sonrisa, una esperanza. Por ello, en la educación de lo niños y adolescentes no puede faltar el gesto solidario, la mano tendida, el talante generoso, la inquietud por compartir.

    Hoy hemos puesto un broche solidario a las actividades docentes del curso 2008-2009 en el Instituto zaragozano "Ramón y Cajal". Los alumnos han aprovechado el final de la mañana para despedirse de diez meses de intensa actividad. Y lo han hecho participando en talleres creativos y comprometidos. Uno de los más visitados ha sido el puesto de venta de productos procedentes del comercio justo. Se podía comprar desde el chocolate de diversos gustos hasta pulseras o collares artesanos procedentes de países africanos. Los alumnos han puesto toda su ilusión en la venta de estos productos pensando que su gesto puede ser, al menos, un pequeño grano de arena para esa montaña de la solidaridad que se resiste a ser conquistada.

     Con el deseo de unas felices vacaciones se han llevado un gesto, una sonrisa y un pequeño recuerdo de algún país lejano. Aunque, eso sí, cada vez estamos más cerca de los que tienen dificultades para sobrevivir. Los niños y jóvenes lo saben y su actitud es cada día más generosa y solidaria.

LA NUEVA UNIVERSIDAD

LA NUEVA UNIVERSIDAD

     Esta mañana hemos asistido a una intensa sesión de trabajo en el aula magna de la facultad de Derecho de Zaragoza. Se nos ha convocado a los orientadores y a los miembros de los equipos directivos para explicarnos las bondades y ventajas del nuevo Espacio Europeo de Educación Superior. El llamado Plan Bolonia - por la Declaración que firmaron en 1999 los Ministros de Educación Europea en esta ciudad italiana, ya no tiene marcha atrás. A pesar de los recelos que está despertando por parte de un numeroso grupo de estudiantes y de algunos profesores, a partir del 2010 nacerá una nueva filosofía del aprendizaje. Ya no se hablará de licenciaturas o diplomaturas; se hablará de grados y de másteres. Ya no se hablará de horas de clase presenciales o de trimestres o cuatrimestres; se hablará de créditos y de períodos de dedicación.

    El Plan Bolonia va a suponer, por tanto, un cambio de mentalidad. Y los cambios siempre son difíciles, e incluso dolorosos. Sobre todo si nacen con la polémica, la confusión y gran cantidad de prejuicios. Por eso nos han hablado esta mañana de sus bondades - que son muchas - y han omitido sus problemas e inevitables consecuencias. Lo que está claro es que 46 países han firmado ya el protocolo de Bolonia. Por eso, España no se puede quedar al margen. Se trata de crear una identidad europea común, de favorecer la pluralidad, la movilidad y la diversidad, de fomentar el trabajo personal, de abandonar progresivamente las clases magistrales, de devolver al estudiante la capacidad de iniciativa, de fomentar el diálogo y de aprender del entorno social más cercano.

     Nadie pone en duda estas bondades, pero son muchos los interrogantes que se plantean tanto los docentes como los estudiantes. ¿Cómo se subvencionarán los másteres oficiales? ¿Cuál será el futuro de muchas universidades públicas? ¿Cuál será el papel de las empresas privadas? ¿Qué ocurrirá con algunas carreras de Humanidades? ¿Por qué los profesores de Secundaria deberán realizar un máster? ¿Por qué los futuros abogados necesitarán más de un título para poder ejercer? ¿Qué ocurrirá con los alumnos que no terminen alguna de las licenciaturas?

     El curso 2010-2011 está a la vuelta de la esquina. Y, al parecer, todavía hay muchos aspectos que aclarar. La improvisación no es buena consejera. Es de esperar se llegue a tiempo y se reflexione más sobre el futuro de la Universidad. Nuestros estudiantes saldrán beneficiados si todo se programa con coherencia y flexibilidad.