INCOMPRENSIBLE

La manifestación de hoy en Madrid en defensa de la Constitución es un acto a todas luces incomprensible, ilógico y cercano al absurdo. El partido político que la convoca y protagoniza está llevando al extremo la crispación como arma arrojadiza para desgastar al actual gobierno. (La columna de Manuel Rivas en El País de hoy da en el clavo).

Las reflexiones que nos podemos hacer son muy diversas: ¿Puede un partido político erigirse en defensor de una Carta Magna que es de todos los españoles? ¿Puede un partido político echar más leña al fuego en el enfrentamiento entre los españoles? ¿Qué razón tiene Madrid como entidad para representar el centralismo en contra de otras comunidades autónomas más periféricas?

Se apropian de la Constitución, se apropian de la bandera de España, se apropian de la enseñanza privada, se apropian de la defensa de la Iglesia,... Como si los que no piensan como ellos - que son mayoría - no tuvieran derecho a defender la Carta Magna, a exaltar la bandera, a llevar a sus hijos a la enseñanza privada o a vivir un catolicismo practicante.

¡Qué pena que ocurran estas cosas! Por eso, hoy es un día triste en lo político. Pero, como dice Manuel Rivas, "el colofón de crispar será Madrid". Ahí puede fracasar, como el caballo de Troya.