Blogia
josemarco

VOLVER AL CAMPO

VOLVER AL CAMPO

     Los medios de comunicación comentan durante estos días que algunos trabajadores - jóvenes y menos jóvenes - han decidido asentarse en el medio rural como antídoto para luchar contra la crisis y sus consecuencias. La intención es buena, incluso digna de elogio. Pero la realidad puede ser muy distinta según las circunstancias.

     Todavía guardo en mi memoria la imagen de esos retazos de tierra cultivados en Aliaga - y en todos los pueblos de Aragón y de España - antes del inicio del éxodo hacia los años sesenta del siglo pasado. La tierra se cultivaba por necesidad, o para complementar un jornal a todas luces escaso e insuficiente. Pero llegó el auge de la industria y el turismo y, poco a poco, se fueron abandonando los cultivos de secano y de regadío para buscar fortuna en la gran ciudad. Los pueblos no ofrecían ningún horizonte a las futuras generaciones. Y la emigración empezó a cobrarse su peaje demográfico y, por lo tanto, su lastre para la agricultura. Ahora casi todo está yermo y desolado.

     Han transcurrido ya más de cuatro décadas y, al parecer, la agricultura y la ganadería quieren renacer. Sin embargo, es difícil dar marcha atrás. Los que se han asentado en las grandes ciudades sólo contemplan la vida en el campo como lugar de vacación estival y, en algunos casos, como lugar de residencia temporal después de la jubilación. De todos modos, exiten grandes diferencias respecto a lols años sesenta: han mejorado notablemente las comunicaciones, las casas están mucho mejor acondicionadas y la vida en un pueblo no es tan rutinaria ni hermética. ¿Se volverán a repoblar los pueblos y las aldeas? ¿Se complementará la agricultura con alguna industria y con alguna iniciativa en el sector servicios? Ahí quedan algunas preguntas que el tiempo ayudará a responder. De momento, la inquietud está en la calle y algunos protagonistas van a dar al primer paso. Esperemos no sea una moda ni una coyuntural regresión al pasado. 

0 comentarios