Blogia
josemarco

ECOLOGÍA

SENDEROS POR ALIAGA

SENDEROS POR ALIAGA

     Tengo entre mis manos un pequeño folleto, editado recientemente por el Ayuntamiento de Aliaga. En él se detallan las rutas más importantes por el término municipal de este pintoresco pueblo de la provincia de Teruel.

     Precisamente el pasado sábado, día 29 de junio, tuvo lugar la séptima edición de la marcha senderista de Aliaga. Con el lema caminaliaga en cada una de las camisetas que llevábamos los más de doscientos participantes, nos encaminamos a las ocho de la mañaña por la orilla del río Guadalope hacia las cercanías de Miravete, dejando a ambos lados de la ruta parajes naturales agrestes de extraordinaria belleza.

     Las dos rutas previstas - una de 24 kilómetros y otra de 14 - confluían en algún momento y los cuatro avituallamientos nos ofrecían la oportunidad de refrescarnos y de reponer fuerzas. Fue una ruta de travesía, más de valle que de alta montaña. Una recorrido por una zona teñida de verde, gracias a las copiosas lluvias de la pasada primavera.

     La comida en el pabellón del pueblo y la animada sobremesa pusieron broche final a esta marcha que se va consolidando dentro del calendario de andadas de Aragón. Un buen inicio del verano y un aperitivo para otras rutas por esta comarca de las Cuencas Mineras que linda con el Maestrazgo turolense.

 

INCENDIOS

INCENDIOS

     Después de la crisis, la prima de riesgo o las olas de calor, no se habla de otra cosa en los últimos días. Son el azote de cada verano para todas y cada una de las zonas arboladas de la geografía española. Pero este verano, a causa de la prolongada sequí y de las extremas temperaturas, está siendo un fenómeno desolador. No sólo para los que lo sufren en sus propias carnes - tierras, viviendas... - sino para los que defendemos ante todo un entorno natural verde para nuestros hijos y nietos.

     Estamos a finales de agosto - aún queda septiembre - y las hectáreas quemadas en España en lo que llevamos de año ya rondan las doscientas mil. Una auténtica barbaridad. Lo peor de todo es que nuestras autoridades no saben cómo poner freno a esta plaga que, la mayoría de las veces obedece a descuidos e incluso a una clara intencionalidad.

     El último incendio ha afectado directamente a tierras aragonesas. Es curioso comprobar cómo uno de los primeros grandes incendios del año - el de Castanesa en marzo - también comenzó en Aragón. Del Pirineo al Moncayo, dos parques naturales de esta tierra cada vez más seca y necesitada de agua. Lo peor de todo es que, cuando iniciamos un viaje, nos vamos acostumbrando a ver esas zonas grises, cárdenas, desoladas y fantasmales.

     Hace una semana tuve la oportunidad de contemplar por primera vez, al filo del crepúsculo, los efectos de uno de los incendios más devastadores en Aragón en los últimos años, el que afectó a los términos municipales de Aliaga, Ejulve y La Zoma. Regresaba del Bajo Aragón y, nada más cruzar Ejulve, me llegó como un vendaval oscuro, la silueta todavía calcinada del entorno del Majalinos, el entorno desolado de La Cañadilla, los pinos como convidados fantasmales de piedra a una noche veraniega vestida de soledad y silencio. Eso sí. unos cuantos animales - cabras, liebres, comadrejas, ...- cruzaron la carretera sin tráfico como si intentaran adueñarse de una vez por todas de lo que les arrebataron las llamas durante esos terribles días de julio de 2009.

    Hoy, al contemplar en televisión las imágenes del incendio del Moncayo, pienso en los habitantes de Calcena, de Talamantes, de Tabuenca. Y recuerdo ese otoño de 2007 en el que ascendí a este dios que ya no ampara - en palabras de Labordeta - y contemplé el amarillo de las hojas de los árboles de este parque natural amenazado por la sequía y el clima cada vez más cálido. Y recuerdo a los habitantes de La Gomera, de la sierra de Valencia, del sur de León, de Robledo de Chavela, de la provincia de Girona,... Serán zonas desoladas durante varias décadas y luego volverá la rueda de los incendios como una sinrazón estival.

DISFRUTAR DEL PAISAJE

DISFRUTAR DEL PAISAJE

     La VI Ruta Senderista de Aliaga, que se va afianzando en el calendario de rutas de Aragón, nos ha permitido a los participantes disfrutar una vez más del paisaje que forma parte de este extenso municipio turolense y compartir unas horas de aventura, de amor a la naturaleza y de ocio entre el silencio y la soledad.

     La mañana de este último día de junio ha amanecido fresca, soleada, veraniega. Poco a poco nos hemos ido alejando del pueblo y hemos atravesado el barranco Rubio hasta llegar a la masada López, donde nos esperaba un primer avituallamiento para reponer fuerzas. El sol comenzaba a calentar y la marcha entraba en su mejor tramo. Ese descenso progresivo hacia la Tosca ha sido agradabe, rápido y placentero. Pero, después de una nueva parada, quedaba lo más duro de estos 23 kilómetros de continua caminata: el ascenso hasta el embalse de la térmica por encima de la escombrera, que cubre de gris ceniza una de las colinas que bordean a la antigua central. Un último tentempié nos esperaba en el barrio de la Aldehuela y un último ascenso por un camino agreste y empinado, que recuerda el antiguo recorrido de las vagonetas que transportaban el carbón desde las minas hasta la térmica. El sol comenzaba a apretar cada vez más y los caminantes se han sentido aliviados al contemplar una panorámica inconfundible de Aliaga (como muestra la foto) que esperaba el regreso hacia las doce del mediodía.

    El día se completó con la tradicional comida en el pabellón del pueblo. Los casi doscientos comensales compartimos una gran paella valenciana y prolongamos la sobremesa que culminó con una foto de este gran grupo que es de esperar vaya creciendo en futuras ediciones. Hay que valorar la perfecta organización de la marcha, la buena señalización del itinerario y la atención personal en cada momento a cada uno de los participantes.

UN BOSQUE DE REGALO

UN BOSQUE DE REGALO

     ¿Te imaginas que te regalaran un bosque para tu próximo cumpleaños o para las próximas Navidades? ¿No te haría más ilusión ese regalo que tantos otros fútiles y efímeros? Eso es lo que se pretende el proyecto solidario regalaunbosque.org.

     Dentro del programa "Año Internacional de los Bosques", que cuenta con el apoyo de la ONU, el pasado domingo se reunieron en La Cañadilla (Teruel) un numeroso grupo de vecinos de Aliaga y Ejulve para participar en una carrera de montaña de 11 kilómetros y en una marcha senderista de 5. Su objetivo fue concienciar a la población del cuidado de este insustituible legado natural y, sobre todo, asumir un compromiso de reforestación de las casi ocho mil hectáreas calcinadas en julio del 2009 en los términos de estos dos municipios turolenses.

    Todavía queda en mi retina la inhóspita imagen de esos montes calcinados, grises, inundados de ceniza. Han pasado ya dos años y la hierba quiere volver a brotar, pero el daño para los pinos casi centenarios ha sido irreparable. Los vecions de Aliaga y Ejulve lo saben. Por eso es bueno que iniciativas de este tipo se multipliquen y no se queden en saco roto.

 

EN DEFENSA DE LAS MONTAÑAS

EN DEFENSA DE LAS MONTAÑAS

     Las montañas del Pirineo aragonés están cada vez más amenazadas por la especulación, los megaproyectos urbanísticos y un mal ententido desarrollismo. Primero fue Jaca, luego la zona de Villanúa-Canfranc, y ahora le toca el turno a una de las zonas vírgenes del Pirinero, el valle de Castanesa, el más oriental de Aragón.

    Los ecologistas y otros colectivos sociales se van a unir mañana por la noche en la sala multiusos y quieren hacerse oír por medio de las voces de Amaral, Violadores del Verso y otros grupos de rap, rock y pop. Van a ser necesarias muchas voces y quizás otros conciertos para detener o aminorar esos planes urbanísticos salvajes que barajan la construcción de una urbanización de 4.000 apartamentos en este hermoso valle de la Ribagorza oriental.

    Aunque he ascendido al Aneto y he disfrutado de semanas de acampada en Castejón de Sos y en Benasque, no conozco todavía el valle de Castanesa. Tengo intención de acercarme cuanto antes a contemplar este paisaje, no sea que las excavadoras comiencen en la próxima primavera a llevarse por delante todo lo que la naturaleza ha tardado siglos en modelar. Porque es una pena que los intereses económicos prevalezcan, una vez más, sobre los intereses ecológicos. La reflexión es evidente: ¿Qué patrimonio natural van a heredar las próximas generaciones? ¿Cómo van a encontrar los pocos valles del Pirineo aragonés que aún están protegidos y medianamente cuidados?

INQUIETUD EN MONTAÑANA

INQUIETUD EN MONTAÑANA

     El pasado sábado un escape en forma de vertido de licor negro, procedente de la fábrica de papel La Montañanesa alarmó no sólo a la población de este barrio zaragozano, sino a los vecinos de los barrios colindantes. No es la primera vez que esta industria produce un sobresalto a la población. Los responsables de la empresa han minimizado el problema y lo han considerado como algo excepcional, consecuencia del temporal de viento del fin de semana. Pero la gente no está tranquila. Muchos han invertido su dinero en una casa familiar, cercana a la capital; otros han comprado un pequeño terreno para ocupar su tiempo libre y cultivar algunas hortalizas. Pero todos miran con recelo esas chimeneas grises que vomitan día y noche oscuros penachos de humo de un olor casi insoportable.

     La fábrica de Montañana me recuerda por su situación y por su desagradable olor a la antigua papelera de Balaguer (Lérida) Según la dirección del viento, el aroma alcanzaba un radio de más de veinte kilómetros. También me recuerda por el humo casi negro  a la ya clausurada central térmica de Aliaga (Teruel). El humo se expandía por los valles y colinas, alcanzaba las hortalizas de los huertos y teñía de gris hasta las sábanas tendidas en los solanares. La térmica de Aliaga fue clausurada, pero la fábrica de Montañana sigue ahí, impasible, inamovible, fantasmal. No sé si sus propietarios han pensado en cambiar de ubicación. No sé si las autoridades del Gobierno de Aragón y la Consejería de Medio Ambiente van a tomar cartas en el asunto. Están tan ocupados con otros temas medioambientales - Neoelectra en Aliaga, Autovía Teruel-Madrid - que quizás olviden otros no menos importantes como el de la Montañanesa.

     Me gusta bordear el Gállego desde Zaragoza hasta San Mateo, atravesando el barrio de Montañana, contemplando el Aula Dei, descansando en Peñaflor y disfrutando del paisaje hasta San Mateo del Gállego. Pero, cuando atravieso Montañana - tanto en coche como en bicicleta - me asalta una inquietud al contemplar esa peligrosa travesía que deja a la izquierda la fabrica de papel. Con frecuencia me desvío hacia el norte, hacia la huerta y visito a un vecino que se compró hace diez años una pequeña parcela. Aunque está alejado de la industria papelera, es bastante pesimista de cara al futuro de un barrio que fue famoso por el cultivo de las cerezas y que ahora ofrece todavía paisajes pintorescos. Me cuenta que algunos han comenzado a poner en venta sus propiedades, sin esperanza de encontrar compradores. "Lo ideal sería - opina - que cambiaran de ubicación la fábrica antes de que el barrio pierda su atractivo". "Eso sí - comenta - construyendo una circunvalación y eliminando esa travesía en la que ya se han producido demasiados accidentes."

DESTRUCCIÓN A TODA COSTA

DESTRUCCIÓN A TODA COSTA

     Llega a mis manos un folleto de la organización ecologista Greenpeace en el que muestra su inquietud ante la irracional expansión urbanística en las diez comunidades autónomas españolas que lindan con el mar. En su página web www.destruccionatodacosta.com denuncian este desarrollismo salvaje que, en lugar de atraer al turismo de calidad, está degradando el litoral español y convirtiendo zonas costeras casi idílicas en emporios de cemento y asfalto.

     Los ecologistas presentan diez postales desplegables - una por cada comunidad - que nos ofrecen la cara más oscura de las costas españolas: edificios casi a pie de playa, hoteles ilegales, contaminación ambiental, vertidos indiscriminados,...  Sus postulados se resumen en estas cinco propuestas:

          . Impedir la expansión ilimitada del urbanismo.

          . Eliminar las construcciones ilegales en el litoral y conservar los espacios costeros.

          . Puesta en marcha de la Estrategia para la Sostenibilidad de la Costa.

          . Acabar con los vertidos industriales y urbanos que están dañando la calidad de las aguas del mar.

          . Creación de reservas naturales y marinas que permitan conservar amplios tramos y aseguren la recuperación  de  las especies.

     No sé si los responsables políticos se harán eco de estas propuestas. Tal vez les parezcan utópicas y poco realistas. Quizás las consideren fuera de lugar. Pero el mensaje está ahí y acaso sea ya demasiado tarde para dar marcha atrás. El rodillo del progreso sigue haciendo de las suyas en el litoral y en el interior.

 

 

CONTRA VIENTO Y MAREA

CONTRA VIENTO Y MAREA

El alcalde zaragozano Juan Alberto Belloch ha hecho lo posible y casi lo imposible para que el río Ebro deje de ser un nido de suciedad y de residuos y se convierta en un vehículo de ocio. Y la intención es buena. Pero los frutos tal vez no sean tan apetecibles como los deseados.

Todos sabemos que el progreso está reñido con la naturaleza - quien diga lo contrario casi miente - y que el cemento y el asfalto disgustan a los ecologistas. Todos sabemos también que el río Ebro ha sido navegable en otras ocasiones, pero lo ha sido por necesidad y no con una finalidad lúdica. Por eso, los planes de Belloch van a chocar contra la voluntad de muchos ciudadanos que afirman que con la construcción del azud se va a hacer un daño irreversible al río.

Uno diría que el daño ya está hecho desde hace bastante tiempo. Y que, ahora que nos toca mirar hacia el río casi sin querer, nos damos cuenta de que sus aguas están casi pútridas, su caudal es casi ridículo y su cauce es cada vez más artificial y caprichoso. Esto no impide que, como motivo de la Expo 2008, pequeñas embarcaciones - como la de la fotografía - surquen río arriba sus aguas. Eso sí, si no sopla el cierzo. De lo contrario, tienen que permanecer amarradas como el bonito catamarán, que espera paciente su bautismo en las aguas de este caudaloso río.

Otro tema es el del dragado del río. La polémica está servida de nuevo. Unos dicen que no perjudica al río; otros opinan que es un atentado contra su cauce natural. Cada uno aporta sus convincentes razones. Pero, en lo que coincide la mayoría, es en que el río cada vez da menos de sí, en que está cada vez más explotado y en que la próxima avenida - que esperemos no llegue hasta el 2009 - hará que las aguas vuelvan a su cauce.

Mientras tanto, Belloch y su consistorio siguen adelante. Contra viento y marea. De momento, mientras dure la Expo. Luego, ya se verá. Todo dependerá de muchos factores. Si los zaragozanos acogen positivamente estos paseos en barca, igual se deciden a sanear sus aguas. Porque, a fecha de hoy, yo no me veo montado en el catamarán con un plato exquisito delante y soportando al mismo tiempo el hedor del agua del río. Algunos dirán que lo mismo ocurre en el Sena o en el Danubio. Pero su caudal es mucho más copioso y su entorno totalmente distinto. Mientras tanto, a disfrutar con este pequeño aprendiz de lago, como lo hacían ayer tarde los numerosos piragüistas. Sin prejuicios y, afortunadamente, sin cierzo.

EL SOTO DE CANTALOBOS

EL SOTO DE CANTALOBOS

     Al este de la ciudad de Zaragoza, muy cerca del barrio de las Fuentes, se encuentra el Soto de Cantalobos, uno de los bosques de la ribera del Ebro mejor conservados. Ahora, con el reciente inauguración del camino natural de la Alfranca, se puede disfrutar de este paisaje y acercarse a la ribera del Ebro a pie, en bicicleta o en tren turístico.

     No es el único soto de la ribera del Ebro. Hay otros entornos naturales casi desconocidos y amenazados por la expansión urbanística e industrial. La recuperación de este camino natural acerca a los zaragozanos y visitantes a la cara oculta del Ebro. Esta tarde he recorrido parte de esta senda y me he dado cuenta de que la recuperación de estos espacios naturales es algo tardía, aunque aún se está a tiempo. He contemplado, además, lo poco que queda de la huerta de las Fuentes. Los campos se están abandonando progresivamente. Ya no se ve la acelga, ni la borraja, ni la alcachofa. Sólo queda algún campo de alfalfa o de maíz. La cercanía de la ciudad avanza sin remedio hacia el este y la huerta se repliega paulatinamente.

     Numerosos ciclistas utilizan este camino de tierra, bien conservado. Prefieren alejarse del asfalto y de los todavía escasos carriles bici. Es una lástima que los árboles no dejen ver el bosque. Es decir, que la vegetación y las abundantes hierbas impiden contemplar el caudal del río y sus caprichosos meandros. Eso sí, todo está bien indicado y convenientemente señalizado. El paseo ha valido la pena. Además, es llano y de vez en cuando aparece un área de descanso o un pequeño observatorio natural. Una ruta más para alejarse momentáneamente de la ciudad.

CADA GOTA CUENTA

CADA GOTA CUENTA

Cristina Monge, directora del área de Proyección Externa de la Fundación Ecología y Desarrollo estuvo ayer tarde en el instituto Ramón y Cajal de Zaragoza con motivo del acto de despedida de la promoción 2006-2008 de alumnos de segundo de bachillerato. Ya que este curso se han centrado todas las actividades complementarias y extraescolares realizadas por los alumnos en el tema del Planeta Tierra y su conservación y, en línea con la recién inaugurada Exposición Internacional de Zaragoza, la charla de Cristina versó sobre el tema del agua y la concienciación para su mejor aprovechamiento.

Con el título tan sugerente - Cada gota cuenta - la conferenciante nos presentó datos estadísticos casi escalofriantes: más de cuatro mil niños mueren cada día en el mundo por falta de agua, España es uno de los países de la Tierra que más agua consume por habitante, se puede ahorra gran cantidad de agua con pequeños gestos cotidianos,... Todo ello estuvo ilustrado con una clara presentación en power-point y con intervenciones ocasionales de alumno de los participantes.

Le llamó la atención a Cristina Monge que casi nadie conociera los litros de agua que consume al día. Comentó que, si el agua fuera más cara, tal vez pondríamos muchos más medios para reducir su consumo. Y para finalizar, nos dejó claros cuáles son los objetivos que debemos plantearnos si queremos dejar a nuestros hijos y nietos un Planeta más habitable. Desde luego, sin este bien cada vez más preciado, la Tierra caminará paulatinamente hacia el caos.

RUTA SENDERISTA EN ALIAGA

RUTA SENDERISTA EN ALIAGA

     La climatología nos ha regalado un día ideal para caminar por unos parajes encantadores a lo largo y ancho del término municipal de Aliaga. Han sido seis horas largas de subidas y bajadas, seis horas de contacto permanente con la naturaleza, seis horas de silencios, de conversaciones y de emociones contenidas.

     Porque caminar por uno de los términos más extensos de la provincia de Teruel conlleva un pequeño sacrificio, sobre todo para aquéllos que no están habituados a recorrer caminos empinados, senderos escabrosos y atajos difíciles. Pero, al fin y al cabo, todo lo compensa la sinfonía de sonidos, el regalo cromático para la vista de los más insólitos tonos verdeamarillos, la compañía cercana de amigos de toda la vida.

     Hay que decir, ante todo, que la organización de este evento - que ya va por su segunda edición y que es puntuable para la tercera copa de Andadas Populares de Aragón - ha sido perfecta: avituallamientos estratégicos y oportunos, señalización detallada y atenciones de todo tipo para los más de doscientos participantes.

     Uno de los puestos de avituallamiento estaba situado precisamente al lado de la Planta de Cogeneración de Gas, tan reclamada y puesta en tela de juicio durante los últimos días. La andada ha querido unirse simbólicamente a una reivindicación que supone un pequeño impulso para este pequeño pueblo turolense. No sé si sus ecos llegarán a los responsables del Gobierno de Aragón. Me imagino están demasiado ocupados preparando los fastos de la Expo. Pero los del pueblo no reblan y tienen intención de acudir a Zaragoza o adonde sea para pedir, una vez más, que el tejido industrial que puede mantener con vida al pueblo no sólo no desaparezca, sino que se incremente.

    Javier y yo hemos regresado a Zaragoza con el cansancio acumulado, pero con la satisfacción de haber recorrido casi treinta kilómetros por unos parajes que todavía no conocíamos. Además, hemos compartido las horas con personas de muy diversa procedencia. Y esperamos contagiar a algunos más para que se animen el próximo año.

 

EL PROBLEMA DEL ENVASADO

EL PROBLEMA DEL ENVASADO

     Hace pocos años, cuando ibas a comprar a la tienda del barrio o al supermercado más cercarno, podías adquirir deteminados productos a granel, sin necesidad de envases o de protección especial. Hoy día, sin embargo, el envasado en recipientes derivados del petróleo ha ganado tanto terreno, que incluso el pescado fresco aparece en estos recipientes atractivos y muy bien presentados.

     Ayer tarde tuve que ir a una pescadería de toda la vida - de las pocas que aún sobreviven en los mercados - para comprar unas piezas de pescadilla fresca. Me la entregaron envuelta en un papel y luego la empaquetaron en un pequeño plástico transparente. Eso sí, pude prescindir de esta bandeja efímera que acabaría en  pocos minutos en el cubo de la basura, como acaban tantas bolsas de plástico, un producto que contamina por doquier.

     Cuando viajé a los Estados Unidos, me sorprendió el uso casi generalizado de recipientes de papel en algunos supermercados. Creía que esta costumbre iba a llegar a España. Pero no ha sido así. La compra del fin de semana en los supermercados y grandes almacenes supone un consumo de millones de bolsas de vida efímera y de consecuencias negativas para la salud del planeta Tierra.

      La solución está, al parecer, a la vuelta de la esquina. En algunas autonomías ya premian al que recicla las bolsas de plástico utilizándolas de nuevo. En otras ciudades se vuelve a adoptar el uso del carro de la compra, bastante preterido últimamente. Porque la bolsa de plástico es, al parecer, bastante cómoda. Y no nos podemos permitir el lujo de despilfarrar un producto que sólo dura una media de 12 minutos. Si cobraran por su uso, tal vez algunos compradores volverían al carro, a la cesta o al capazo. Pero parece ser que el ciudadano no está, de momento, por la labor. Hasta que nos demos cuenta del negativo impacto ambiental y entonces quizás sea demasiado tarde.

MINAS A CIELO ABIERTO

MINAS A CIELO ABIERTO

     He visitado en alguna ocasión explotaciones de minerales a cielo abierto y se me ha caído el alma a los pies. En un caso concreto, me llamó la atención la irreversible afección al paisaje, a la fauna y a la flora del lugar. Pocos años después, se intentó poner remedio a esta alteración del ecosistema. Pero todo se vino al traste unos meses después. Debido tal vez a alguna tormenta, a la inevitable erosión o a las periódicas sequías, la débil capa o manto vegetal que ocultaba cenizas, escombros y residuos desapareció. Y el aspecto de ese agujero grisáceo volvió a mostrarse en toda su crudeza. Sólo una pequeña laguna de agua verdosa disimulaba un poco la herida de las entrañas de la tierra.

     El debate y la polémica siguen vigentes: ¿explotaciones subterráneas o a cielo abierto? Desde el punto de vista económico está claro que son más rentables las últimas. Pero los siguientes datos pueden motivar una profunda reflexión:

           - Este tipo de minas genera aproximadamente el setenta por ciento de los residuos industriales en España.

           - Además de su impacto ambiental, los problemas para la salud humana también se incrementan: enfermedades respiratorias o del sistema nervioso.

           - Las minas a cielo abierto alteran de tal modo el entorno natural que no es posible recuperarlo por completo.

     Todo esto viene a cuento porque Alfredo Boné, Consejero de Medio Ambiente de la Diputación General de Aragón, quiere tomar medidas para reducir al máximo el impacto ecológico negativo de estas explotaciones. Me pregunto si la solución no llega demasiado tarde. Tal vez el paisaje esté ya excesivamente degradado, la fauna autóctona se haya alejado de la zona y los pequeños cauces de los arroyos no lleguen a tomar su color natural. De todos modos, no es una mala idea. Aunque tal vez llegue a destiempo. 

 

LA AGONÍA DE LOS RÍOS

LA AGONÍA DE LOS RÍOS

     Hace tiempo que vienen sonando las señales de alarma. Nuestros ríos agonizan. Nuestros ríos se mueren. Su caudal es cada vez más exiguo, ya que aumenta el consumo humano, el consumo industrial y la reserva para regadíos. Además, los vertidos urbanos que van a parar a los ríos siguen aumentando en progresión matemática. Un ejemplo muy claro lo tenemos en los ríos del Pirineo: el Aragón y el Gállego son los más castigados por la contaminación y los que peor aspecto presentan. Cuando me desplazo a Villanúa, contemplo con tristeza cómo su escaso caudal surca torpemente el serpenteante cauce con una carga de residuos muy superior a la que soportaría este mismo caudal en una ciudad de diez mil habitantes. Lo mismo ocurre con pequños núcleos rurales ubicados junto a estaciones de esquí, como Astún o Candanchú. ¿A qué esperan el Ministerio y el Departamento de Medio Ambiente del gobierno de Aragón? La solución más urgente es, al parecer, la de instalar depuradoras en los núcleos urbanos más importantes. Pero esta actuación únicamente paliaría los efectos inmediatos de los vertidos. Hay que tener en cuenta que el agua que pasa por las depuradoras ya no es la misma, ni mucho menos, que el agua cristalina con la que todos hemos soñado alguna vez.

     Año tras año, década tras década, se puede comprobar este efecto contaminante en muchos ríos españoles. En Aragón, además de los ríos pirenaicos, hay otros tan amenazados o más por la dejadez de los habitantes de estas comarcas y por la desidia de las instituciones. Personalmente conozco las actuaciones para depurar las aguas del río Huerva en Mezalocha o del río Guadalope en Aliaga. Está claro que hay depuradoras más eficaces y más modernas que otras. Pero lo más importante es realizar de vez en cuando tareas de limpieza de los cauces y de las riberas para contrarrestar tantas agresiones por parte de vecinos o turistas. No sé si será ya demasiado tarde para afrontar la situación, pero lo que no podemos esperar es que alguna riada ocasional limpie la suciedad y mejore la calidad de las aguas. Mientras tanto, la contemplación de muchos ríos produce lástima. Las soluciones están en la mente de todos, pero hacen falta grandes inversiones. Y eso, de momento, es harina de otro costal.

EL EMBALSE DE MEZALOCHA

EL EMBALSE DE MEZALOCHA

     Es una buena noticia que el río Huerva, a su paso por la localidad de Mezalocha, discurra saneado, aparentemente limpio, casi natural. Sus aguas descienden altivas desde el pequeño embalse de Mezalocha, que ya tiene un siglo de vida. Después de una primavera lluviosa, como las de antes, este pantano muestra su mejor imagen: lleno al cien por cien, hasta rebosar. A pesar de lo que digan los escépticos, a pesar de los agoreros, a pesar de los pesimistas - que siempre ven la botella medio vacía - este año habrá agua suficiente para los riegos, para las huertas y para uso humano. Luego vendrán los despilfarros del verano y las lamentaciones de siempre. Porque, para algunos, siempre habrá sequía y escasez e insuficiencia.

    No llevaba a mano la cámara digital para fotografiar cómo rebosaba el agua del embalse, cómo formaba una fragorosa cascada, cómo bullía alegre el Huerva en este tramo intermedio. Más adelante llegarán los residuos, algunos vertidos y la inevitable evaporación. Y en Zaragoza lo contemplaremos amarronado, menesteroso, flanqueado de desechos. Es el comportamiento humano, irresponsable y egoísta, el que transforma cauces limpios, casi cristalinos en auténtidos vertederos. Hay ejemplos en toda la geografía aragonesa: desde el río Aragón al Noguera Ribagorzana, desde el Jalón al Matarraña.

     De todos modos, consuela ver esta imagen de un río tan maltratado en las últimas décadas y tan irregular en su cauce. ¿Hasta cuándo durará el saneamiento del Huerva? ¿Cuándo le tocará el Gállego? ¿Y al Ebro? Debería ser tarea de todos, no sólo de la CHE y de los ayuntamientos. La vida está en los ríos y la muerte en los cauces abandonados y malolientes.

CALIDAD DE VIDA

CALIDAD DE VIDA

     Mientras los partidos políticos apuran sus últimas horas de campaña electoral, mientras los líderes políticos se toman un pequeño respiro antes de culminar esta jornada con una gran fiesta en diversos lugares de la ciudad, mientras las distintas músicas electorales se desparraman por las calles de Zaragoza, varios grupos de niños y adolescentes de distintos colegios e institutos de Aragón acuden al salón de actos del Edificio Pignatelli, sede el Gobierno de Aragón, a recoger los premios de la Fase Autonómica del concurso escolar Consumo Responsable y Calidad de Vida, que ya va por su segunda edición.

   El Instituto Ramón y Cajal de Zaragoza ha presentado a tres equipo de alumnos de segundo y tercero de ESO. Todos ellos - Los Berberechos, de segundo, y Los Mañicooooos y Los Cabezones, de tercero - han obtenido un merecido premio como recompensa a sus trabajos sobre el consumo y la calidad de vida. De entre todos los grupos participantes, me ha llamado la atención el trabajo presentado por el Equipo Fuentes-Gelsa, del Instituto Benjamín Jarnés de Fuentes de Ebro. Con el lema "No podemos consumir por ti..."  Estos alumnos quieren transmitir su preocupación por el consumo compulsivo de objetos por parte de los jóvenes y reflexionar cobre la manera de consumir de modo más razonable. Su lema podría ser tenido en cuenta por las diversas formaciones políticas: "Consume responsable, consume sostenible, consume justo, consume divertido, consume sano".

    Cuando la campaña electoral baje el telón a las doce de la noche, se abrirá un breve paréntesis de reflexión de 24 horas. Algunos políticos se dedicarán a leer, otros a descansar, otros a rememorar estos quince días tan intensos. No estaría mal que dedicaran un rato a reflexionar sobre la educación, sobre el futuro del planeta y sobre la calidad de vida. Quizás lo hayan hecho ya durante la campaña. Pero nunca será suficiente la adopción de medidas para evitar que la Tierra se vaya desmoronando como un castillo de naipes.

POR UNOS RÍOS MÁS NATURALES

POR UNOS RÍOS MÁS NATURALES

     Me llega por correo electrónico el resumen de los temas más importantes que preocupan a los ciudadanos: los cauces fluviales y su conservación. Lo recibo de la revista virtual Cazabaret del pueblo turolense de Mas de las Matas. El motivo es la celebración del décimo Día Internacional de Acción por los Ríos, que esta tarde se celebra en Zaragoza con una manifestación frente al edificio de la Confederación Hidrográfica del Ebro en el Paseo de Sagasta.

     El lema es sugerente y contundente: "Por los ríos y contra las presas. Agua y vida". Y el texto que acompaña a esta convocatoria no tiene desperdicio:    

El Dios Neptuno visita el Ebro en Zaragoza

El Dios Neptuno observará las aguas del río y el estado de sus riberas y dirá unas palabras contra las acciones que destruyen embalsan y esquilman el reino de su hijo Ebro, y el uso indebido de sus agua para destruir el de su abuela Gea con urbanizaciones, autovías, campos de golf y pistas de esquí.

 

A PASO DE CANGREJO

A PASO DE CANGREJO

     Este es el título de la última obra ensayística del famoso escritor italiano Umberto Eco. En ella el autor reflexiona sobre la situación del mundo desde el inicio del tercer milenio. Su punto de partida es el brutal atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York. Pero de su lectura se pueden deducir otras impresiones.

    Podemos aplicar este mismo eslogan - que ya usó Gunter Grass en otro ensayo clarividente - al camino irreversible iniciado por el planeta Tierra desde hace varias décadas: calentamiento global, efecto invernadero, elevación del nivel del agua de los mares y océanos, desarrollismo salvaje, deforestación sistemática y progresiva... No sé si se llegará a tiempo. Parece que los gobiernos de los países desarrollados - los que más contaminan - quieren empezar a adoptar medidas. Pero la mayoría son impopulares y, tal vez, regresivas. Por eso dilatan la situación y eligen la política del avestruz. Mal asunto.

     Plasmo esta viñeta que, en clave de humor, nos alerta de esta cruda realidad. ¿Llegaremos a tiempo de evitarlo?

EXCREMENTOS CANINOS

EXCREMENTOS CANINOS

     De entre las muchas exposiciones que se pueden visitar en Zaragoza durante estos meses, destaca una por su peculiaridad, su sencillez y su inusual planteamiento. Se puede visitar en la planta baja del Centro de Historia y puede servir de pórtico a la excelente exposición sobre Ramón y Cajal. La exposición se presenta como Espacio Tránsito y se inscribe en el marco de un denominado KAKAGOZA PROJET. Se trata, ni más ni menos, de un proyecto ambicioso, casi utópico, impulsado por el polifacético autodidacta Rubén Cárdenas Gracia, de erradicar de nuestros parques, aceras, avenidas, alcorques, portales, plazas,...la mierda de perro - dicho sea, con perdón, y sin eufemismos -.

     El propio Rubén plasma en un folleto explicativo el objetivo del proyecto: "No es vender esto como un arte urbano, campestre o decorativo, o que el arte sea morirte de frío. El objetivo es una ciudad sin kk's, sin banderas, pero con bandera verde, una ciudad limpia, moderna y divertida. Que los perros hablen español, árabe, rumano y esperanto, que la mierda se recoge igual en todos los idiomas".  En los últimos 3 años, han colocado más de 6000 banderitas sobre las kk's de perro. Y no se desaniman. Se contentan con aparecer en los medios y concienciar a la gente, aunque sólo sea una minoría. Además, regalan a los visitantes pequeñas banderitas amarillas con el lema de la campaña y con la silueta de un excremento precedida de la palabra "precaución".

     Hay un lema en la exposición que llama la atención. Sobre la silueta de un can aparece la frase "mi amo no me ama". Conozco a vecinos y amigos que tienen un animal de compañía. Lo aman con locura. Lo cuidan casi con exquisitez. Pero muy pocos llevan la bolsa de plástico para recoger sus excrementos y depositarlos en los contenedores que acaba de instalar el Ayuntamiento de Zaragoza. Ha habido intentos de aislar a los perros en zonas limitadas para que depositen allí sus excrementos y orines. En la Gran Vía y en la Plaza de los Sitios se intento sin éxito. Quizás lo que falta sea más educación. Si muchos ciudadanos no son capaces de depositar la basura en los contenedores o los papeles en las papeleras, ¿cómo van a preocuparse de recoger los excrementos de sus animales? Habrá que esperar y soñar y luchar por esta causa ciudadana. Como Rubén Cárdenas y los que le respaldan.

ECOCIUDAD

ECOCIUDAD

     Escribí sobre el futuro barrio zaragozano de Valdespartera hace aproximadamente un año - el 3 de marzo de 2006 - y tengo que reconocer que durante esos meses el lugar ha cambiado notablemente de fisonomía. Es verdad que su enclave geográfico no es el ideal. Es verdad que los bloques de pisos le otorgan un aspecto demasiado monótono y poco original. Pero hay otros aspectos positivos que merece la pena destacar.
      Llaman positivamente la atención sus avenidas semipeatonales, con limitación para circular cualquier coche por cualquier calle. Sorprende gratamente el espacio dedicado a futuras zonas verdes, que atenuarán el panorama actual, casi estepario. Pero lo que más habría que valorar, es el decidido impulso ecológico del Ayuntamiento en lo que se refiere a la recogida de basuras. Los que visitemos a algún familiar o amigo, no encontraremos contenedores en las esquinas. Y, si nos quedamos a pasar la noche, no tendremos que soportar el molesto ruido de los camiones de la basura. Cada vecino, desde su casa, podrá depositar los residuos orgánicos, plásticos, de papel o de vidrio en el contenedor adecuado. Trece kilómetros de tuberías se encargarán de transportarlos a la correspondiente planta de reciclaje o al vertedero.
     A ver si sirve de ejemplo para otros barrios o para otras ciudades. Es una iniciativa pionera y hay que respaldarla. Eso sí, siempre que los vecinos sean responsables y alienten esta práctica en su actividad cotidiana. El medio ambiente se lo agradecerá.