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josemarco

ECOLOGÍA

AGUA, TERRITORIO Y PAISAJE

AGUA, TERRITORIO Y PAISAJE

     He aprovechado la mañana festiva de San Valero y la mañana dominical de ayer para visitar las exposiciones Aquaria: agua, territorio y paisaje, dedicadas a plasmar los usos del agua en Aragón desde el siglo XIX hasta nuestros días. El objetivo de los organizadores es dar a conocer el esfuerzo realizado durante casi doscientos años para gestionar los usos del agua del modo más eficaz posible y concienciar a todos los ciudadanos aragoneses del uso inteligente de este bien cada vez más escaso. El despliegue gráfico es excelente, las maquetas, originales e ilustrativas y los objetos antiguos, llenos de realismo y plasticidad.


     En las salas del Palacio de Sástago, que Javier ha visitado y admirado por primera vez, hemos encontrado una variopinta selección de objetos, cuadros, fotografías,…que nos invitan a admirar lo que desde los ideales reformistas de Ramón de Pignatelli hasta el impulso pragmático del grausino Joaquín Costa supuso para el posterior impulso y desarrollo de las centrales hidráulicas del alto Aragón y del Canal Imperial de Aragón.

     Son dos siglos de proyectos, de duros trabajos y de gozosas realidades. Aunque el impulso más importante para el aprovechamiento del agua en Aragón tuvo lugar en el siglo XX – con el obligado paréntesis de la guerra civil. Los años cincuenta supondrían la construcción de centrales térmicas, como la de Aliaga, y de obras de ingeniería de envergadura, como los molinos harineros, de pólvora, de papel, de barniz, de aceite, batanes,…  

     Pero la tarea, a pesar de los avances del pasado, acaba de comenzar, aunque su enfoque debe ser distinto, dada la problemática actual. Porque queda mucho camino por recorrer en relación con el agua y el medio ambiente. ¿Se van a sanear de una vez por todos nuestros ríos, cada vez más mermados de caudal? ¿Se van a regenerar algunos embalses cada vez más anegados de lodo y residuos? ¿Se van a ampliar los canales, los regadíos y a modernizar las acequias? ¿Se va a mejorar la calidad del agua de boca en algunas poblaciones? ¿Se van a dedicar más fondos a preservar los humedales? Son preguntas que todos conocemos. El reto es llevarlas a la práctica entre todos: instituciones públicas y entidades privadas. Y, por qué no, por cada uno de los ciudadanos o ciudadanas

ADIÓS A LAS ESCOMBRERAS

ADIÓS A LAS ESCOMBRERAS

     Ése sería nuestro deseo y el de los que quieren impulsar el turismo rural en las comarcas más deprimidas de Teruel. Una de ellas es la comarca de las cuencas mineras. Escucha siempre se ha caracterizado por sus minas y por la producción de lignito. Ha llegado el momento de transformar su riqueza de carbón en producción eólica. Pero aún permanece junto al casco urbano una central térmica que no sólo contamina, sino que produce toneladas de residuos.

      Es intención del Gobierno de Aragón y de la propia empresa eliminar estos residuos y transformarlos en tierra fértil o, al menos, en superficie no contaminante. Los deseos y las buenas intenciones son elogiables, pero la realidad es otra. Existen experiencias anteriores como la de las minas y la térmica de Aliaga, cerrada en el año 1981. En el barrio de la Aldehuela quedan los restos de la antigua central y montañas de escombros de color ceniza. Quedan, además del esqueleto de la central, restos de los pozos, de las tolvas, de las vagonetas, de los castilletes y un largo etcétera. ¿Hasta cuándo quedarán estos residuos?

      Haría falta un plan, como en Escucha, como en Ojos Negros, como en Palomar, como en Ariño, como en Gargallo. Teruel tiene muy pocas posibilidades de afrontar un futuro en progreso. Sólo el turismo rural y las industrias ganaderas pueden frenar el éxodo de la población y mantener la riqueza. Por eso es una buena noticia lo que se intenta hacer en Escucha. A ver si toman nota en Aliaga y en otras poblaciones donde la riqueza minera ha dejado paso al deterioro paisajístico y a la desolación.

AUTOBUSES ECOLÓGICOS

AUTOBUSES ECOLÓGICOS

   Me gusta pasear por la ciudad. A pesar de la fría temperatura matinal y de la densa niebla, hoy he acudido andando al trabajo y he dejado el coche en el garaje. Tampoco he optado por el autobús, ya que en ocasiones invierto el mismo tiempo que andando.

   La agradable sorpresa ha sido contemplar uno de los 32 autobuses ecológicos que han comenzado a circular por las calles de Zaragoza. Es una buena apuesta del ayuntamiento y una acertada decisión. Aunque sólo sea un pequeño grano de arena en medio del desierto, el medio ambiente lo agradecerá. Lo importante es que cunda el ejemplo y que este biocombustible se vaya extendiendo a automóviles públicos y privados.

   ¿Será una buena alternativa al petróleo? ¿Será el inicio de una recuperación medioambiental? Son muchas las preguntas que uno se puede plantear. Lo importante es, sin embargo, que se ha dado un paso adelante y se ha apostado por lo natural, lo reciclable, lo biodegradable.

RÍOS LIMPIOS

RÍOS LIMPIOS

   Ayer me sorprendió gratamente contemplar un grupo de fochas y de pequeñas aves acuáticas en el cauce del río Huerva, cerca de su desembocadura. Hacía tiempo que no veía esta escena en Zaragoza, con excepción de las aves que surcan el cada vez más abandonado Canal Imperial. Lástima que esas pequeñas aves tengan que soportar aguas pútridas, olores fétidos y gran cantidad de residuos.

   Dudo que volvamos a los ríos de hace treinta o cuarenta años. Cada vez hay menos cauce y no les damos tiempo de recuperar su caudal ecológico. Ni siquiera algunos ríos pirenaicos o del Maestrazgo se salvan de la temprana contaminación, poco después de su nacimiento. Ejemplos los tenemos en abundancia, sin salir de Aragón.

   El consejero de Medio Ambiente está preocupado por el problema. Aunque quien ha alzado la voz con más intensidad ha sido Pedro Arrojo, abanderado de la nueva cultura del agua. Este profesor de análisis económico intenta abrirnos los ojos a la realidad: estamos agotando los ríos y abusando en exceso de nuestros cada vez más escasos recursos hídricos. El tiempo - si no cambian mucho las cosas - le dará la razón. Por eso, el Instituto Aragonés del Agua llevará este fin de semana a la comarca del Maestrazgo el programa de sensibilización y educación ambiental Ríos Limpios, Aragón Vivo. ¿Será sólo un acto de voluntarismo político y social? Esperemos cunda el ejemplo y frenemos un poco este olvido de los ríos como fuente de vida.

EL ALTO GUADALOPE

EL ALTO GUADALOPE

    Me da pena el Guadalope. Me da pena sobre todo el Alto Guadalope, cada vez más amenazado por el turismo irresponsable y la especulación. Quedaron atrás los años de vida y lozanía de este río, mudo testigo de nuestros juegos infantiles en Aliaga y en los pueblos de la comarca. Sin embargo, a pesar de los pesares, el pequeño cauce que nace en las inmediaciones del puerto de Sollavientos se desliza presuroso hacia Villarroya de los Pinares - pueblo encantador de la sierra del Maestrazgo - y serpentea después hasta Miravete de la Sierra - otra joya turística -. En Aliaga muestra todas sus fisonomías: apacible, suave, dulce, rebelde y, en ocasiones, indomable. Allí se enriquece con los torrentes de la Clara y de la Tamborera y junta sus aguas con el río de la Val, que viene de Son del Puerto y de Valdeconejos. A partir de ese momento, se complica su camino y su color cristalino se va transformando en un gris amarronado, a pesar de la instalación de rudimentarias depuradoras. En el embalse de Aliaga - ¿embalse? - se anega y pierde su personalidad. Luego remonta bravío hacia Montoro por Boca Infierno y sigue su larga ruta hacia el pantano de Santolea.

   Pero las noticias no son nada esperanzadoras: el mejillón cebra ya está en su desembocadura y amenaza con subir hasta lo más alto de su cauce. ¡Qué pena ver al Guadalope mustio y escuálido en este otoño atípico y capichoso!  Esperemos sepa resurgir de sus cenizas, aunque dudo vuelva la época de las truchas, barbos y cangrejos. Hace unos años le dediqué una oda. Espero no tener que dedicarle una triste elegía.

EN BICICLETA POR LA CIUDAD

EN BICICLETA POR LA CIUDAD

            Parece que los ciudadanos se inclinan cada vez más por el uso de la bicicleta para desplazamientos cortos o medios. Al menos en teoría. Lo que ocurre es que luego la cruda realidad pone a cada uno en su sitio. Y, aunque los ayuntamientos de las grandes ciudades se esfuerzan por invertir en nuevos carriles bici, los amantes de este tipo de transporte más barato y ecológico se lo piensan dos veces cuando el frío arrecia o la lluvia amenaza.         

   Esta mañana, en la céntrica Plaza de España de Zaragoza, invitaban a desayunar – un desayuno muy casero y ecológico, por cierto – a aquéllos que acudieran allí en bicicleta. Al parecer, no han sido muchos los que se han sumado a esta original iniciativa. Quizás las ocho de la mañana de un martes de septiembre no invitaban mucho a desayunar en plena calle.      

      Pocas veces me he atrevido a ir en bicicleta a la Universidad o a mi lugar de trabajo. Reconozco que, en teoría, es saludable. Pero, en la práctica, te disuaden muchos motivos: el tráfico, problemas de aparcamiento, llegar sudando al aula,…y, sobre todo, la escasez de carriles-bici. En muchos países de Europa del Norte es una práctica bastante habitual. Llevan muchos años por delante. Los estudiantes alquilan bicicletas o las compran y, cuando acaban la carrera o la etapa de intercambio, las revenden de nuevo. Quizás sea hasta un buen negocio. ¿Cuándo llegará a las ciudades españolas?

PASEO POR EL CANAL IMPERIAL

PASEO POR EL CANAL IMPERIAL

  La mañana ventosa y soleada del domingo invitaba a pasear en bicicleta por el Parque Grande (que está en un estado lamentable) y a estrenar el nuevo carril bici que bordea el Canal Imperial. La mañana estaba animada: varias embarcaciones - la mayoría artesanales y muy originales - surcaban las aguas del canal de Pignatelli para reivindicar - como todos los años - un uso más lúdico y recreativo de esta vía de comunicación acuática. Digo vía de comunicación, porque en el siglo XIX los viajeros románticos Quadrado y Parcerisa reflejaron en las páginas del volumen Aragón de Recuerdos y Bellezas de España un "Paseo por el Canal Imperial" que atravesaba el río Jalón y, al mismo tiempo, servía de recreo a los visitantes.

  Han pasado casi dos siglos y el Canal sigue vivo - yo diría que sobreviviendo - a pesar de las especulaciones, los vertidos y el falso desarrollismo. Por eso, los que tienen espíritu ecologista reivindican año tras año un Canal limpio, abierto a las embarcaciones y que sirva de espejo a la ciudad. Además sería un buen complemento del Parque Grande, que es otra asignatura pendiente de los últimos ayuntamientos. ¿Se atreverán a remodelarlo para la Expo? Quizás sea mucho pedir

EL AZOTE DEL VERANO

EL AZOTE DEL VERANO

    Tardaban en llegar. O, al menos, eso parecía. Pero queda todavía mucho verano y Galicia y la comarca del Ampurdán de Cataluña se están disputando este fin de semana el triste y dramático honor de estar invadidas por numerosos incendios forestales. Lo más trágico, es la pérdida de vidas humanas, como ocurrió el año pasado en la provincia de Guadalajara. En Pontevedra ya han fallecido dos mujeres, perdidas con su coche y atrapadas en un laberinto infernal de humo.

     Lo más triste de la situación es, sin embargo, que la mayoría de estos incendios son provocados. Sibilinamente provocados. ¿Qué buscarán estos desalmados y anónimos pirómanos con sus acciones? ¿Destrozar el paisaje? ¿Asolar las comarcas? ¿Intimidar a los vecinos? ¿Algún beneficio económico? Ninguna razón justifica estos incendios. Lo de Galicia es sorprendente y casi antinatural: casi todos los veranos el fuego aparece porque sí. Y se inicia en varios frentes simultáneos. La negra mano humana está detrás de esto. Como ocurrió en la provincia de Valencia hace más de una década. Ahora, en las proximidades de Alcira los montes están desolados, las laderas desnudas. Sólo alguna urbanización rompe la monotonía del paisaje. Y la erosión campa por sus anchas. Y le sequía avanza sin contemplaciones.

    En la provincia de Teruel también hubo un grandioso incendio hace poco más de una década. Ardieron miles de hectáreas en la comarca del Alto Maestrazgo: Castellote, Villarluengo,... Las llamas dejaron desolado un maravilloso paisaje natural que tardará varias décadas en recuperarse. Este año los incendios parece que respetan a Aragón. Pero aún queda mucho verano. Y hay demasiado irresponsable suelto que hace caso omiso del paisaje y de su riqueza ecológica, turística y cultural.

LAS HIGUERAS

LAS HIGUERAS

   En la comarca de la Ribera, en las inmediaciones de Alcira, predominan los cultivos de naranjos en este verano seco y soleado. Sin embargo, antes de que la naranja recobre su tamaño y comience a cambiar de tonalidad, hay un fruto que se anticipa este año unos días y que atrae a todo tipo de insectos y ¡cómo no! a los pájaros. Este delicioso y dulce manjar es el higo - breva en primavera - que presenta normalmente dos variedades: el morado y el amarillo.

   Las higueras son árboles de clima mediterráneo. Necesitan calor y poca agua. Por eso este año están en su apogeo. Sin embargo, hay que tener cuidado al acercarse a recoger su dulce y delicado fruto: las hojas tienen una especie de autodefensa y producen en la piel picores muy molestos. No me extraña que el higo sea tan caro en el mercado. Es difícil de recolectar y tiene una vida efímera en el árbol. Le ocurre algo similar a la cereza preveraniega. De todos modos, una buena higuera - también las hay estériles como la que citan los Evangelios - da una sombra agradable, ofrece cobijo al caminante y brinda su dulce fruto. Por no hablar de sus cualidades nutritivas y de sus dotes curativas.

EL CAMBIO CLIMÁTICO

EL CAMBIO CLIMÁTICO

    Casi todos los meteorólogos coinciden en que estamos ante una etapa caracterizada por fenómenos climáticos poco habituales hasta ahora y que esto se debe al calentamiento global del planeta. No hay que ser un experto en la materia para darse cuenta de que la Tierra está enferma y que, si no se toman medidas urgentes, la situación será ya irreversible. Muchas son las causas de este deterioro del medio ambiente: emanación de gases industriales, destrucción de las reservas naturales, tala indiscriminada de árboles en la reserva amazónica, proliferación de los vehículos contaminantes, aumento de residuos no reciclables,... La lista sería larga. Pero las consecuencias son ya evidentes: calor excesivo en verano, frío excesivo en invierno, tormentas secas o con granizo, inundaciones, sequía progresiva de ríos y estanques,...

    La decisión para frenar este progresivo deterioro de nuestro entorno natural no tiene que venir sólo desde arriba. Cada ciudadano debe hacer lo posible por reciclar, ahorrar agua y energía, respetar el medio ambiente,... Porque debemos pensar que Tierra no hay más que una. De lo contrario, nuestros hijos y nietos sufrirán las consecuencias de nuestra inconsciencia e irresponsabilidad.

SANEAMIENTO DEL RÍO GÁLLEGO

SANEAMIENTO DEL RÍO GÁLLEGO

            El río Gállego es uno de los afluentes más importantes del Ebro. Desde las cercanías de Sallent, de donde brotan sus aguas cristalinas, hasta la desembocadura del Ebro, este importante cauce fluvial recibe varios afluentes, sufre las consecuencias del progreso y va cambiando su fisonomía a medida que se acerca al valle del Ebro.

            No me interesa repasar la geografía de nuestra Comunidad Autónoma – aunque de vez en cuando no va nada mal una pequeña consulta a la Gran Enciclopedia Aragonesa –. Lo que me preocupa en estos momentos es el estado lamentable de este río en sus últimos kilómetros, especialmente desde San Mateo hasta Santa Isabel. El río se convierte, en ocasiones, en un auténtico vertedero: basuras, residuos, desechos y objetos de todo tipo se depositan en sus orillas o en sus pequeños pozos. Y la situación actual de sequía agrava todavía más el problema.

            Después de años de dejadez y abandono, nuestras autoridades políticas se han dado cuenta de que hay que sanear el Gállego, que se merece el mismo trato que otros ríos cercanos a la capital. Y lo van a hacer antes del 2008, la fecha de moda. ¿Será demasiado tarde? ¿Será eficaz la medida? ¿Cuántos años durará el saneamiento? El plan es bastante ambicioso: parques en sus orillas, paseos, zonas verdes y de ocio,… De todos modos, bienvenidas sean estas iniciativas. Y si calan en la mente de los ciudadanos, mejor que mejor. Fomentar el amor a la Naturaleza siempre es positivo.

 

UN AZUD EN EL EBRO

UN AZUD EN EL EBRO

                                   Zaragoza y el Ebro en 1647 (Por J.B. Martínez del Mazo)

        Esta palabra de origen árabe – azut en algunas zonas de Aragón – me evoca los primeros años de mi infancia con el río como protagonista. El río Guadalope – o Miravete en su primer recorrido – estaba surcado de pequeñas presas en las cercanías de Aliaga. Las aguas eran claras, cristalinas,…no como las aguas de nuestro gran río. Y esos pequeños embalses que se formaban en el azud del molino o en el de calicanto nos permitían tomar frecuentes baños, a falta de piscinas y otras diversiones acuáticas.

         Leo en la prensa que están construyendo un azud a la altura de Vadorrey, muy cerca del puente de Manuel Jiménez Abad. Y me acerco a contemplar esas obras que me parecen, de entrada, sorprendentes. A las razones de los ecologistas para oponerse a este proyecto pre-Expo 2008 habría que añadir alguna que otra consideración: con esta pequeña presa se contemplarán mejor las miserias del Ebro y el agua embalsada ofrecerá una sensación de estancamiento y quizás hasta putrefacción. ¿Qué ventajas puede ofrecer esta elevación artificial del cauce del Ebro. Para nuestros dirigentes políticos, las ventajas son más que evidentes. El tiempo lo dirá. De momento, no me parece la solución ideal para recuperar un río que, en el estiaje, parece más un aprendiz de río y que, lamentablemente, cada vez se acerca más a un vertedero fluvial. ¿Así quieren que sea uno de los escaparates de la Expo?

 

PARQUE NATURAL DEL MONCAYO

PARQUE NATURAL DEL MONCAYO

            Siempre he sentido atracción por la altiva silueta del Moncayo, ese monte que divide Aragón de Castilla y León y que ha atraído a tantos escritores y artistas. Bécquer ambientó en sus laderas sus conocidas Leyendas y sus no menos memorables Cartas desde mi celda. Antonio Machado idealizó las cumbres del Moncayo y lo personificó como viva metáfora del lento paso de las estaciones. José Antonio Labordeta inmortalizó en Moncayo “como un dios que ya no ampara” en una de sus mejores canciones.

            Estas reflexiones surgen en el día en que los grupos de quinto curso de primaria del colegio “Las Fuentes” han realizado una excursión a uno de los Centros de Interpretación del Moncayo: “Agramonte”. Javier ha vuelto encantado de esta jornada lúdica, recreativa y didáctica. Allí les han explicado la fauna y la flora de este importante Parque Natural, cada vez más amenazado por la proliferación de urbanizaciones y por el turismo descontrolado.

Este monte majestuoso y legendario es uno de mis próximos objetivos. Espero subir a la cumbre en otoño. Sé que no será fácil, pero lo intentaré. Conozco bastante bien los Pirineos, pero no tanto la Cordillera Ibérica. Y con sus 2315 metros el Moncayo es la cima más elevada de esta larga y escarpada cadena montañosa.

DESARROLLISMO

DESARROLLISMO

He sido muy aficionado al deporte del esquí hasta hace ocho o diez años en que decidí "colgar las botas" casi definitivamente. Me parece un deporte sano, aunque algo arriesgado y bastante repetitivo. La última vez que esquié fue en Candanchú, pero estuve a punto de sufrir un accidente y ya no he vuelto más a las pistas.

El esquí es una fuente de ingresos para determinadas zonas de Aragón y un privilegiado reclamo turístico. Lo que ocurre es que sus promotores cada día piden más, los esquiadores cada vez son más y este deporte se está masificando día a día. ¿Qué hay que hacer? La única solución que ven los directivos de Aramón es ampliar las estaciones o abrir otras nuevas. Y esto puede atentar seriamente contra el equilibrio natural de nuestras montañas, ya de por sí bastante amenazado. Se habla de la ampliación de la pequeña, acogedora y familiar estación turolense de Valdelinares. ¿Hacia dónde? ¿Cómo? ¿A costa de qué? Y se habla de la apertura de una nueva estación en el encantador valle de Gistaín. ¿Quién se beneficiará? ¿Los pocos habitantes de la zona? ¿Los agricultores? ¿El paisaje como reclamo turístico?

Mucho tendrán que reflexionar sobre el tema nuestros políticos. Al parecer, algunos de ellos podrían estar metidos en el ajo. Y así es difícil decidir con objetividad. Porque el problema va más allá de la mera ampliación de pistas. Todo ello conlleva comunicaciones, cables de alta tensión e infraestructura hotelera. Desarrollismo puro y duro. El progreso se topa otra vez más con la ecología. Habrá que ser cautos. Y calcular los pros y los contras de estas decisiones de futuro. El Pirineo y el Sistema Ibérico pueden tener otras salidas además del esquí. Si queremos conservarlos para las próximas generaciones, hay que tomar decisiones más imaginativas y quizás menos rentables.

LA HUERTA DE LAS FUENTES

LA HUERTA DE LAS FUENTES La apacible y soleada tarde de ayer, después de la valiosa lluvia matinal, me brindó la oportunidad de acercarme a las orillas del Ebro hacia el Soto de Cantalobos y más allá del Puente de Giménez Abad. Mi impresión fue muy negativa. Las huertas que hace unos cinco años estaban en pleno rendimiento - acelgas, patatas, alcachofas, cebollas,...- ofrecen un panorama casi desolador. No hablemos sólo de la basura que rodea cualquier recinto, sino del estado de una tierra fértil llena de hierbas, zarzas y matorrales.
No sé qué futuro les aguarda a estas hectáreas. Tal vez caigan en las redes de alguna inmobiliaria o se conviertan en zonas deportivas o recreativas. (Esto último es más difícil). Lo único cierto es que, mientras tanto y a las puertas del tan cacareado 2008, además de limpiar y sanear las riberas del Ebro y del Gállego, deberían pensar qué hacer con esos terrenos. Los agricultores los han abandonado por su poca rentabilidad y la desidia general ha agravado un problema medioambiental en una de las tierras más ricas de Zaragoza

MEDITERRÁNEO

Parece mentira que el mar Mediterráneo - y otros mares ilustres - todavía nos seduzcan y posean un casi fatal poder de atracción. Manuel Vilas comenta en la columna del Heraldo de hoy esa paradójica fascinación de un mar que ha perdido ya casi todos los atributos. Ya no es, lamentablemente, el Mediterráneo que cantaba Serrat en sus años jóvenes y que ayer volvió a interpretar con nostalgia en el marco romántico de Veruela. Ya no es el mar que nos seducía hace treinta o cuarenta años y que contemplábamos azul, limpio y casi transparente. Yo lo descubrí en Mataró allá por el año 1965. Fue impresionante. Hoy ya no me impresiona el mar como antaño. ¿Cuál debe de ser la causa? La razón más importante la comenta Vilas en su acertado artículo: el mar está moribundo, cual vertedero universal. Lo peor es que nos devuelve la suciedad y es un símbolo de este planeta también moribundo. ¿Lo arreglará el G-8 en Edimburgo? Ojalá. Aunque quizás sea demasiado tarde. El domingo pasado lo pude comprobar en una playa valenciana: En vez de peces, mis pies sorteaban algas, detritus y suciedad por doquier. A pesar de todo, disfruté con Javier. Como Manuel Vilas en la playa catalana.

EL RÍO GÁLLEGO

Los ríos son la savia de las montañas, la alegría de los valles, la razón de ser de muchos núcleos rurales de población. Uno de nuestros ríos pirenaicos, el Gállego, se desliza desde cerca de la estación de Formigal hasta Zaragoza. En su largo recorrido ofrece toda clase de satisfacciones a montañeros, deportistas y amantes de la naturaleza. Pero, a medida que se aproxima al valle, a la ciudad, se va convirtiendo progresivamente en un auténtico vertedero, igual que su hermano, el Huerva, y más o menos como su padre, el Ebro. Lo más sorprendente es que ya en sus primeros metros de recorrido, el agua clara y cristalina se vea contaminada con residuos de todo tipo. Ayer veíamos en televisión el atentado ecológico que va a suponer la ampliación de la estación de Formigal y la invasión literal del cauce del Gállego por máquinas y camiones. Es tan triste contemplar a un río humillado. Para más inri,la sequía está afectando a todos nuestros cauces fluviales. La naturaleza está perdiendo su alegría. Esperemos que sea algo pasajero y en modo alguno irreversible. Nos sigue abrumando el progreso.