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josemarco

IMPRESIONES

BUEN INICIO DE AÑO

BUEN INICIO DE AÑO

       El año 2014 ya está llegando a su fin. Parece que fue ayer cuando estrenábamos este año que ya es viejo y quedará para siempre en nuestro recuerdo. Ahora sólo nos toca mirar hacia adelante y plantearnos nuevos retos, nuevos motivos para seguir soñando, nuevas ilusiones y renovadas esperanzas.

      En un año pueden suceder tantas cosas, pueden surgir tantos imprevistos, que prefiero que mis deseos no vayan demasiados lejos y de ese tópico Feliz Año Nuevo pasar al FELIZ INICIO DE AÑO. Porque cada vez planifico más a corto plazo, cada vez miro más a ese futuro casi inmediato, a ese presente que se convierte en futuro minuto a minuto, hora a hora, día a día.

      El año que termina nos deja la balanza bastante equilibrada. Aunque a todos nos gustaría que pesara más lo positivo que lo negativo. Ha sido un año anodino, un año de transición, un año de altibajos y de pequeños sobresaltos. Pero no nos podemos quejar pues en lo esencial podemos vivir el día a día con cierto sosiego y tranquilidad. Ha sido un año en el que he conocido a personas maravillosas, he leído excelentes novelas, he escrito nuevos poemas y he intentado cultivar la amistad. Tampoco he dejado de practicar deporte, especialmente el frontenis, que me ha supuesto un accidente en el ojo del que ya estoy recuperado. Eso sí, han quedado muchos proyectos pendientes, que espero realizar en esta nueva etapa: algún viaje fuera de España, la publicación de mi primer poemario, más colaboraciones en la prensa y en revistas literarias y lo que el día a día me vaya dictando.

      Pero lo que tengo claro es que cada día hay que vivirlo con la mentalidad de estrenar algo nuevo, único e irrepetible. Y mirar la vida con optimismo, la botella medio llena y el corazón joven a pesar del paso acelerado de los años. Esto es lo que quiero compartir con vosotros en este blog, que cumplirá pronto sus diez años de vida. Que seáis muy felices a partir de mañana y a lo largo de los 365 días del 2015.

SIEMPRE SERÁ NAVIDAD

SIEMPRE SERÁ NAVIDAD

     Desde mi despacho de Zaragoza contemplo por la ventana un paisaje gris dominado por la niebla que se ha enseñoreado de la ciudad. Por lo que veo, van a ser unas navidades grises, opacas, anodinas. Pero, eso sí, como todo es según el cristal por el que se mira, la Navidad con mayúscula va a seguir siendo la misma: unas fechas que tocan más de cerca nuestros sentimientos y emociones, unos días en los que nos permitimos algún extra en alimentación y ocio, unas jornadas con la familia y con los amigos más cercanos.

     Pienso en este momento en la fría Navidad en Aliaga, superado ya el otoño y llegadas ya las primeras heladas. Las temperaturas nocturnas serán cada día más bajas, pero durante el día brillará un sol radiante que invitará a dar un paseo. Eso sí, bien abrigados y por las zonas más orientadas el sur. Atrás quedó el otoño y ese mes de noviembre del que algunos intentamos huir. Ahora, superado ya el solsticio de invierno, los días empezarán a alargarse tímidamente y la luz comenzará a vencer de nuevo a las tinieblas de la noche.

     Es el eterno ciclo de la vida. Por eso la Navidad marca un antes y un después. Es de esperar que estos días - sea la celebración religiosa o la laica - no nos cieguen en exceso y seamos capaces de mirar hacia el futuro con optimismo. Eso sí, no podremos olvidar a los seres queridos ausentes, enfermos o que se encuentren lejos. Porque el corazón tiene su ritmo y la mente viaja casi inconscientemente hacia ese mundo de los recuerdos y de la nostalgia.

    Sólo me queda desear a los que leáis estas líneas unos días muy felices y una buena entrada de año. Creo que a todos nos hace falta agrarrarnos como a un clavo a la esperanza y compartir la alegría auténtica.

(La fotografía de ALIAGA es una gentileza de mi amigo Juan Marqués)

DICIEMBRE

DICIEMBRE

     Este último mes del año marca la frontera entre el otoño y el invierno, entre el avance inexorable de la noche en detrimento del día y el tímido repunte de la luz a partir del solsticio de invierno. Es un mes en el que el paisaje muestra toda su desnudez, toda su desolación, toda su fuerza interior. Porque diciembre no sólo supone el final de una etapa, sino el repunte de otra, la promesa de nuevas vivencias. Al igual que ese árbol desnudo y desprotegido, el ser humano busca refugio y alimenta sus ilusiones que, cual brotes preprimaveras, irán surgiendo poco a poco e irán renaciendo como el día, de modo paulatino, con timidez.

    Con diciembre se nos escapa de las manos otro año, doce meses que nos parecían largos y sinuosos, pero que se han ido esfumando como las hojas frágiles del calendario. Un calendario festivo en el que la iglesia sitúa una de sus celebraciones más importantes: La Navidad. Una fiesta que hunde sus raíces en los primeros años del cristianismo y que aún se mantiene aunque cada día se celebren más los aspectos profanos más cercanos a las primitivas saturnales romanas.

    Pero diciembre es también el mes de los balances, de las valoraciones. Porque el 2014 quedará en los anales de la historia como un año de transición, de expectativas y de desencantos. Desencanto con los políticos, porque se han multiplicado los casos de corrupción; desencanto con la economía que no acaba de repuntar; desencanto con la desigualdad a nivel internacional que no sólo se mantiene sino que se incrementa de modo preocupante. Por eso las miradas de muchos ciudadanos están puestas en el 2015. Un año con triple cita electoral, un año en el que las urnas van a jugar un papel importante.

    De todos modos, pienso que lo importante es vivir el día a día, hacer planes a corto plazo y afrontar el invierno con un talante optimista. Un talante que está por encima de la soledad, de los días agrisados, del tiempo desapacible y de los crepúsculos eternos.

    Plasmo un poema del gran escritor chileno, Pablo Neruda, que expresa con intensidad las sensaciones que le produce el invierno:

                                            Y fue a esa edad...Llegó la poesía

                                            a buscarme. No sé. No sé de dónde

                                            salió. De invierno o río.

                                             No sé cómo ni cuándo.

                                             No, no eran voces. No eran

                                             palabras ni silencio,

                                             pero desde una calle me llamaba,

                                             desde las ramas de la noche,

                                             de pronto entre los otros,

                                             entre los fuegos violentos

                                             o regresando solo,

                                             allí estaba sin rostro y

                                             me tocaba.


FUGACIDAD

FUGACIDAD

     La semana pasada, mientras noviembre se desvanecía entre la bruma gris y la brisa húmeda, escribí un poema en mi muro de facebook. En él intenté reflejar mi huida más o menos inconsciente de este mes anodino y decadente. Y ayer, en la columna semanal de Heraldo de Cristina Grande, citaba unos versos de esta composición para sumergirse en este final de mes lluvioso - el título de la columna es Paraguas - y amarillento. "También queríamos celebrar - dice Cristina - que dejábamos atrás el mes de noviembre, que no sólo desagrada a Susana Tamaro y a José María Ariño". Mi admiración y gratitud para este gran escritora.

      También Federico García Lorca en su Romance de la guardia civil española, cita metafóricamente este mes asociado a los malos presagios y a la inminencia de la tragedia: "Los relojes se pararon / y el coñac de las botellas / se disfrazó de noviembre / para no infundir sospechas". El poeta granadino asocia el penúltimo mes del año con la mezcla agridulce del deseo de vivir y la inevitable fatalidad de la cercanía de la muerte.

      Voy a plasmar el poema ahora que estamos ya en pleno mes de diciembre, a las puertas de la Navidad y en vísperas de unos días de descanso:

                                            Caen las hojas silentes,

                                            cadenciosas,

                                            amarillas.

                                            Y forman un tapiz bajo la lluvia

                                            de este noviembre suave,

                                                              aserenado.

                                             Así pasa la vida.

                                             Y las horas, minutos

                                             y segundos

                                             se esfuman en silencio.

                                             Y nos van despojando

                                             de sueños de futuro,

                                             de vanas esperanzas,

                                             de caricias de luz,

                                             de ensoñaciones.

                                              Somos como ese árbol

                                             casi desnudo ya

                                             y estremecido

                                             al borde del camino.

                                              O encerrado tal vez

                                             en un alcorque gris

                                             de la ciudad desierta

                                             al filo del ocaso.

                                             Es tan breve el momento,

                                             tan fugaz el instante

                                             que nos obliga a ser,

                                             a contratiempo,

                                             lámpara que se extingue,

                                             rosa que se marchita

                                             y corazón que late

                                             acelerado.

                                             Huimos del otoño,

                                             náufragos de la noche

                                             sin un destino claro

                                             bajo la lluvia gris

                                             y acaso despertamos

                                             en medio de un vaivén de caracolas,

                                             acunados sin más

                                             como esa hoja aleve

                                                         frágil    

                                                             desnuda ya

                                                                 hacia el ocaso.

                                                                                                                                                                                                        

                                

NUEVO ALBERGUE EN ALIAGA

NUEVO ALBERGUE EN ALIAGA

      El pasado fin de semana quedó inaugurado oficialmente el Albergue de Aliaga situado en el barrio de Santa Bárbara. La que fuera durante muchos años una Escuela Hogar para niños y niñas de las masadas ha sido restaurada y convertida en un moderno y acogedor albergue con capacidad para cerca de sesenta personas.

     Es una buena noticia para un pueblo que va ganando enteros día tras día en lo que a reclamo turístico se refiere. Se une así a establecimientos rurales como La Parra, el Horno o el Molino. Toda una amplia oferta que en verano se complementa con un camping cada vez más frecuentado.

     Es verdad que el turismo no es suficiente para mantener y, a ser posible, aumentar la población. Pero es una ayuda y un estímulo para emprendedores. Lo ideal sería una nueva industria que permitiera crear puestos de trabajo y asentar a los habitantes del municipio. Es una tarea difícil, la verdad, en estos tiempos de crisis. Habrá que esperar a que Neoelectra siga adelante y que algún empresario audaz se anime a invertir.

      Mientras tanto, se sigue promocionando el Parque Geológico y se está intentando que el turismo rural no sólo sea de temporada. Que vaya más allá del verano y de los puentes festivos. Para ello se ha inaugurado esta albergue: para que estudiantes universitarios, alumnos de secundaria y otros colectivos puedan conocer esta maravilla geológica y se alojen en un lugar cómodo y a un precio muy asequible.

       La fotografía refleja el inicio de un otoño tardío. A través de los chopos amarillentos y en un solar en el que funcionaba el cine de la empresa Eléctricas Reunidas Zaragoza, se puede contemplar la fachada del albergue. Una jornada soleada y un inicio prometedor.

OTOÑO REZAGADO

OTOÑO REZAGADO

     Si no fuera por la progresiva debilidad de la luz solar, que cada día asoma con más timidez; si no fuera por el aire fresco de las mañanas y la llegada cada vez más abrupta del crepúsculo, podríamos decir que estamos a finales del mes de agosto. Y no es así. Se está esfumando ocubre y, auque todos los indicios apuntan que estamos en otoño, no parece que sea así.

     Los comercios ya han presentado hace días la campaña otoñal, las flores ya anuncian en los escaparates que estamos en vísperas de Todos los Santos, la castañera ha vuelto de nuevo a su esquina habitual,... Pero está claro que el calendario y la climatología van este año por otro camino. Muchos nos preguntamos si será una consecuencia directa del cambio climático o, tal vez, de que el verano también llegó más tarde al igual que la primavera y el invierno. ¿Podría haber un desplazamiento progresivo de las estaciones? Muchos científicos se lo están preguntando en los últimos días. Pero, lo que está claro es que se están batiendo récords de altas temperaturas, llueve con menos frecuencia pero más torrencialmente, la contaminanción campa a sus anchas y la naturaleza está cada día más desvalida y desprotegida.

     Está claro que llegará el otoño tarde o temprano. Pero lo que algunos sospechamos es que vamos camino de dos estaciones, por lo menos en muchas zonas del Planeta. ¿Habrá que cambiar el contenido tradicional de los libros de texto? ¿Tendrán que matizar estos fenómenos los autores de enciclopedias? Algo habrá que hacer para reflejar estos caprichos de la naturalez y de la climatología. De todos modos, no deja de ser algo preocupante y que a medio o largo plazo afecte - si es que no está afectando ya - a la agricultura, los ríos, los bosques, los mares, la flora, la fauna y, en definitiva, al ser humano como responsable de mantener la Tierra lo más habitable posible.

FRUTOS DEL OTOÑO

FRUTOS DEL OTOÑO

      El otoño va llegando mansa y tímidamente a las sierras, a los valles, a los campos y a las proximidades de las ciudades. Se acerca con recato, como si no quisiera romper aún el suave hechizo de la suave temperatura veraniega. El color amarillo se resiste a aparecer y la naturaleza está aún engalanada de verde después de las generosas lluvias del mes de septiembre.

     Es la estación de los frutos, la estación más dulce del año, la que nos regala más colores, excelentes crepúsculos e irrepetibles amaneceres. Uno de los frutos dei otoño es el rebollón o níscalo. Aparece recatado, casi oculto entre el musgo y los arbustos. Y este año hemos podido llenar las cestas ya que ha brotado con generosidad y abundancia.

     He disfrutado durante dos días recorriendo los montes cercanos a Aliaga y llenando mi cesta de este fruto otoñal que luego habrá que limpiar, freír y saborear acompañando a cualquier tipo de carne o como excelente aperitivo. Precisamente hace cinco años, en octubre de 2009, escribí una Oda al rebollón, que vuelvo a transcribir. La fotografía de la cesta es real: una buena cosecha en una excelente mañana en una vaguada orlada de pinos, sabinas, enebros y acariciada por el sol.

                                       Recatado, discreto, camuflado

                                      bajo la verde capa que el otoño

                                      viste de dulces ocres y amarillos

                                      colmando los sentidos del viajero.

                                       Con sangre anaranjada

                                      y tu silueta casi inconfundible

                                      asomas la cabeza engalanada

                                      de musgos y despojos vegetales.

                                       Te llaman níscalo - aunque tu nombre

                                      no está en el diccionario.

                                       Pero los que conocen tu sabor

                                      y ese suave rugoso inconfundible

                                      prefieren el agudo y contundente

                                      apelativo familiar, cercano.

                                       No todos los que buscan tu refugio

                                      te tratan con ternura y con cariño.

                                       Sólo los que conocen ese frágil

                                      y efímero latido tan caduco

                                      te acogen con calor de terciopelo

                                      en la cesta que colmas como un nido

                                      de esa sangre vinosa coagulada.

                                  

OTOÑEANDO

OTOÑEANDO

     Estamos al filo del otoño, después de dos semanas muy calurosas para esta época del año. Comienza a otoñear en el paisaje, comienza a otoñear en la ciudad, comienza a otoñear en los corazones solitarios. Así comenzaba un poema que escribí en un taller de poesía de la Universidad Popular: Otoñea en la sierra / otoñea en el valle / otoñea en los corazones / solitarios.

     Porque el otoño siempre vuelve. Siempre vuelve septiembre con su olor amarillo y su sabor a niebla entumecida. Siempre vuelven las tardes infinitas, la nostalgia que surca las avenidas, la melancolía que estremece los corazones.

     He dedicado un rato de esta tarde de domingo a releer algunos poemas de José Antonio Labordeta - que nos dejó hace cuatro años al filo del otoño - y a escuchar alguna de sus canciones más emblemáticas. Se me ha vuelto a poner la carne de gallina. Mientras tanto, he recordado las tardes soleadas de agosto en Jorcas, los recitales en la Plaza del Pilar o en el Teatro Principal de Zaragoza.

     Recuerdo y homenaje una vez más para el abuelo con este poema en el que José Antonio nos hablaba del regreso, de las tardes agridulces, de la vida sin más:                             

                                               SE VUELVE SIEMPRE

                                               Se vuelve siempre

                                             a la ojeriza de los atardeceres,

                                             a la lentitud de las noches

                                             y al amargo sabor

                                             de los amaneceres:

                                             Se vive, al fin y al cabo.     

IMPRESIONANTE TORMENTA EN ALIAGA

IMPRESIONANTE TORMENTA EN ALIAGA

      La fecha del 6 de septiembre de 2014 quedará guardada en los anales de Aliaga para la posteridad. Ni los más viejos del lugar recuerdan una tromba de agua acompañada de granizo como la que descargó sobre este pueblo turolense el sábado por la tarde, en plenas fiestas patronales.

      Hacía días que rondaban las tormentas, pero no acababan de descargar. Todos echábamos de menos esos chaparrones de agosto al filo de las cinco de la tarde. Pero lo que nadie se esperaba es que, después de un día radiante y cuando las vaquillas estaban en la plaza, las primeras gotas se multiplicaran por mil y se prolongaran sin tregua durante más de dos horas. Cada uno buscó refugio donde pudo. Todos pensábamos que sería una tormenta efímera. Pero el cielo estaba tan cargado que el agua caía a raudales y las calles parecían torrentes improvisados. No se produjo ningún caos, pero sí preocupación, especialmente en los propietarios de las casas del calle mayor baja y, sobre todo, en los propietarios de casas en la parte baja de la Aldehuela.

     Hacia las nueve y media, cuando amainó la tormenta, todos acudimos a nuestras casa para comprobar si el agua había inundado alguna habitación. Las calles y la carretera estaban sembradas de piedras, de barro y de maleza. Y el río mostraba una furia inusual desde el puente de la porra hasta las canales. En la fotografía adjunta podemos observar cómo el cauce del río rebasó uno de las nuevas pasarelas y cómo la maleza que arrastró la impetuosa corriente quedó adherida en los chopos o en las palancas.

     Ayer Aliaga volvió poco a poco a la normalidad. Las fiestas patronales, que llegaban a su ecuador, vivirán hoy y mañana dos días de celebraciones populares y de homenaje a la patrona del pueblo, la Virgen de la Zarza. Todos agradecemos el agua, que escaseaba últimamente. Pero se comentaba que mejor hubiera sido que cayeran los mismos litros en varias tormentas. Eso sí, nunca llueve a gusto de todos.

PRELUDIOS

PRELUDIOS

     Septiembre es un mes de reinicio, de transición, de espera más o menos ilusionada, de preludio de una nueva etapa. Muchos opinan que el año empieza en septiembre en lugar de en enero. Porque septiembre, a pesar de que mantiene la tónica veraniega, es un mes de vuelta a la normalidad, de regreso a la para muchos "bendita" rutina, de reencuentro con los amigos, con los vecinos, con los compañeros de trabajo. 

      Mientras muchos ya nos hemos incorporado al trabajo, otros inician o continúan sus siempre breves vacaciones. En algunos pueblos, como en Aliaga, todavía queda lo mejor del verano, la guinda del pastel. Durante estos días ya están calentando motores para el inicio de las fiestas patronales, de las celebraciones anuales por excelencia. Las peñas ya tienen a punto sus locales para la cena inaugural de mañana y la comisión engalana las calles del pueblo y prepara el pabellón y la plaza. Son días marcados por la ilusión, por la tranquilidad, por la espera de los vecinos y visitantes que viven fuera del pueblo. Lo mismo ocurre en otras localidades aragonesas que no es el momento de nombrar. Fiestas para rematar el verano, fiestas que antiguamente celebraban el final de la cosecha y la recogida de los frutos, fiestas para prolongar el verano y la vida de los pueblos unos días más.

     En la ciudad todavía se advierte un clima de relativa tranquilidad. Hasta que no comiencen las clases la próxima semana los niños y adolescentes prefieren quedarse en el pueblo o aprovechar para realizar las últimas excursiones. Zaragoza se va desperezando lentamente y las calles comienzan a tomar su fisonomía habitual. Todo se realizará lenta y progresivamente. Hasta que la ciudad respire de nuevo agobio y los pueblos se queden de nuevo vacíos.

AGOSTO EN ALIAGA (I)

AGOSTO EN ALIAGA (I)

     El mes de agosto es el que atrae más visitantes a todos los pueblos de Aragón que durante el resto del año rezuman soledad y silencio. En los pueblos de la sierra la temperatura estival, el paisaje y la celebración de las fiestas patronales convierten por unos días a estos lugares en hervidero de actividades lúdicas y recreativas.

     Una de las aficiones de muchos aragoneses es el guiñote. Este juego de mesa, regido no sólo por el azar sino por la atención, inteligencia y buena estrategia de pareja, se convierte en uno de los actos estrella de todas las tardes y, especialmente, de los fines de semana. Precisamente ayer, con motivo de la celebración del 25 aniversario de la peña La Birra, casi cincuenta parejas compitieron durante toda la tarde en el pabellón municipal. Desde los más pequeños hasta los mayores disfrutaron con la baraja en las manos. Llegamos con Javier a las semifinales - como se observa en la foto - y encontramos a rivales muy compenetrados. Al final la suerte nos dio un poco la espalda. Pero nuestro objetivo quedó cumplido con creces.

    Mientras tanto, una orquesta amenizaba las horas previas a las cenas en las peñas y todos se preparaban para el toro embolado de la noche y unas vaquillas peleonas e incansables. Un sábado, víspera de san Lorenzo, para recordar. El domingo será un día de reposo y tranquilidad. Algunos se subirán a la bicicleta para recorrer las sinuosas pendientes y otros optarán por caminar por las riberas del río Guadalope, que se muestra afectado por la escasez de lluvias de esta pasada primavera.

    Agosto será breve, efímero, como todo lo que supone ocio y diversión. Por eso se nos sugiere aprovechar cada momento y estrenar estos días soleados con el aliento juvenil y la ilusión a flor de piel.

NÓMADAS A LA FUERZA

NÓMADAS A LA FUERZA

     El injusta y cruel ataque que está llevando a cabo Israel sobre la franja de Gaza es algo a todas luces inconcebible en pleno siglo XXI. Parecía que con la llegada de esta nueva centuria la situación en el mundo iba a cambiar. Pero, de momento, no ha sido así, ni mucho menos. Ante la pasividad de las grandes potencias internacionales y ante los tímidos e inútiles altos el fuego que la ONU intenta consensuar, unos y otros van a lo suyo. Pero está claro que gana el más fuerte por goleada.

    No sé cuándo terminará esta trágica pesadilla que se ha llevado ya por delante casi dos mil vidas. Es una guerra sin cuartel, una venganza siniestra, una ley del talión al más puro estilo de épocas remotas. Al parecer, Israel se ha olvidado por completo de su historia más reciente e intenta - no sé por qué - reeditar un nuevo holocausto. Con una gran diferencia: ellos son los verdugos y los palestinos las víctimas.

    Las consecuencias de estas tres semanas de terror son evidentes: los niños se están llevando la peor parte y los más inocentes están sufriendo ataques indiscriminados de la artillería israelí, que posee medios infinitamente más potentes y eficaces. Otra consecuencia es el exilio forzoso, el nomadismo obligado, el abandono de lo poco que poseen. Todo un desgarro que se observa en las imágenes que nos proporcionan las agencias. Ojos llorosos, miradas desafiantes, lágrimas de dolor.

     Ante esta situación todos nos preguntamos, ¿hasta cuándo? ¿cuál es el motivo de este odio racial casi atávico? ¿qué quedará de la franja de Gaza cuando los israelíes se den por satisfechos de su "hazaña" particular? Quedará la pobreza, el desamparo, la vuelta a un entorno ruinoso y desolado. Y quedarán los ecos de un pasado más o menos feliz que no se va a volver a recuperar.

    Siempre ha habido nómadas a lo largo de la historia. Pero el nomadismo forzoso motivado casi siempre por los conflictos armados nos recuerda épocas no muy lejanas y todavía presentes en la memoria de tantos españoles que tuvieron que abandonar su país cuando la pesadilla de la guerra había terminado dejando un rastro de miseria por doquier. Miseria y angustia. Miradas torvas y ojos apagados.        

OPOSICIONES

OPOSICIONES

     Muchos docentes de la comunidad autónoma de Aragón han estado de oposiciones durante el mes de julio. Hoy, por fin, unos pocos afortunados han logrado la plaza soñada. Después de muchos nervios, ilusión y esfuerzo han conseguido alcanzar lo que otros ya obtuvimos en su día: una plaza de funcionario docente en la Administración.

    Por caprichos del azar, he estado como vocal en uno de los tribunales de Lengua y Literatura. Ha sido una experiencia nueva, un reto, una nueva andadura. La tarea no ha sido fácil, pero el ambiente ha sido excelente y la dedicación plena. He recordado los tiempos en los que fui opositor en el Madrid de mediados de los años ochenta. Todo se ve desde otro punto de vista, desde otra perspectiva. Y uno intenta que la situación resulta lo más justa y equitativa posible.

    De todos modos, aunque han pasado casi tres décadas, me sigue sorprendiendo la terminología casi obsoleta que aún permanece: tribunal, encerrona, defensa,... Algo se podría cambiar para próximas convocatorias. Eso sí, el nivel ha sido muy alto y los futuros docentes han demostrado el porqué de sus argumentos para obtener una plaza.

    Agosto llega como un paréntesis, como un oasis, como una liberación para unos y para otros. Lástima que las plazas sean limitadas y las convocatorias espaciadas. Habrá que volver a soñar y a ilusionarse. Pero con esfuerzo y dedicación.

VACACIONES

VACACIONES

     Después de un largo mes en el tribunal de oposiciones, han llegado por fin los esperados días de descanso. Descanso en Aliaga, descanso en mi pueblo de la sierra turolense, con la placidez de los días estivales, el silencio mágico de las mañanas y la brisa fresca y relajante de las noches.

     El proceso de oposiciones ha llegado a su fin. Ha sido una nueva experiencia en mi vida profesional. Hemos hecho una piña todos los compañeros de tribunal y hemos intentado que los opositores afrontaran esta prueba de la mejor manera posible. Ahora están a la espera de esa nota final que les dará una plaza o les dejará mejor situados en la lista de interinos. Mucha suerte para todos.

     Es el momento de volver a mi blog, a mis poemas, a mis paseos por el campo, a las partidas de guiñote en la sobremesa y a pequeños viajes a los pueblos vecinos. Es el momento del reencuentro con los amigos de la infancia, de los recuerdos nostálgicos, de los sueños imposibles, de las tertulias alegres, de la lectura reposada.

     Gracias a este milagro de internet, podré mantener el contacto con mis amistades, podré estar al día de todas las noticias nacionales e internacionales, podré mantener abierta esta ventana virtual a mis amigos poetas y creadores. Pero lo que más me espera son las lecturas tanto en papel como en ebook. Y me espera también el último número de la revista Turia, con los monográficos dedicados a Benjamín Jarnés, a Aurora Egido y a Luis Alberto de Cuenca.

     Desde el mirador de mi solanar, contemplo el paisaje que acabo de captar con la cámara de mi móvil. Es el paisaje de mi infancia, el paisaje de mis sueños, el paisaje que más me ha inspirado. Os lo dejo como aperitivo visual de este inicio de vacaciones.

ECOS DEL VERANO

ECOS DEL VERANO

     Algunos dicen que el verano no comienza hasta que empiezan los sanfermines; otros asocian el inicio del verano al Tour de Francia y muchos esperan ansiosos las rebajas que son como el pistoletazo de salida de este período estival. Precisamente ayer estuve el Puerto Venecia, el templo del consumo zaragozano. Las galerías comerciales eran un hervidero de gente y los coches ascendían ansiosos en búsqueda de un buen aparcamiento para bucear después en el maremágnum de productos textiles a bajo precio; eso sí, de poca calidad, casi de usar y tirar en algunos casos.

     Me entristece contemplar este compulsivo afán consumista en tiempos de crisis. Me entristece esta dictadura del capitalismo, este engañoso predominio del tener sobre el ser. Por eso no pude soportar ese agobio y regresé a mi barrio donde las tiendas semivacías te acogen con una exquisita atención y un precio asequible. Los que no estaban en los grandes almacenes, se encontraban en las playas abarrotadas del Levante. Porque las calles de mi ciudad mostraban una imagen inusual: semivacías y casi desoladas. Sólo algunos ciudadanos veían desde las terrazas el partido verpertino del mundial. Un mundial descafeinado, un mundial sin la campeona del 2010, un mundial con mucha emoción cicatera y con poca calidad.

     El verano avanza como una serpiente silenciosa y nos aporta efemérides que suelen pasar inavertidas o eclipsadas. Eso le ocurre a las fiestas del Ángel y de la Vaquilla de Teruel, que sólo se proyectan hacia Aragón y que no tienen el eco de los Sanfermines a nivel nacional e internacional. Algo similar le ocurre a la cultura, eclipsada en verano por el ruido de festivales al aire libre multitudinarios. Y lo mismo le sucede a la política, cada vez más confusa, convertida casi en un simulacro permanente.

     Mi inicio del verano tuvo lugar en Aliaga el pasado sábado. La octava marcha senderista por este extenso y pintoresco término municipal nos acercó a Campos y nos aproximó a Cirujeda por caminos tortuosos, por senderos casi intransitables y por rincones agrestes. Fue una excelente jornada de convivencia, deporte al aire libre y amistad. Os dejo un testimonio gráfico de este particular inicio estival, al margen de las rebajas, del hervidero de las playas, de los entresijos de la política y de los agobios de la gran ciudad.

ESCUELAS RURALES

ESCUELAS RURALES

       Las escuelas rurales han jugado siempre un papel importante en la vida de los pueblos. Han sido un hervidero de cultura y un semillero de futuros licenciados y profesionales. Pero, lamentablemente, cada vez quedan menos colegios en los pueblos de la geografía aragonesa, especialmente en la provincia de Teruel. La última que va a cerrar sus puertas a finales de junio es la de Hinojosa de Jarque, un encantador pueblo de unos 150 habitantes, situado a orillas del río la Val y rodeado de originales esculturas al aire libre.

      La escuela de Hinojosa se queda sólo con cuatro alumnos, que tendrán que desplazarse cada día a Cuevas de Almudén. Es una pena que poco a poco se vayan cerrando estos colegios. El goteo va a ser continuo en los últimos años, si no cambia la situación social y económica. Ya cerraron el curso pasado las escuelas de Orrios y Mezquita de Jarque. Y no sabemos qué ocurrirá en el futuro con la de Camarillas, que pertenece también al Centro Rural Agrupado Pablo Antonio Crespo de Aliaga.

      Quedan muy lejanos los años sesenta del pasado siglo en los que las escuelas unitarias acogían decenas de niños y niñas. Los pueblos tenían vida, había más trabajo, y las calles se llenaban de jolgorio y alegría. Hoy casi todos los pueblos muestran la cara más oscura del silencio y la soledad. Los jóvenes tienen que ir a estudiar o a trabajar fuera, y sólo los jubilados pasean por las calles o juegan al guiñote en los bares o centros culturales.

      Algo tendrán que hacer los políticos para que estos pueblos vuelvan a recuperar algo de vida. Aunque se me antoja que la situación es cada día más irreversible. Habrá que mirar con optimismo el futuro, a pesar de que los hechos no juegan ni mucho menos a favor de un mundo rural más equilibrado.

MUNDIALES

MUNDIALES

      Acabo de leer uno de los últimos libros del escritor Miguel Mena, madrileño afincado en Zaragoza. Se titula Todas las miradas del mundo y nos acerca a la España convulsa, inmersa en una incipiente y frágil democracia, asaeteada por el terrorismo de ETA, recién salida de un golpe de estado y todavía convaleciente del envenenamiento por el aceite de colza, que produjo tantas víctimas inocentes.

      Han pasado nada más y nada menos que treinta y dos años y estamos en una nueva edición del mundial de fútbol. La cita es en Brasil, una de las naciones más volcadas con el deporte rey. Y una vez más - quizás todavía más que en el mundial de España-82 - todas las miradas del mundo convergerán en este país que arrastra una grave desigualdad social, que contempla cómo se han dedicado grandes cantidades de dinero a infraestructuras y estadios y se están abandonando ayudas para necesidades tan básicas como sanidad o educación.

      Durante el mundial de España ocurrieron acontecimientos importantes tanto a nivel nacional como internacional. Durante el mundial de Brasil, reaparece de nuevo la imagen de un mundo convulso. Países como Siria, Irak, Afganistán o Ucrania arrastran enfrentamientos atávicos que pueden desembocar en una guerra civil. En Brasil, la imagen que nos mostrarán las televisiones de todo el mundo tal vez sea más idílica que real. No contemplaremos el submundo de las favelas o la lucha callejera fuertemente reprimida.

      Cuando acabe este mes polarizado por el deporte rey, volveremos a recordar que en Europa, y concretamente en España, estamos intentanto salir de una larga y dolorosa crisis, que el rey Juan Carlos I acababa de abdicar, que su hijo el príncipe Felipe se convertiría en el nuevo monarca Felipe VI, que se despertó de nuevo en muchos españoles el aliento republicano. Las miradas del mundo se dirigirán a los doce estadios de fútbol de Brasil. Pero, mientras tanto, Cataluña sigue firme en su camino hacia la secesión, el País Vasco tampoco se queda al margen de esta inquietud independentista y el mapa político español acaba de sufrir una metamorfosis con la irrupción de nuevos partidos como Podemos.

      Miguel Mena ha radiografiado con precisión la España del verano del 82 en esta novela policíaca, muy bien documentada, de prosa ágil y de cuidado estilo. Los que éramos jóvenes en ese año de la primera transición recordamos aquel reguero de atentados, aquella tensión en el ejército, aquel repunte de paro y aquel icono de naranjito, tan pintoresco. La eliminación prematura de Brasil, una de las selecciones favoritas y la vistoria final de Italia se han convertido en telón de fondo de una España gris, convulsa y convaleciente.

QUERER ES PODER

QUERER ES PODER

     Los resultados de las elecciones europeas de la pasada semana han convulsionado, contra todo pronóstico, el mapa político español. No sé si serán extrapolables para las próximas elecciones autonómicas y nacionales del próximo 2015, pero lo que está claro es que algo se mueve desde la base de la ciudadanía. Unos ciudadanos de a pie que ya están cansados de un infructuoso bipartidismo y quieren aires nuevos en la escena política del país.

       Lo que más ha sorprendido a propios y a extraños - incluso a los mismos protagonistas - es la irrupción de un nuevo partido de izquierdas que ha aglutinado más de un millón de votos de jóvenes universitarios y de personas desencantadas y ha entrado con fuerza en el parlamento europeo con cinco representantes. Ha sido tal el terremoto político que en Aragón se ha convertido en la tercera fuerza después de los dos partidos tradicionales. Se denomina PODEMOS y, rompiendo una vez más con las tradicionales siglas, expresa en primera persona del plural de indicativo una intencionalidad clara, concisa y, por qué no, contundente.

      No sé hasta dónde llegará este nuevo partido liderado por el profesor Pablo Iglesias. De momento todo son incógnitas y, sobre todo, precipitadas descalificaciones. Lo que está claro es que, tal como deseaban muchos, el movimiento 15M de hace tres años ha elegido el camino de las urnas y se ha lanzado al ruedo de la política activa. Todo un reto para estos jóvenes inquietos que rechazan la corrupción, que se enfrentan sin paliativos a las servidumbres del capitalismo y que se alinean con los más pobres y marginados.

      A ver si el tradicional "Querer es poder" se convierte en uno de los lemas de este nuevo partido político. No estaría mal que reflexionaran y fueran autocríticos desde el primer momento. Y que, parafraseando el título de un artículo de Luis García Montero, se movieran con cautela y sin extremismos entre "La realidad y el deseo", tan cernudiano.

ESTRENOS

ESTRENOS

     Hoy quizás haya sido un día especial para muchos y muchas jóvenes. Era la primera vez que estaban convocados a las urnas. Ya un cosquilleo o una cierta ilusión les habrá movido desde primeras horas de la mañana. Eso sí, no eran las elecciones nacionales ni autonómicas; eran las europeas. Y la verdad es que no es lo mismo, por mucho que digan nuestros políticos de turno. El votante las ve más lejanas, más asépticas, más descafeinadas. Pero no deja de ser un estreno, una primera vez. Javier me ha acompañado al colegio electoral y ha depositado por vez primera su papeleta en una urna, en la misma urna, unos segundos antes. No sé si su voto o el mío serán importantes, pero ya es importante que nos acerquemos a ejercer este derecho democrático, que no perdamos esta sana costumbre, que no volvamos atrás en este derecho y en otros muchos que tanto ha costado conquistar.

     En la vida de una persona hay muchos estrenos: el primer viaje, el primer amor, el primer reloj, el primer pantalón largo, el primer día de colegio,... Recuerdo con cariño y con una cierta nostalgia alguno de estos estrenos: Cuando mi padre me regaló mi primer reloj de pulsera dorado, redondo, brillante; cuando estrené mi primer pantalón largo de pana, que luego desgarré y me costó una buena bronca; cuando contemplé por primera vez el mar: ese Mediterráneo azul, inmenso, envolvente, cerca de Mataró, en una excursión a pie desde Llinás del Vallés; cuando estrené mi primer coche: un Peugeot 205, con el lema "contigo al fin del mundo", cuando me enamoré de verdad por primera vez y encontré el muro de la indiferencia y de la simple amistad.

     Ahora tal vez no me quede mucho por estrenar. Pero quiero disfrutar y compartir estrenos de mi hijo, de mis amigos, de mis compañeros de trabajo, de las personas que aprecio. Y buscar la novedad que nos ofrece cada día desde que despunta el sol: el paseo matinal por el barrio, el reencuentro con un amigo casi olvidado, el café con leche con churros, el periódico con sus primicias, la vida con sus recovecos, el latido de cada instante, la frase que nos hace pensar, la sonrisa que nos contagia, el olor a primavera, el verdor del mes de mayo, las flores del campo, el cauce del río sosegado, el susurro del silencio.

     Cada día puede ser un trampolín para estrenar algo, aunque sean más los recuerdos y las rutinas que la ilusión por vivir a contratiempo, a contracorriente, al ritmo de los días y de las horas.

REGRESO A LA RUTINA

REGRESO A LA RUTINA

     Después de un paréntesis de dos meses, debido a un golpe de mala suerte que acabó con un desgarro en la retina,  todo vuelve a empezar. Un regreso a la rutina,  a la normalidad,  a las aulas, al blog, a los libros,  a la cultura.  Quedan atrás los paseos, los silencios, las reflexiones.  Y vuelve la primavera agazapada que nos invita a sonreír a la vida. Vuelven las tardes dilatadas, las veladas apacibles,  las noches efímeras.  Seguiré desgranando en estas páginas el latido de lo cotidiano con su aspecto agridulce y abriré las puertas de mi corazón a ese regalo que nos brinda cada amanecer.  Desde hace dos meses valoro mucho más la vida,  la salud y el suave susurro de las cosas pequeñas. 

     Han sido muchas las personas que se han interesado por mí. Mil gracias. Otros quizás no se hayan enterado todavía y hayan pensado que me retiraba de esta labor creativa en la que llevo inmerso casi nueve años. De momento voy a seguir, quizás con más intensidad que antes. Porque la vida es tan efímera que hay que plasmar los momentos más importantes para que queden aquí, al alcance de todos. Eso sí, seguiré cuidando mi ojo derecho y volveré al frontenis, esta vez con unas gafas de protección. No sea que vuelva la mala suerte.